Capítulo 8

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La  carta secreta

Era el último día juntos  y la última noche que pasarían en casa de su tía Hanny, Sophi se iba muy temprano en la mañana y aunque Harry quería  acompañarla al aeropuerto no podía ni debía hacerlo por que a ninguno de la familia de Sophi le parecería lógico que él estuviera allí, en especial que tenían meses de supuestamente no hablarse.

Así que esa noche donde la tristeza tenía la nota más alta en su canción de amor, solo se dedicaron a sentir y a hablar de las cosas que habían hecho juntos ese día.

Se hallaban abrazados recostados en un gran sofá de mimbre en la terraza iluminada por faroles y que olía a chocolate caliente y malvadiscos que se derretian sobre el humeante chocolate.

Esa tarde habían hecho varias cosas para recordar que se amaban y que querían estár juntos por siempre.

Los dos habían escrito  notas, como una pequeña carta que escondía una promesa  y las habían amarrado a una rama de un pequeño árbol de abeto. Cada nota decía: ¡Quiero verte en navidad! Te estaré esperando mi amor.

La de Harry llevaba escrito el nombre de Sophi  y la de Sophia llevaba escrito en un corazón el nombre de Harry.

Era un pacto entre de amor  los dos.

Una fecha en el calendario se marcaba con tinta roja  y un secreto de amor que era sellado con un ¡te amo! Y los  muchos besos que se daban se anidarian en sus corazones como recuerdos de esa maravillosa pero muy  triste noche.

Esa noche Sophi  debía volver a su casa y Harry a la suya por qué ya no podría verse más con su novia Sophi en casa de la tía Hanny.  Con sus corazones llenos de melancolía se despidieron en la puerta de la casa con muchos te amo y besos que no querían dejar de sentir.

Amarse y disfrutarse como una pareja de novios enamorados los había hecho muy felices a ambos, pero Harry sabía que él era el causante de su despedida con Sophi.

Si los seis meses de relación con Elsa lo desesperaban al no poder estar con Sophi como por años lo había hecho, siendo solo su amigo  y la extrañaba mucho cada vez que  pensaba en ella.

Y cada vez que la veía pasar le dolía el corazón al no poder acercarse a Sophi, ahora su corazón sufría mucho más, porque le había tenido en sus brazos, la había besado y le había dicho que la amaba al igual que Sophi a él, y su despedida fue un: ¡hasta pronto!

Haciendo que su corazón se quedara quieto por unos segundos en su pecho llorando su despedida. Imaginando que no la vería por mucho tiempo.

Aunque se escribirían todos los días y esa había sido su promesa, no sería lo mismo ahora que por fin sabía que Sophi sentía los mismos sentimientos que él sentía hacía ella. Un amor muy  profundo.

Harry volvió a su casa y tal como se lo había pedido a su padre en la bodega del restaurante, allí mismo lloro en los brazos de Paolo su padre.

Mientras tanto Hanny consolaba a su sobrina quién  lloraba de la pena y del arrepentimiento por haberse dejado llevar por sus impulsos y alejarse de Harry por tanto tiempo.

Al llegar sus padres por Sophia, ninguno sospechó que en esa casa hubo amor y lágrimas que pactaban la espera de un ansiado regreso.

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