La Llave #2

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Espero que les guste~

Están en silencio, sentados en el sillón de la sala y con el niño en su propia cama, acurrucado entre sus sábanas con ropa cómoda y abrazando a Momo, profundamente dormido, con Azul acurrucada a su lado. Ninguno de los dos tiene idea de cómo iniciar lo que va a ser una incomoda conversación pero saben que deben tenerla ahora mismo.

-¿Ella te revivió?- es una pregunta que ha estado rondando en la mente de Wukong desde hace un tiempo. Había tenido mucho curiosidad al ver a su contraparte, sorprendido de verlo vivo y sin poder preguntar cómo había sucedido. En su momento, pensó que todo había sido un engaño, que su contraparte había logrado fingir su muerte de alguna manera, la culpa de ese momento se había transformado en ira ante esa posibilidad.

-Si, ella lo hizo- asintió Macaque con un suspiro lleno de cansancio. -Creo que pudo ser antes de que la encerraras, no lo sé, mis recuerdos de ese momento están...borrosos- había muerto a manos de quien había considerado alguna vez su mejor amigo y despertó quien sabe cuanto tiempo después, rodeado de frío, con la voz de una mujer hablándole de lejos. Su mente estuvo algo nublada por un rato antes de poder reaccionar adecuadamente y sólo querer irse.

-Rayos...- el dios se frotó la cara. La culpa que había cargado por haber asesinado a quien una vez fue su amigo sólo había aumentado de repente. Si lo había matado, sólo para que una loca lo reviviera después. -¿Por qué?-

-Creo que quería tener otro seguidor, alguien que sea más fuerte que su actual seguidor- eso era solo una suposición. -Es difícil encontrar una respuesta a cualquier acción de ella- hizo una mueca, nunca había entendido las acciones ajenas, ni si quiera ahora podía entenderlo.

-¿Y la llave?- preguntó después de unos segundos, recordando haber visto la llave entre las manos de MK en el reflejo de aquel espejo.

-Él me la dio...- recordó a aquel hombre extenderle aquella llave, sonriendo como siempre y con sus ojos fríos mirándolo. -...dijo que debía tenerla para poder liberarla cuando fuera el momento de cumplir su destino- hizo una mueca ante eso.

-No te la quedaste- eso había quedado claro, en especial con las palabras que aquel hombre había dicho.

-Ni loco- negó rápidamente. -Solté esa cosa apenas pude y no mire atrás-

-¿Y en donde crees...que este esa llave ahora?- se animo a preguntar, sin querer demostrar abiertamente que estaba preocupado. LBD fue uno de los peores demonios a los que se había enfrentado y con esa odiosa llave capaz de abrir cualquier cerradura por ahí, el peligro de que fuera liberada era cada vez más alto.

-Eso...es lo que me preocupa...- agarro algo que estaba a su lado y se lo extendió al dios, quien enarco una cena pero tomó el papel que le entregaban. -Lo encontré en el bolsillo de la campera de MK- había un dibujo, como si fuera el contorno de una persona pero en donde estaba su cabeza, había una llave dibujada dentro. Las palabras que estaban escritas con letra elegante y pulcra en la parte de arriba helaron su sangre.

-"En un lugar seguro estará, hasta que el destino se cumpla"- leyó, el dibujo teniendo un nuevo significado de repente. -Eso significa que...-

-...él escondió la llave dentro de la mente de MK- ambos hicieron una mueca ante eso.

-Cuando crea que es el momento, vendrá por él- eso era un hecho, uno que ambos tenían ahora.

-Que lo intente, le arrancare los ojos- gruñó el mono de las sombras. Se sentía horrible, había dejado atrás esa maldita llave para no tener nada que ver con esa odiosa demonio pero ahora, él había vuelto y había escondido esa misma llave en la mente de su hijo.

-Te ayudaré- asintió el dios sin dudar. -Lo protegeremos- no había duda de que ambos iba a hacerlo, a toda costa. -Oye Macaque...- llamó de repente, recibiendo un ligero tarareo como señal de que era escuchado. -...lo siento...por haberte matado...y por todo lo que sucedió entre nosotros- se trago todo su orgullo para decirlo, sintiendo que se lo debía.

-No voy a negar que en su momento estaba molesto...- suspiro. -...pero...tuve una segunda oportunidad, incluso si no fue en las mejores circunstancias...- miro al dios con una pequeña sonrisa. -Ya no hay rencores, tengo una buena vida en estos momentos, aunque gracias por la disculpa- se lo pensó por unos segundos. -Yo...lo siento...por haber hecho tu vida más difícil...y haber atacado a tus amigos- si el dios podía tragarse su orgullo para ofrecer disculpas, él también podía hacerlo.

-Gracias por las disculpas- imitó las palabras ajenas. -Somos un desastre- bufo, riendo ligeramente.

-La verdad es que si...- el mono de las sombras asintió con diversión, riendo sin poder evitarlo. -...pero somos un desastre bastante particular- agregó en tono burlon, solo haciendo que la risa el otro riera un poco más fuerte.

-Y que lo digas- sonrió. -Aunque...es bueno tenerte de vuelta- porque aunque se había estado viendo durante semanas y no se habían atacado mutuamente a causa de MK, era la primera vez en mucho tiempo que ambos sentían que la distancia entre ellos se acortaba un poco.

-Si...es bueno tenerte de vuelta también- aún había muchas cosas entre ambos que no se iban a solucionar tan fácilmente pero una disculpa era un gran comienzo. Además, tenían mucho tiempo por delante.

-Hey...- tomo la mano ajena, mirándolo con seriedad, volviendo al tema anterior. -...lo vamos a proteger- aseguró.

-Lo haremos- asintió sin dudar, dando un apretón a la mano ajena. Tenían tiempo, debían prepararse para lo que sea a lo que se podrían enfrentar, además de que seguro tendría mucha ayuda. Después de todo, MK coleccionaba amigos, quienes estaba dispuesto a cuidarlo y protegerlo.

Papa MacaqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora