18 noviembre - x493

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Ichigo derribó a Rukia por tercera vez esa tarde y como cada vez que la derribaba, le dio un pequeño beso en los labios. Él había comenzado a entrenarla para que no dependiera completamente del don que fluía a través de su piel y pudiera defenderse si alguien intentaba lastimarla, y Rukia aprendía rápido, pero ese día en particular estaba distraída.

Ellos habían hecho su movimiento en ese enorme tablero de juego y solo tenían que sentarse y observar lo que sucedería a continuación. Había tantas posibilidades que lo mejor era estar siempre alerta para adaptarse a la situación.

— ¡Otra vez! — pidió Rukia mientras se levantaba del piso e Ichigo tomaba su posición nuevamente.

La lucha cuerpo a cuerpo era lo que Ioana le estaba enseñando y era lo que él terminaría de enseñarle antes de dejarla tocar cualquier tipo de arma afilada. Rukia tenía una daga que Byakuya le había regalado por su cumpleaños y ella tenía que aprender a usarla o podría lastimarse a sí misma en lugar de a su enemigo.

— Comandante, ha llegado un mensajero. — Uno de los soldados habló cuando Ichigo había inmovilizado a Rukia tan rápido que Rukia todavía estaba procesando cómo había sucedido.

Ichigo soltó a su esposa, que movía las manos para tratar de entender mejor los movimientos que había hecho, y permitió que el mensajero se acercara a ellos para entregarles el mensaje.

El hombre era uno de los soldados que él había dejado en Vermist para cuidar a sus hermanas, por lo que Ichigo supuso que debía ser un mensaje de las gemelas y no pudo evitar la pequeña sonrisa que apareció en su rostro cuando abrió el tubo de metal que protegía la carta.

¡Hermano mayor, adivina qué pasó!

Karin dice que si no te lo digo, nunca lo adivinarás, así que te lo diré.

¡Nuestro tío Kisuke es el nuevo rey de Vayalat!

Hubo una gran pelea en una de las arenas de combate en la Noche de las almas, ¡y fue increíble! No sabíamos que las sombras podían hacer eso y ahora estamos más motivados para aprender a controlar el don en ese nivel. El Karanq dice que Karin y yo estamos mejorando mucho, así que eso lo hace aún mejor.

Volviendo a la pelea, tenían todo listo para esa noche porque desde hacía días habían estado haciendo muchos arreglos y se canceló el entrenamiento. Esa noche, a todos nos dijeron que teníamos que ir a la arena de combate para presenciar algo especial.

La abuela llevaba la Corona del Sol y el abuelo llevaba la Corona de la Sombra, y ambos estaban sentados en los asientos principales de las gradas.

Karin y yo pensamos que habría una pelea de demostración o algo así, pero el tío Kisuke apareció en la arena de pelea sin usar armadura, vestido de negro y con su espada en la mano, y apuntó con la punta de su espada a nuestro abuelo.

Él dijo: Bajo las leyes de la herencia, desafío al Rey de las Sombras por el trono que es legítimamente mío. Dejemos que la Sombra decida si soy digno de ser el nuevo rey.

Todos se sorprendieron al escuchar eso.

El abuelo se levantó, se quitó la corona y pidió su espada antes de bajar al campo de batalla. La pelea fue increíble y no pararon hasta que termino, y por un momento pensé que uno de los dos iba a morir pero no fue asi.

Nuestro tío derrotó al abuelo y fue declarado el nuevo Rey de las Sombras.

El abuelo le hizo una reverencia al tío Kisuke, la abuela se levantó de su asiento y también le hizo una reverencia, y luego todos lo hicieron. Nosotras también lo hicimos porque somos hijas de la sombra.

Después de la pelea, el abuelo y el tío Kisuke se cambiaron de ropa y hubo una gran fiesta pero nadie llevaba corona, ni el abuelo, ni el tío, ni la abuela porque todavía están haciendo las nuevas coronas del Sol y la Sombra. Nos dijeron que la coronación sería cuando todo estuviera organizado.

Esperamos que nuestros padres puedan venir.

Te extrañamos, hermano mayor. Vermist sin ti es aburrido.

Con amor, Karin y Yuzu.

Ichigo sonrió ante la emoción que sus hermanitas pusieron en la carta, aunque ya le habían escrito antes, siempre se emocionaba al leerlas. Sus hermanas, desde que aprendieron a escribir, comenzaron a enviarle cartas y siempre era divertido leerlas. Ellas le llenaban de vida el corazón.

— Tenemos un nuevo rey. — comentó Rukia, quien estaba leyendo la carta a su lado. — Eso significa que nuestra...

— Nuestra alianza ha terminado. Mi madre es la hermana del nuevo rey, por lo que podrían enviar una invitación. — comentó Ichigo antes de volverse hacia Rukia. — La situación no es favorable para el reino porque si el rey o Kaien enojan al nuevo Rey de las Sombras, es posible que lleven cumplan su amenaza de ataque. Mis hermanas se han inclinado ante el nuevo rey y no sé cómo interpretarlo.

— ¿Le dirás a Kaien? — La pregunta de Rukia salió en un susurro.

Que hubiera un nuevo Rey de las Sombras no alteraba sus planes inmediatos, pero era un peligro que se cernía sobre ellos si alguien hacía un movimiento en falso.

— Tengo que decirle. — Rukia asintió e Ichigo casi pudo ver que la mente de ella comenzaba a trabajar con la nueva información. Ichigo llamó al soldado que había traído la carta, que estaba a unos pasos de ellos, y volvió a hablar. — ¿Hay cartas para el rey o la reina?

— Sí comandante. Las princesas enviaron cartas al rey y la reina.

— Muy bien. Ellos no están en el castillo, descansa unos días y luego irás a la casa en las montañas, ellos están ahí. Te pondrás a sus órdenes y si no hay nada que hacer, regresarás a Vermist y retomarás tu puesto.

El soldado asintió y se alejó.

Rukia hizo un pequeño ruido con la garganta e Ichigo se giró para mirarla. Ella parecía una niña a la que le habían dicho que ya no podía jugar en el patio de recreo.

— ¿Qué te pasa, mi Luna?

— ¿Terminó el entrenamiento?

Ichigo soltó una pequeña carcajada y sacudió la cabeza antes de hacer que ella se pusiera en posición de ataque. Rukia sonrió y sin que él se diera cuenta, lo derribó.

Kaien podía esperar.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora