27 junio - x493

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El verano se estaba poniendo más caluroso de lo normal a pesar de que todavía estaba comenzando. Kaien estaba molesto, de mal humor y no podía encontrar la paz que su mente pedía. Ichigo solía molestarlo diciéndole que necesitaba estar con una mujer, que debería buscar una para quitarse esa cara de mal humor en las reuniones del Consejo.

Y Kaien no quería admitir que Ichigo tenía razón, pero definitivamente era cierto. Él no se había acostado con ninguna mujer desde que regresó de Visnia y masturbarse no lo estaba ayudando en esa situación.

Kaien se quería acostar con Rukia, en quien no había dejado de pensar desde que escuchó ese gemido en la oficina de Ichigo, o al menos, acostarse con Yuki que era similar a Rukia, solo para pasar un buen rato y quitarse esa idea de la cabeza.

El único problema era que Rukia estaba casada y Yuki lo había estado evitando desde el baile. Si Yuki no se hubiera ido esa noche, él se la habría llevado a la cama sin dudarlo.

Kaien dejó de dar vueltas y vueltas esa noche y se levantó. Era tarde, seguramente todos estarían durmiendo y podría usar los baños para quitarse el calor con agua fría mientras pensaba si sería una buena idea ir con las chicas de La Tejedora y buscar una mujer para calentar su cama o elegir a una de las chicas que trabajaban en el castillo.

Estaba pensando en eso último, en el hecho de que había doncellas muy lindas en el castillo que no se negarían a calentar su cama sin todo el compromiso de las Inamoratas o futuras esposas, cuando llegó al baño y encontró que de hecho, no había sirvientes y el lugar estaba relativamente oscuro.

Comenzó a desabrochar los botones de su camisa para poder entrar a donde estaban la bañera del rey y las tinajas de agua, cuando escuchó un gemido. Kaien reconoció ese gemido, era el mismo que había escuchado cuando fue a la oficina de Ichigo aquella vez, y maldijo a las Deidades porque escuchar a Rukia gemir era lo último que necesitaba esta noche; él necesitaba el baño y podían ellos irse a coger a otro lado que por eso había suficientes habitaciones en ese castillo.

Para nadie era un secreto que el baño del rey había escuchado más gemidos que todas las habitaciones del castillo juntas, él había estado allí muchas veces con Nelliel, y el rey y la reina también pasaban tiempo allí; Kaien tenía un trauma con ese último recuerdo del rey y la reina que prefería no recordar. Incluso cuando Miyako estaba viva, él había pasado ese tipo de momentos allí con ella.

Sin contar todas las amantes del rey.

Kaien no tenía intención de salir de allí, así que se acercó a esa segunda puerta, que era la entrada a las tinajas y a la bañera del rey con la intención de correrlos de allí, pero al mirar por esa puerta se quedó helado.

La escena frente a él no se parecía en nada a lo que él hubiera esperado encontrar.

Rukia estaba sentada en el borde de esa bañera que estaba a ras de suelo, con esa ropa fina que usaban para bañarse pegada al cuerpo por culpa del agua, con las manos apoyadas en el suelo y con los brazos tensos para no terminar acostada en el piso. Ella tenía la cabeza echada hacia atrás, los ojos cerrados y la boca abierta dejando escapar gemidos rítmicos. 

Sus piernas estaban sobre los hombros de Ichigo, quien estaba dentro de la bañera con el agua cubriendo hasta su abdomen y que le sostenía una pierna con una mano mientras su rostro estaba enterrado entre esas piernas blancas complaciéndola con su boca y cuya otra mano usaba para complacerse a sí mismo bajo el agua.

Kaien se dio la vuelta tan rápido como notó esa escena y decidió que era mejor salir de allí. Definitivamente necesitaba una mujer en su cama.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora