👸🏻 CAPÍTULO 39 👸🏻

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AYLEN

No tiene sentido que sea metahumana. No cuando ni siquiera soy de aquí. Tampoco soy rara. Es decir, no tengo ningún poder. No hago nada fuera de lo normal.

– Es imposible – los miro alternativamente.

– ¿Y como explicas esto? - Elsa señala mi brazo.

– Eh... - me toco las sienes – No lo sé.

– Cambiate y vamos abajo. Hay muchas cosas de las que no te has dado cuenta - dice Kenneth.

Asiento rápido y me pongo la ropa que traía antes. Bajo apresurada y me siento en la silla libre que hay en el despacho.

– A ver – empiezo hablando - ¿Me estáis diciendo que tengo un poder?

– Si – responden a la vez.

– No lo veo – admito.

– Nadie de esta ciudad lo tiene. De hecho, nadie tiene nuestros poderes. Son únicos, no se repiten.

– Entiendo – murmuro.

Kenneth se sienta frente a mi y coge mis manos con cariño.

– El tuyo es invulnerabilidad y regeneración.

– Ah – me quedo pasmada.

– Explícaselo – se ríe Elsa.

– Nada te puede hacer daño físicamente. No puedes sentir dolor a menos que sea interno, que lo crees tu. Por ejemplo el dolor de cabeza, garganta... Pero si el
daño es exterior, no te afecta.

– ¿Qué cojones...? - musito sorprendida.

– Y si tienes alguna herida física, tu piel se regenera al momento – sigue explicando.

– No sé como no nos hemos dado cuenta antes – habla Elsa.

– Porque no lo hemos visto hasta ahora. ¿Nunca te has extrañado de que nada te duela? - me mira Kenneth.

– No. O sí, no lo sé – digo confusa – cuando me ha pasado algo, no lo he pensado.

– Por eso saliste inmune del accidente. Dijiste que te tocaste la frente y había sangre. Cuando nosotros llegamos, estabas como nueva. Las heridas que
tuvieras, se regeneraron inmediatamente.

– Dios Santo – susurro sin creérmelo.

– Por eso ahora, te he hecho una raja en el brazo y no has sentido dolor. La sangre ha brotado cinco segundos, y a los diez ni siquiera tenías marca. Como si no te hubiese tocado.

– Y cuando estábamos entrenando, te he golpeado fuerte a propósito en el labio. No te has inmutado, ha sangrado un par de segundos y ya. Nada más – añade Elsa.

– ¿Lo sabías? - miro a Kenneth - ¿Por eso la has llamado?

– He visto que tus nudillos estaban como nuevos y me he extrañado. He hilado y si, me he dado cuenta. No quería ser yo quien te pegara, por eso la he llamado. Además, quería verlo desde fuera.

Estoy flipando. FLI.PAN.DO.

Y ellos no lo saben, pero cuando Paul me golpeó tres veces en la cara, tampoco me dolió. Ni las veces que me ha dado Adam en la cabeza de broma. Ni cuando también Paul me cogió del brazo. Me dejó marca un momento, luego no tenía nada.

Es real. Tengo un poder de verdad.

– Pero... - frunzo el ceño – Tengo el tatuaje. ¿Cómo es posible?

– Esa tinta funciona para que nadie los use contra ti. Y tú tampoco podrías usar el tuyo con otra persona. Pero eso no importa, porque tu poder no implica a nadie más que a ti misma. Solo te hace efecto a ti.

KHAIDAL [+18] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora