El Niño Y La Princesa

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Espero que les guste~

Nota: Estuve algo desaparecida pero me puse al día con mis juegos xD

Nota-2: Tengo planes de hacer un cap de interacción entre MK y DBK pero aun no tengo muchas ideas. Es un plan hasta que algo se me ocurra ^_^

-Me perdí...- MK mira a su alrededor, haciendo un puchero, algo molesto por haberse perdido en los pasillos del gran castillo que su amigo de cabello rojo llama hogar. Es horriblemente enorme y todo parece igual para él, así que se le hace más fácil perderse. -¿Eh?- escucha un tarareo y decide seguirlo, quizás era alguien que podría ayudarlo a encontrar su camino. Se asomaba por el marco de la puerta abierta, viendo con curiosidad hacia dentro de la habitación, notando que parece ser un armario repleto de ropa de todos los colores y con un bonito tocador color blanco, la mujer de largo cabello negro y grandes cuerpo sentada allí, mirándose al espejo al parecer. No puede evitar mirarla, no se había acercado a ella cuando la conoció, intimidado por su fría mirada y rostro serio, notando de alguna manera el aura de enojo y tristeza que siempre la rodeaban, junto a esa tensión en sus hombros, pero ahora se ve diferente, más relajada, como si lo que sea que la hubiera estado molestando se hubiera desvanecido y sólo quedará tranquilidad, sus ojos luciendo más cálidos y su suave sonrisa más sincera. Era extraño y quizás esas pequeñas diferencias es lo que lo motivo a moverse, dudando un poco antes de golpear su puño contra la puerta, logrando llamar su atención. Su papá siempre decía que debía tocar antes de entrar.

-Hola, joven Monkie Kid- tarareo ella al verlo, mostrando una pequeña sonrisa, aunque parece haber estado poniéndose una crema color verde claro en el rostro. -¿Qué te trae por aquí?- le hizo un gesto para que se acercara y él decidió obedecer

-Me perdí- se paro a su lado, notando el pote que ella está sosteniendo con una de sus manos. -¿Qué está haciendo, princesa?- preguntó con curiosidad, olfateando, puede oler el suave y rico aroma de la crema, aunque no puede describirlo exactamente.

-Una mascarilla, es buena para la piel- respondió, terminando de esparcir aquella crema por su rostro, cubriendo todo menos la zona alrededor de su boca y sus ojos. -¿Quieres probar?-

-¿Puedo?- parpadeo, dispuesto a intentarlo.

-Por supuesto- Iron Fan asintió, levantándose y volviendo al poco tiempo con una silla, colocándola al lado suyo y volviendo a sentarse, alzando al menor para dejarlo sobre la silla. MK cruzó sus piernas y levantó la cara, riendo ligeramente cuando ella empezó a colocar aquella crema por su rostro. -¿Cómo se siente?- preguntó apenas terminó, dejando el pote a un lado y limpiando su mano en una toalla.

-Se siente fresco...y huele bien...- sonrió, ella devolviendo el gesto. -¿Para qué es?-

-Es para cuidar la piel, lo hago a veces. Solo hay que esperar un rato antes de retirarlo- abrió el cajón de su tocador, mostrando pequeños frascos de todos los colores, ella sacando uno de un profundo y algo oscuro color rojizo. -Son para pintar las uñas- comentó, divertida ante la mirada fija y curiosa del chico, de seguro cautivado por los colores. -¿Quieres que pinte las tuyas?- ofreció.

-¿Yo...puedo tener las uñas pintadas?- parece asombrado ante aquella posibilidad, algo que a ella le divierte un poco. No le había prestado mucha atención antes pero ahora puede ver la razón del cariño que la mayoría siente por el pequeño, es adorable e inocente.

-Nadie va a detenerte y me estoy ofreciendo- sonrió, haciendo un gesto hacia el cajón. -Elije tu color, joven Monkie Kid- rio ante la mirada brillante del niño.

Más tarde, cuando Macaque decide que es hora de irse a casa, no puede evitar enarcar una ceja ver a su hijo en brazos de la mujer, notando la sonrisa de ambos y las uñas pintadas, las de ella de rojo y las del él de morado.

-¿Se divirtieron?- bufo, sabía que era cuestión de tiempo antes de que ella se ablandara ante la ternura de su hijo.

-¡Mucho!- rio el niño, tocando una de sus mejillas con su mano y con la otra tocando la mejilla ajena, ella riendo ligeramente ante él gesto. -Jugamos al Spa...- extendió su mano para mostrarle al mono sus uñas perfectamente pintadas, luciendo contento. -...y la princesa me pinto las uñas de tu color, papá-

-Eso es bueno, pequeña sombra- maldición, su hijo es adorable.

... ... ... ...

Las pesadillas no son constantes pero nunca desaparecen por completo, así que cuando MK tiene una pesadilla después de la siesta en el gran castillo, lo primero que quiere es a su papá o a su baba pero lleva un tiempo yendo por los pasillos, sin encontrar a nadie y eso solo hace que se sienta más angustiado, rindiéndose, cayendo de sentón en medio del largo pasillo y llorando con todo su corazón, su llanto resonando ligeramente.

-¿Joven Monkie Kid?- alzó la vista, logrando ver a Iron Fan en medio de su visión borrosa por las lágrimas que no puede detener.

-P-Princesa...- sollozo, en parte aliviado de ver a alguien al fin y en parte queriendo consuelo, estirando sus brazos hacia ella.

-Awwww, ven aquí- ella se apresura a acortar la distancia, alzando al angustiado niño para abrazarlo, dejándolo llorar en su hombro y palmeando suavemente su espalda, tarareando aquella canción de cuna que ayudaba a su hijo a calmarse todo el tiempo. MK se aferra con fuerza, sollozando de alivio y tristeza, contento de poder tener un abrazo, incluso si no era su papá o su baba. Ella el suave y cariñosa, con un suave olor a flores, su suave tarareo ayudándolo a relajarse lentamente. Hay algo familiar en todo aquello, casi como si ya hubiera sucedido antes pero con otra persona pero decide ignorar aquella sensación a favor de enterrar su rostro en el hombro ajeno, tomando todo el consuelo posible.

Papa MacaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora