🙍🏼‍♀️ CAPÍTULO 41 🙍🏼‍♀️

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SOPHIA

Miro la bicicleta a mi lado casi destrozada. Mierda, no tendría que haberme hecho tanto daño. Mis manos están llenas de sangre y suciedad y el frío me está calando los huesos.

– ¿Estás bien?

Pego un respingo del susto y me levanto poco a poco para quedar de frente con la humilde persona que se ha preocupado por mi.

– Parece que no es mi mejor día – hago una mueca con la boca.

– ¿Sales con la bicicleta un día así?

No es de ser muy listo. Anoche nevó y ahora hay nieve en la carretera, incluso hielo en algunas zonas. Y por el cielo, tiene pinta de que va a volver a nevar.

– Necesitaba pasear y desconectar – me excuso.

– Te has... - se aclara la garganta – Te has roto el pantalón.

Hay un agujero en cada una de mis rodillas. Si, al final ha sido una caída dura.

– Tengo que volver a casa antes de que sea peor – señalo el ambiente.

– Sino me equivoco, eres humana ¿verdad? - se acerca un poco más.

– Si, claro que si.

– Entonces... debes venir con Aylen – inclina la cabeza a un lado observándome.

– Eh...si, mas o menos. Cuando estoy aquí me quedo en su casa. ¿De qué la conoces? - frunzo el ceño.

– ¿No sabes quien soy?

– Pues... - lo observo detenidamente – Me temo que no.

– No mientas rubita – se ríe – Dime que sabes.

Su mirada es tan penetrante que podría ponerme nerviosa, pero estoy acostumbrada a esto.

– De ti nada – lo miro a los ojos – de la ciudad, casi todo.

Parece que se relaja un poco y me ofrece su mano.

– Entonces tendremos que presentarnos – sonríe – soy Dustin.

– Sophia – sonrío también.

– No puedo dejar que vayas así a casa – me señala.

– Oh, no pasa nada – niego.

– Te puedo curar y luego llevarte. Creo que tu bicicleta no está en buen estado – se ríe un poco.

– Da gusto conocer a gente tan amable – sonrío agradecida.

– Ven, sígueme.

Vuelve a ofrecer su mano y la cojo. Nos adentramos a su casa y me lleva a su habitación.

– Esperame aquí, voy a por el botiquín.

Asiento con una sonrisa y espero a que venga. Mientras tanto, localizo el escritorio y los cajones que me dijo Aylen. Miro por encima y no veo ninguna llave. La única solución que hemos encontrado es que la lleve encima. Por eso estoy aquí. Nada es casualidad.

Le sonrío de nuevo cuando entra y apoyo mi cintura en el escritorio. Le muestro mis manos y empieza a pasar un algodón con alcohol por encima.

– ¿Vives solo? - rompo el silencio.

– Si. Era la casa de mi padre pero ahora es mía. Kenneth vive fuera.

– ¿Kenneth? - frunzo el ceño.

– Mi hermano.

– Ah... - balbuceo – No lo sabía.

– ¿Nunca te ha dicho que tiene un hermano?

KHAIDAL [+18] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora