Casate conmigo

Capítulo 37

Una lágrima cruel

El abogado trataba de convencer a Paolo Carusso de renunciar a la grabación que le pidió hacer de su reunión con su esposa Eva.

El abogado había sentido mucha pena por la esposa del señor Carusso, el dolor reflejado en el llanto de la señora Eva era capaz de conmover hasta el corazón más duro.

Señor Carusso, le recomiendo que si desea rehacer su vida con su dulce mujer Hanny Ferrer, deje esta grabación  conmigo...

Usted no entiende licenciado, ¡esa grabación es lo único que me va a quedar de ella!

Sí la ama tanto señor Carusso; ¿Porqué no vuelve con ella?

¡Porqué no puedo!

Yo fui un imbécil que se marchó de la casa enojado con toda la familia...

Primero pensé en quedarme solo, luego vi la casa de Hanny y recordé que a esa mujer yo le despertaba emociones...

Me llené de ideas y de rabia por el trato de mi esposa Eva y como si fuera enviada en el momento menos indicado...

¡Hanny apareció en la playa! Me buscaba a mí...

Vi en sus ojos una esperanza entre los dos y como hombre quise probar que era capaz de provocar amor en una mujer...

¡Estaba tan enojado!

Conmigo y con lo que había hecho, con  Eva h sus rechazos y por la actitud que tomaron hacía mí, mi familia...

Y la tomé por mujer...

Hanny Ferrer es una mujer noble y creyente...

Y lo está dejando todo por mí...

Además, ella es la tía de la esposa de mi hijo Harry, ¡Es como de la familia!

¡Traicione a mi esposa con una mujer que ella consideraba muy cercana! ¡Como una hermana!

Hanny, no es cualquier mujer...

Por eso sé que mi esposa Eva no me perdonaría esto...

Aunque ha habido momentos dónde me he arrepentido a muerte de lo que hice...

¡Estoy con el agua hasta el cuello!

¿Que cree que podía hacer?

No puedo dejar a Hanny con todas las ilusiones y los planes que ha hecho conmigo...

No puedo volver con la mujer que amo, porque ya le hice mucho daño...

¡Esto no se perdona!

No solo perdí a mi Eva; sino que perdí a mi hijo también...

Cuando se entere de esto, no me lo va a perdonar...

Harry aprecia mucho a la tía de su esposa Sophia...

Ella los ayudó mucho cuando eran novios...

¿Cómo cree usted que verán mi relación con Hanny?

¡Va a odiarme!

No puedo volver...

Aunque mi amore me hubiera pedido que volviera, ya no podría...

¡Lo comprendo!.

Pero igual insisto, ¡no se lleve la grabación!

Si quiere la pongo y usted la escucha aquí y luego la destruyo...

Por su bien, es lo mejor...

Aceptando lo que el abogado le dijo, Paolo se sentó para escuchar la grabación.