21 mayo - x494

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Notita: Este par de capítulos son para darle fin a la subtrama de Karin y Toshiro. Así que espero que les gusten.

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Tan pronto como Rukia entró a su habitación, se quitó los zapatos y cayó sobre la cama como un saco de patatas. Estaba cansada y sentía un dolor de cabeza que amenazaba con arruinar el resto de su día, lo cual no podía suceder porque todavía tenía que asistir al té de la tarde con Kaien y tenía que estar alerta.

No le gustaba la idea de pasar tiempo con Kaien, especialmente porque él parecía tener una fijación particular en reunirse con ella cuando Ichigo no estaba en el castillo, pero no podía decir que no porque ella era quien manejaba el tema de damas de la corte para que él pudiera conseguir una esposa.

― Kia, bebe esto. Te hará sentir mejor.

Tatsuki se acercó a ella y le entregó un vaso de suave té dorado. No estaba caliente, ya que comenzaba la temporada cálida y lo último que quería era tener más calor, así que era perfecto para ese momento.

Necesitaba descansar y relajar la mente de tantos números, nombres y cuentas si quería sobrevivir el resto del día.

Ichigo le había dicho que sería bueno para ella tener su propio negocio, tener dinero que no dependiera de la corona ni de su propia familia, y aunque al principio le había parecido divertido, era demasiado trabajo. Lo único bueno de esto era que solo revisaría las cuentas una vez al mes, por lo que esperaba que no fuera tan complicado en el futuro.

― Su Alteza, el Príncipe Kaien la está esperando en el jardín del rey.

Maru dijo eso cuando entró a la habitación sosteniendo la canasta con los conejitos de Rukia. Era el día libre de Kana, por lo que Kahya asignó a Maru para que la reemplazara ese día.

Rukia se levantó de la cama y con la ayuda de Tatsuki se cambió de vestido y se puso zapatos cómodos.

Dejó escapar un suspiro, se despidió de sus conejitos, quienes estaban llenos de hojas en su pelaje y le pidió a Tatsuki que preparara todo para darse un baño largo el resto de la tarde, ya que quería relajarse y descansar de todo ese día.

― Vámonos entonces. ― Rukia caminó junto a Maru, quien tenía la mirada baja, y se detuvo cuando notó algo extraño en la chica al salir de la zona de la reina. ― Maru, ¿estás bien? ¿Isane te trata bien?

― Si su Alteza. Estoy bien. ― La chica no dudó en responder aunque no levantó la vista más que lo mínimo. ― La doctora me trata bien y me está enseñando sobre hierbas medicinales.

― Me alegra escucharlo. Pensé que estabas teniendo problemas. ― Rukia asintió y continuó su camino, aunque sentía que había algo extraño en Maru. ― Tu hermano pequeño está haciendo un buen trabajo en el ejército. El Príncipe Ichigo dice que es el mejor de su grupo, ¿no te hace feliz eso?

Las respuestas de Maru carecían de emoción real, por lo que Rukia no pudo deshacerse de esa sensación de que había algo extraño en Maru hasta que llegaron al jardín del rey, donde Kaien la estaba esperando.

Ellos no tenían nada que discutir en ese momento, ya que el tema con las chicas de la corte de la reina había sido suspendido desde que él eligió a Mila como Inamorata y solo volverían a hablar de ellas cuando él eligiera una nueva chica.

Personalmente, Rukia esperaba que Kaien no eligiera a nadie más y se quedara con Mila porque le agradaba Mila y la consideraba una buena amiga. Sin embargo, si Mila no lograba darle un hijo a Kaien, era seguro que él elegiría a otra persona para que fuera su esposa y varias de las chicas querían ese puesto.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora