Alessandro Bridge.
Beatrice poco a poco se va relajando entre mis brazos, hasta quedarse completamente quieta. Richetti hace la jeringa a un lado, y la ayuda a levantarse, para luego sacarla de la habitación.
A penas ellos salen, un agente entra— La señora Vanessa Benedetti está aquí.
—Que no entre.— dice Juliette girándose para verme— Por lo menos hasta que saquemos a Beatrice de aquí.
—Explícale que no puede ver el cuerpo, hasta que haya sido entregado a su familia,— me refiero al agente— y mantenla al margen, que no se vaya a encontrar, ni por error, con la capitán, ¿entendido?
El agente asiente, y yo salgo hasta la sala principal, dónde me encuentro con Diego.
—¿Cómo está?— me pregunta haciendo referencia a Beatrice.
Sacudo la cabeza— Cómo alguien que acaba de perder al único familiar que le quedaba.
Él aplana los labios, y yo suelto todo el aire en mis pulmones.
—Por cierto,— me habla— hay algo que no te he contado aún.— Dice acercándose más a mí, mientras mira a los lados para asegurarse de que nadie lo escuche— ¿Recuerdas la ruta minera?— asiento. Fue dónde Orlando dijo que pasaban la heroína por los carriles entre las galerías, hasta un puerto— Pues ahí secuestraron a Bianca.
—¿Qué?
—La tenían en una de las galerías, y aunque no vimos a nadie, la mina era ocupada por ellos, es evidente que los Dark Wolves están detrás de esto.
Mauro y Caroline fueron asesinados hace menos de seis meses y ahora, su hija menor también es asesinada. Evidentemente, la saña contra esa familia es personal, pero, ¿qué relación puede haber entre los Benedetti y los Dark Wolves? ¿qué podría querer conseguir Darren con matar a Bianca? ¿esto significa que fue Emilio quién ordenó la muerte de Mauro y Caroline? ¿por qué?
Mierda. Tengo que hacer mi mayor esfuerzo para dejar de sobre pensar la información que Diego me acaba de dar, y centrarme en lo que tengo que hacer justo ahora. Diego y yo nos ponemos a agilizar todo papeleo para que se les entregue el cuerpo, lo más pronto posible. Juliette se está haciendo cargo del funeral, mientras Richetti se encarga de cuidar a Beatrice.
Antes de las siete, todo está listo, así que paso rápido por mi casa, para tomar una ducha y cambiarme de ropa. Me siento como si tuviera una maldita espina clavada en la nuca, y lo reconozco como culpa. Froto ambas manos contra mi cara con frustración , y termino de abrochar la camisa negra. Bajo las escaleras, y estoy a punto de abrir la puerta, cuando mi mamá me intercepta.
—Alessandro— me llama— Ofrécele mis condolencias a la capitán Benedetti— aunque habla con honestidad, no creo hacerlo, así que solo asiento. Entonces, mi abuelo aparece en la sala, usando un traje negro, llamando la atención de ambos— ¿Vas a ir?
—Por supuesto.— dice con obviedad— Beatrice ha sido un miembro clave en nuestro equipo, lo menos que puedo hacer es mostrar solidaridad.
Ella asiente comprendiendo, sin embargo, a mí sí me sorprende. Aunque es cierto que mi abuelo es bastante diplomático, no acostumbra hacer estas cosas. Me giro sin decir nada, y salgo de la casa. Un hombre nos abre la puerta de la camioneta, y una vez que hemos subido los dos, la camioneta arranca.
—¿Por qué estás haciendo esto?— le pregunto a Leandro.
—Beatrice es de mi agrado— confiesa— Además, conocí a Caroline Benedetti, es una muestra de solidaridad con ella también.
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Rastros de Sangre
ActionLas tragedias pueden ocurrir hasta en las mejores familias, y fue lo que le pasó a los Benedetti. Una noche derrumbó a esa familia perfecta, dejando a Beatrice, una capitán de la marina, deshecha, con una hermana que proteger, y un caso que resolver...