Capitulo 16

6 0 0
                                    

Camino hacia la entrada de la base, a paso rápido, ya que voy tarde, y lo menos que quiero es darle una excusa al almirante para que me regañe. Han pasado casi dos semanas desde que lo escuché discutir con su madre, y no he vuelto a hablar con él. He dejado los informes con Scarlett, y en las reuniones evito quedarme a solas con él. Después de qué se me enfrió la cabeza, caí en cuenta de que, si él hubiera querido, hubiera podido levantarme un reporte por lo que había hecho, y eso, definitivamente, no me hubiera convenido. Entro a la base, y me topo al noble Bridge parado en medio del pasillo, él termina una llamada telefónica, y cuando se gira, me ve. Le doy los buenos días por educación, y voy a pasar de él, cuando me detiene.

—Beatrice, ¿podrías hacerme un favor?

—Claro.

—Llévale esto a Alessandro, es urgente— Me entrega un sobre manila— Dile que lo espero en el salón principal del ala este.

Y sin más, se va. Resoplo, y continúo mi camino hasta la oficina, mientras me replanteo el haberlo saludado. Cuando llegó a su oficina, no veo a Scarlett en su puesto, y vuelvo a maldecir por que voy a tener que entregárselo en persona. Resignada, golpeo mis nudillos contra la puerta de su oficina, y entro después de escuchar su afirmación. Scarlett está con él, y sonríe al verme.

—Déjanos solos— Le dice a Scarlett.

Ella toma unas carpetas que estaban sobre el escritorio, y sale de la oficina. A penas me encuentro a solas con él, me encuentro batallando para no ponerme nerviosa, ante su imponente presencia.

—El noble Bridge le mandó esto— le entrego el sobre— Dijo que era urgente, y lo está esperando en el salón principal del ala este.

—¿Qué es esto?— dice examinando el sobre.

—No lo sé— ¿Me tembló la voz?— Solo me pidió que se lo entregara.

—¿Te dijo para que me está esperando?

—No.

—¿Porqué me lo envió contigo?— me cuestiona.

—Me pregunto lo mismo.

Entonces, él aparta la mirada del sobre, y me mira con una pequeña chispa de diversión— ¿No será esto solo un pretexto para verme?

Suelto una risa sarcástica— Ay, almirante. Creo que usted tiene problemas de autoestima.

Él rueda los ojos con fastidio— Bueno, ya me lo entregaste, retírate.

Hago el saludo debido, y salgo de su oficina. No me detengo a saludar a Scarlett, ni por educación, no tengo humor para escucharla. No quiero encerrarme en mi oficina todavía, así que me detengo en una baranda que da al exterior, a respirar aire fresco. Pero cómo si la vida me odiara, Mónica Bridge aparece en el corredor, con un vaso de café en la mano. Es una mujer con porte, presencia, y altivez, como todos los Bridge que conozco.

Ella detiene su andar justo frente a mí, manteniendo su rostro neutro— Capitán Benedetti.

—Almirante General— le devuelvo el saludo.

—¿Se le paga por perder el tiempo? Debería estar trabajando.

Su actitud me hace levantar una ceja con confusión, sin embargo, trato de no ser irrespetuosa, aunque, en este momento, no me sobra paciencia— Mi trabajo está al día, almirante.

—Tener completas sus tareas no significa que las haga bien.

Suspiro con cansancio— Si tiene algún problema con mi trabajo puede notificárselo a mi jefe. Con permiso— Trato de pasar de ella, pero me bloquea el camino.

Rastros de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora