14 enero - x493 || Pt: 1

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Rukia, 19 años || Ichigo, 19 años.

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La mano de la mujer parecía querer alcanzarla, y Rukia, aunque tenía miedo, no dudó en extender su mano para tomar la de aquella mujer. Ese toque era frío, como el agua que baja de las Montañas Azules en invierno, y al mismo tiempo era suave. La mujer frente a Rukia tenía ojos similares a los de ella y la única diferencia era que había algo ahí, en aquellos ojos, que Rukia no podía identificar.

"Tengo sed." La mujer habló en un susurro que Rukia encontró encantador e hipnótico al mismo tiempo.

"¿Quién eres?" La voz de Rukia sonaba curiosa y confundida, pero ante esas preguntas, esa mujer simplemente sonrió de una manera que Rukia no pudo entender antes de que comenzara a desaparecer.

El sueño terminó abruptamente y Rukia abrió los ojos rápidamente, saliendo de ese lugar oscuro donde la había llevado el sueño. Lo primero que vio fue el techo de su habitación, lo segundo que vio fue luz que entraba por las cortinas y lo tercero que vio fue el anillo que tenía en la mano.

Esa piedra roja brillaba y se sentía cálida.

Rukia se había acostumbrado a sentir los cambios en su anillo, era algo vivo que estaba lleno de una especie de magia que despertaba cuando Ichigo practicaba con el ankh. Rukia podía notar el estado de ánimo de Ichigo al sentir su anillo, pero esta mañana era algo completamente diferente.

El anillo, cuando Ichigo estaba molesto o enojado, se sentía agresivo; cuando Ichigo practicaba el control del ankh, el anillo se sentía agitado, como si estuviera cansado. Cada vez que Ichigo había usado el ankh con ella, ya fuera para curar una herida o para calmarla, el anillo se sentía suave; era como ser acariciado por una pluma.

Cuando Ichigo y Kaien se pelearon en el corredor del área de la reina, el anillo se sintió demasiado hostil e impaciente; como si el anillo anhelara algo prometido para ser entregado. Pero hoy, el anillo se sentía diferente, era ese tipo de calidez que alguien sentía cuando regresaba a su propia casa.

La puerta de su habitación se abrió y Tatsuki entró sosteniendo un arreglo de rosas, detrás de ella venían otras dos chicas sosteniendo varias cosas en bandejas. Rukia apartó la mirada de su anillo solo para encontrarse con la expresión de completa felicidad de Tatsuki.

— ¡Feliz cumpleaños, su alteza! — La voz animada de Tatsuki hizo que Rukia olvidara ese sueño y recordara que hoy era su cumpleaños. — Pensamos que aún estaría dormida e íbamos a poner esto sobre la mesa para que lo vea cuando despierte, pero llegamos tarde.

Ante la decepción reflejada en la voz de Tatsuki, Rukia se levantó de la cama con una sonrisa y se acercó a su doncella, que aún sostenía el arreglo de rosas, y lo tomó de sus manos para colocarlo sobre la mesa.

— Sigue siendo una hermosa intención. — respondió Rukia y abrazó a Tatsuki.

Había un protocolo a seguir, pero ahí nadie las veía y era demasiado temprano como para seguir el protocolo con alguien como Tatsuki, que era más que su sirvienta personal.

— Su Alteza, ¡Feliz cumpleaños! — Dijeron las otras dos chicas que sostenían las bandejas con los regalos. Ellas solo le hicieron una respetuosa reverencia y Rukia la aceptó con gusto.

— Las rosas son enviadas por Su Alteza, el Príncipe Ichigo. — explicó Tatsuki dándole a Rukia un pequeño sobre cuidadosamente doblado y sellado con el sello del Segundo Príncipe. — Los otros regalos son de varias personas, algunas de dentro y otras de fuera del castillo.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora