15 julio - x493 || Pt: 4

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Ichigo es un prodigio del don.

No solo porque su contrato con la Sombra, el tatuaje en su espalda, es el más grande registrado en el reino, ni porque canalizó el don desde que el momento en que fue entregado a la Sombra en esa ceremonia o porque aprendió a controlarlo antes que todos los demás niños de la misma edad que él; sino porque Ichigo entendía a la Sombra de una manera diferente a los demás.

Ser un prodigio no significaba que con solo desearlo podía usar el don a voluntad, significaba que era mucho más fácil para él aprender a convocar y domar a las Sombras.

La prueba estaba en que logró convocar a los perros del infierno a una edad muy temprana, con la ayuda de su tío, pero la invocación la había hecho él porque los perros le habían obedecido a él; aunque después no pudo volver a hacerlo.

Ichigo aún tenía mucho que entrenar y aprender para poder decir que dominaba por completo el don, pero para lo que necesitaba hacer en ese momento todo lo que necesitaba era la magia que revoloteaba entre sus dedos por la furia que sentía.

Definitivamente iba a matar al rey de Gardelia por atreverse a golpear a Rukia, ya fuera que ella se lo pidiera o no.

Ichigo podía tolerar que lo amenazaran o intentaran matarlo porque eso era solo otro "lunes por la mañana" y porque de una forma u otra haría pagar al responsable por ese atrevimiento, pero no pretendía permitir que alguien tuviera la osadía de golpear a su mujer sin sufrir las consecuencias inmediatas por ello.

Koga ni siquiera se interpuso en su camino, la mirada asesina que tenía Ichigo en ese momento fue todo el aviso que necesitaba el príncipe de Jetaiya para decidir no jugar al héroe y evitar la masacre que estaba a punto de ocurrir.

Ichigo caminó a través de las cortinas que separaban el balcón de ese salón de fiestas donde todos seguían disfrutando de la celebración, ajenos a lo que había pasado en ese balcón, y caminó hacia el hombre de blanco que conversaba animadamente con el tío Kisuke como si nada hubiera pasado unos momentos antes.

Ichigo no dijo nada, solo se acercó a ellos con el sigilo de una sombra y golpeó al Rey de Gardelia en la cara haciendo que el hombre se tambaleara y terminara en el suelo completamente aturdido.

Ese acto hizo que algunos de los invitados, los que estaban cerca de ellos, gritaran de sorpresa al notar lo que acababa de suceder.

Ese golpe hizo que Ichigo se sintiera demasiado bien, al punto de sonreír de esa manera extraña que decía cuánto iba a disfrutar matando al rey de esa manera. No era la primera vez que Ichigo sonreía de esa manera, y Yushiru no sería el primer rey que Ichigo mataría.

Sin embargo, Ichigo no llegó a darle un segundo golpe al rey de Gardelia.

Un par de manos lo detuvieron, inmovilizándolo y sujetándole ambas manos detrás de la espalda, y otro par de manos lo obligaron a alejarse del rey, quien tenía la nariz golpeada y muchas heridas en la piel que sangraban profusamente.

El movimiento de los hombres que detuvieron a Ichigo fue rápido y fluido, tal vez un segundo tarde a causa de la sorpresa inicial pero definitivamente fue un movimiento rápido.

Yhwach fue quien sostuvo a Ichigo, y Kisuke fue quien lo empujó para que el impulso lo mantuviera alejado del Rey de Gardelia, cuyas ropas blancas estaban manchadas con su propia sangre y aún no se había logrado poner de pie.

— ¡Suéltame! ¡Voy a matarlo! — gritó Ichigo, tratando de liberarse del agarre de esas manos. — ¡Ese bastardo merece morir!

— ¡Ichigo! ¡Cálmate! — La fuerte voz del rey Yhwach resonó en el salón.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora