Capítulo 20

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Un nuevo hogar

Eran dos soñadores  que a la luz de la luna se besaban, eran dos corazones  que siempre habían querido estar juntos y lo habían postergado, ahora sus temores se habían ido y solo quedaba su amor y su compromiso de pasar el resto de sus vidas juntos.

Harry y Sophi acumulaban todos los días  tantos momentos románticos como les fueran posibles en su corazón y en su memoria, se tomaron  muchas fotografías juntos, salían a caminar solos por la playa y cocinaban pizza juntos, mientras oían la musica que Harry había traído para regalarle a su novia. Se besaban mientras cocinaban y bailaban escuchando la música  y se decían muy a munedo: ¡Te amo!

Todo el tiempo que les era posible lo aprovechaban  los dos para fortalecer su relación de noviazgo.

Y dentro de los regalos que se habían dado Sophi y Harry estaban todas las segundas cartas que se habían prometido escribir durante todo ese año que ella estuviera en Suiza. En ellas se hablaban de todos los sueños que habían tenido él uno con el otro, todos sus anhelos juntos. Pero acordaron no abrir ninguna carta  hasta una día después de volver Harry a su casa y ella con Mayla a Suiza.

Mientras ellos dos abrigaban su amor con muchos recuerdos, Mayla y Frank habían hablado muy seriamente de sus sentimientos y de cómo llevar su relación despues de que ella volviera a Suiza.

Frank, no era de los chicos  que esperan y mucho menos de relaciones a larga distancia. Él no era tan románticamente apasionado como Harry Carusso, como para que le bastase chatear o enviarse correos todas  las noches.
Él era más bien de armas tomar... O sí o no. O aquí y ahora o mejor quedemos solo como amigos.

Mayla no era otra chica más en la vida de Frank. Era la mujer de la que él se había enamorado profundamente.
Y siendo que en pocos meses Mayla cumpliría su mayoría de edad ya que era mayor que Sophia, ella le planteó una posibilidad a Frank de la que ambos ya habían hablando antes mientras chateaban por las noches.

Frank no dudó en aceptar la propuesta de Mayla  y le prometió a ella  poner en orden todo para llevarla a cabo.

Las dos semanas pasaron muy rápido  y era hora decir adiós, o ¡hasta muy pronto! Para las chicas y para sus enamorados novios.

Frank llevaba en su pecho tomada una decisión muy firme  y Harry llevaba consigo dos nuevos pactos de reencontrarse en la siguiente navidad, en la casa de los padres de Harry para poner fecha para su boda.
Estaban  escritos en dos nuevas notas que se amarrarian en otra ramita de su niño, el hermoso abeto. Que era el guardián de su amor  ahora no tan secreto.

Dos corazones o diríamos ¡cuatro corazones! latian al unísono bajo una misma tonada... La del amor.

Al llegar a su casa los padres de Harry esperaban ansiosos que su hijo les contara si Sophia había aceptado su invitación de realizar en su casa la próxima navidad, su fiesta de compromiso.

¿Dime figlio, que dijo tu novia?  Le preguntó su ansiosa madre. ¿Ella aceptó?

¡Sí máma, Sophi aceptó! Y les agradece mucho  que lo propusieran, dice que no podría imaginar un mejor lugar para celebrar nuestro compromiso, que en esta casa...

Esa noticia hizo  muy feliz a Eva. Ella siempre deseo tener una hija, pero no pudo tenerla debido a una enfermedad que le impidió embarazarse de nuevo, ella solo pudo tener un hijo, su amado figlio que era su adoración  y para su felicidad dentro de muy poco tiempo tendría una hija, cuando Sophia se convitiera en la siñora de su figlio Harry.

Eva se sentía muy contenta con la idea del matrimonio de su figlio y estaba deseosa de que eso pasara muy pronto.

Mientras Harry y su familia celebraban su regreso, los padres de Sophi se llevaban una gran sorpresa.

Su hijo Frank se iba a vivir a Suiza.

Trabajaría allá, en la empresa del esposo de la hermana mayor de Mayla.

Terminaría sus estudios allá y se casaría con ella.

Frank se había ido a la playa sin contarles a sus padres de su amistad o de su interés en Mayla, la amiga de su hija Sophia. 
Y ahora volvía de la playa con una doble noticia, tenía una novia Suiza, se llamaba Mayla  y que ahora era, la prometida de su hijo Frank.

Y por si fuera poco, les informaba que se mudaria a Suiza para trabajar en la empresa del esposo de la hermana mayor de Mayla. Y en un par de meses, se casaría con ella.

Mirando a su hijo Frank, se decían entre sí, ¡que no podían haber recibido una noticia mayor que esa!

Estaban asombrados y preocupados a la vez por la decisión de su hijo, pero conociendo a Frank no podrían hacer nada para evitarlo ni para que cambiara de idea.

Les dolía imaginar a su hijo tan lejos, pero esperaban que fuera muy feliz allá en compañía de la chica de la que se había enamorado.  Sophia ya  les había hablado mucho de su amiga Mayla y de su familia también y les había dado muy buenas referencias de ellos y el trato que le daban a su hija Sophia  los hizo pensar que a su hijo Frank le iría muy bien entre  los suizos.

Al padre de Frank le dolía que su hijo no siguiera sus pasos en la empresa donde trabajaba, siempre creyó que Frank lo haría y ahora lo veía volar lejos de su hogar y las ambiciones que como padre tenía para su hijo se caían al suelo.

Mientras Frank les contaba  todo a sus padres sobre sus planes y sus proyectos de vida, Mayla le daba la noticia a sus padres sobre su compromiso con Frank.

Su padre aceptó al chico que había elegido su hija menor, un segundo hijo les vendría bien en la familia ya que él solo tuvo mujeres; su padre  soñaba con tener  varones que lo ayudarán en sus negocios, aliados y amigos a los cuales heredar sus años de esfuerzo y duro trabajo.

Frank era muy bien visto en la familia de Mayla y el esposo de su hermana sentía mucha simpatía por el muchacho. Todo cuadraba de maravilla para Frank en la familia de Mayla.

Desde que Mayla le confesó a su hermana mayor sus sentimientos por el hermano de su amiga Sophia, esta le planteó que Frank se viniera a vivir a Suiza y trabajara con su marido, ellos le ayudarían para que se inscribiera en una universidad y terminará sus estudios mientras trabajaba con su marido.

El plan le gustó mucho a Frank que desde que conoció a Mayla y le atrajo se dedicó en secreto a estudiar el idioma  alemán y aprendiendolo de forma fluida estaba listo para vivir entre ellos.

Nada le impedía al muchacho lo que soñaba y estaba tan enamorado de Mayla que eso agradaba mucho más  a toda la familia de la muchacha.

Mientras Frank preparaba todo para su viaje y se despedía de sus amigos, sus padres luchaban por no sentir pena por su ausencia. Se decían que al menos su hija Sophia aún se quedaría con ellos por muchos años más y podrían esperar que ella siguiera los pasos de su padre en la empresa donde trabajaba.

Mientras Frank soñaba con su vida en suiza al lado de Mayla, Harry soñaba con su familia en un futuro al lado de su amada Sophi. 
Ya no tenía que ocultar sus sentimientos por la hermana de si amigo Frank ante su familia.
Ahora podía hablar con Sophi por chat, sin temer ser descubierto.
A sua máma no le importaba que su figlio pasará tiempo frente al computador, cada vez que su figlio Harry bajaba a cenar le preguntaba como estaba su novia Sophia y muy contenta soñaba con él y con la gran familia que tendrían cuando su novia Sophia fuera la siñora de su figlio.

Casate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora