Capítulo 19

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Abrazame

Harry estaba muy contento, tarareaba la canción favorita de Sophi mientras  preparaba todo para su viaje y entre todas las cosas que llevaba en su maleta, llevaba un regalo que había comprado  para su novia Sophi.
Su maleta estaba llena, pero su corazón lo estaba más, porque  había preparado su corazón con miles de besos que quería darle a su Sophi al verla llegar.

Habían pasado tantos meses de no verse  que su corazón desesperaba por sentirla otra vez. Y soñaba dormido y despierto con ver a Sophi sonreír.

Para Frank que se hallaba muy enamorado de la amiga de su hermana, la linda Mayla,  ver actuar a Harry de esa manera ya no le era extraño ni molesto o causa de burla, porque  él mismo se sentía igual a su amigo Harry.
Los nervios y las ganas de ver a Mayla casi no lo dejaban dormir.

Ambos habían comprado juntos los  regalos  que les llevarían a sus novias, y las ganas de verlas y de saber si sus regalos les gustarían, los llenaba de más ansias de estar ya  con sus novias.

Se marcharon a la casa de playa de la tía Hanny, llenos de bendiciones y de advertencias de sus padres.

Con su regalo para Sophi en su mano y el que le habían hecho sus padres para los dos, Harry esperaba ansioso el momento de reencontrarse con su novia Sophi, su corazón latía muy fuerte y las ansias no lo habían dejado comer esa mañana, lo único que deseaba era ver a Sophi y poder escuchar salir de su boca su nombre unido a un te amo.

Su amigo Frank no había dejado muy contentos a sus padres por haberse marchado cerca de navidad con su amigo a la playa y estaban un poco molestos con Hanny por prestarles su casa a su hijo y a su amigo Harry para pasar las festividades allí.

No podían comprender tampoco como los Carusso habían dejado ir a Harry con su hijo si su reunión familiar cada navidad era tan importante para ellos.

Dos chicos solos en la playa y para las fiestas de navidad, no les parecía para nada una buena idea a los padres de Frank. Pero muy a su pesar de eso su hijo alcanzó que sus padres lo  aceptarán y le permitieran pasar las navidades y el año nuevo en compañía de su amigo Harry.

Ya instalados en la casa fueron a comprar todo lo de la despensa y prepararon la cena para esperar a sus chicas. Mayla y Sophi dormirian en el piso de arriba y ellos en la habitación de huéspedes del primer piso.

Así ellas tendrían su privacidad y ellos la suya... Su tía les había puesto varias  reglas a los chicos y ellos las acatarian al pie de la letra, esa fue la promesa que le hizo Frank a su tía Hanny.

Todo estaba l listo. Y las ansias al tope de sus emociones, esperando escuchar la llegada de un taxi que trajera a Mayla y a Sophi a la casa.

Los minutos se hacían años eternos para los muchachos, desde que habían hablado con ellas al llegar al aeropuerto habían pasado dos horas y después de llamarlas porque estaban preocupados por su tardanza, ellas les habían dicho que estaban cerca de la casa de la playa, que el tráfico en la carretera  era terrible. 

Eran vísperas de navidad y el tráfico era de locos por las calles, muchos aún estaban de compras navideñas de último minuto y los vehículos eran demasiados en las carreteras.

Y eso los ponía a Frank y a Harry mucho  más tensos y nerviosos. Querían que ellas llegarán de una vez y  estuvieran allí con ellos.

De pronto un auto se escuchó  detenerse, y unas risas  pusieron a soñar a los muchachos.

La puerta se abrió de golpe y Frank le ganó a Harry en salir primero  por la puerta y recibir a las chicas.

Harry miró a su Sophi más bella que nunca y como un niño que había deseado y esperado algo ¡tanto! que al verlo no sabe si tomarlo o esperar; la miraba solamente sin decir una palabra.

¡Abrazame Harry Carusso! ¡Que me muero de ganas!

La petición que le hacía Sophi lo hizo sonreír y pasando al lado de Frank y de Mayla que se saludaban tímidamente, pasó a su lado sin decirle una palabra o saludar a Mayla, tomó a Sophi en sus brazos y levantándola centímetros del suelo la abrazó y la besó como lo había deseado muchas veces.

Una atmósfera así, Frank no la paso por alto. Y acercandose a Mayla la besó sin que ella lo esperara.

En la entrada de la casa, con las maletas en las gradas y con la puerta de par en par, dos chicos enamorados besaban a sus novias sin pensar en nada más que en lo que estaban viviendo.

Después como buenos caballeros, llevaron las maletas de sus novias a sus habitaciones y las invitaron a cenar.

La cena que los chicos habían preparado para ellas... ¿A qué no adivinan que era?

¡Pasta italiana! Por supuesto, y preparada por las manos expertas de Harry y con la colaboración de su amigo Frank...

Fue la mejor que hubieran probado. Harry era un excelente chef... Enseñado desde muy pequeño por los mejores; Sus nonni...

Rieron y hablaron por horas y con muchos besos se despidieron de Mayla y de Sophi que estaban muy cansadas por el viaje y se fueron a descansar muy tarde esa noche.

Como era de esperarse, al día siguiente los chicos aun dormían por la mañana y Mayla y Sophi despertando más temprano prepararon el desayuno para los cuatro.

El olor a café mañanero y un pan fresco en el horno despertó a los hambrientos muchachos que bien bañados y afeitados aparecían flamantes ante sus novias.

El día en la playa pasó entre risas y caminatas tomados de la mano. Ese día era  navidad y hora de darle a Sophi sus regalos..

Pero tal como le había dicho Sophi, ella  le tenía preparada una velada romántica solo para los dos. Así que la casa se dividió en dos, un lado para Mayla y Frank y otro para ella y Harry.

Las chicas prepararon la cena y los chicos el lugar del encuentro.

Todo quedó listo a la hora pactada. Era hora de verse hermosas para sus novios y de pasarla de ensueño como parejas.

Al llegar Sophia a donde estaba Harry esperándola con una gran sonrisa, al ver lo hermosa que se veía, Harry  halago su belleza y la tomó de la mano para llevarla a la mesa como lo hacía cada vez que llegaba al restaurante de su familia, tomada de su mano le dijo: El primer regalo que quiero darte es éste;  de nuestro niño...

Al oír a Harry decirle, nuestro niño,  una sonrisa apareció en los labios de Sophia, pudo ver las dos notas escritas con las promesas de amor de verse en navidad, amarradas a la ramita que unida a dos hermosas velas adornaban la mesa.

Y ésta mi amor es la invitación de mis padres a que la próxima navidad estés en nuestra casa para fijar nuestra fecha de la boda...

Abriendo la cajita Harry le mostró a su novia los dos anillos que simularian su compromiso matrimonial.

¡Te amo Sophia Edwards y quiero pasar el resto de mi vida contigo! Le dijo Harry, poniendo el anillo en el dedo de la mano de Sophia que sostenía con tanto amor.

¡Te amo Harry Carusso! Y quiero pertenecerte por el resto de mi vida ¡solo a ti! Le respondía  Sophia poniendo el anillo en el dedo de Harry

Con un profundo  y dulce beso y la luna   como testigo los  dos enamorados sellaban su compromiso de unirse en matrimonio, en un futuro no muy lejano...

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