AYLEN
Me remuevo sobre la cama intentando pillar la postura correcta cuando escucho de fondo el sonido de unas llaves metiéndose en la cerradura de la puerta.
Sin ser consciente del estado de sueño en el que estaba, me levanto, tropezando en el camino con las zapatillas, y voy corriendo a plantarme en la entrada.
Sonrío sin ser capaz de abrir los ojos del todo cuando el cuerpo de mi amigo empieza a aparecer borrosamente.
– ¡Estúpida! - se lleva una mano al pecho asustado - ¡Pareces un fantasma ahí plantada!
Suelto una carcajada y me engancho a su cuello después de que cierre la puerta.
– No sabes cuánto te he echado de menos.
– Yo también, princesa.
Me llena la mejilla de besos y disfruto de su abrazo por unos cuantos minutos.
Ojalá pudiera coserme a él, es capaz de hacerme entrar en un estado de paz y tranquilidad en cualquier momento y de cualquier manera.
– ¿No deberías estar dormida? - pregunta sentándose conmigo en el sofá.
– Te he escuchado y no podía no saludarte – sonrío.
– ¿Tú? ¿Escucharme? Si podrías dormir perfectamente en mitad de una guerra.
– Llámalo sexto sentido – le guiño un ojo.
– Entonces me alegro de que ese sentido solo salga cuando se trata de mi.
Vuelvo a abrazarlo con ganas y espero a tranquilizarme de la euforia de verlo.
– ¿Cómo has estado? - pregunta cuando nos separamos.
– No tan bien como cuando estoy contigo.
– A ver, sé que soy incomparable pero... - sonríe arrogante.
– ¿Pero qué?
– ¿Y Paul?
– Supongo que dormido, ¿por? - frunzo el ceño.
– Tonta – se ríe y me pega en la cabeza – Me refiero a que estas tres semanas sola con él deberían haber sido mas amenas.
– Ah – me río también – con Paul todo bien. Pero la relación que tengo contigo es diferente, ya lo sabes.
– ¿Sigues con él? - hace una mueca de desagrado.
– ¿Y porque no iba a seguir?
– ¡Te he dado tres semanas para que lo dejes! - exclama indignado.
– No tengo por qué dejarlo – me río ante su falsa reacción.
– Eres la única que no se da cuenta de lo imbécil que es – niega con la cabeza cansado.
– Que a ti no te caiga bien no significa que a los demás les tengan que caer igual.
– Si ni siquiera has estado agusto teniéndole a él – bufa.
– Yo no he dicho eso – lo señalo con el dedo.
– Se supone que un novio te hace olvidar todo y a todos – levanta las cejas – y mi ausencia te ha afectado.
– Me afectaría en cualquier situación – pongo los ojos en blanco.
– Me halagas – bate las pestañas como un niño bueno – pero aun así Paul no me cuadra.
– ¿Acaso quieres que lo deje para que puedas ligar conmigo, Adam? - sonrío inocentemente.
– No estaría contigo ni en cien mil vidas – imita mi gesto.
ESTÁS LEYENDO
KHAIDAL [+18] [TERMINADA]
RomantizmElla es una chica aparentemente normal. Viviendo con su compañero de piso, estudiando en la Universidad, disfrutando con su novio... Pero la vida le cambia de un día para otro cuando encuentra un mundo paralelo al suyo. Uno, que, supuestamente, tam...