24 junio - x493

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Rukia miró el tablero de ese juego de guerra que solía jugar con Ichigo algunas tardes. Él siempre le ganaba, pero realmente le enseñó cómo jugarlo y le enseñó que la vida en el castillo era similar a ese juego. Además, al igual que en ese juego de guerra, el juego en el castillo era algo que ella no podía jugar sola.

"Aquí sabemos cuál es la función de cada pieza, por eso es fácil jugar cuando lo aprendes, pero en el castillo tenemos que crear nuestras propias piezas. Usa el poder que te dará nuestro matrimonio, sé una mala persona o sé buena persona, amenaza, compra o exige. Crea tus propias piezas". Ichigo le había dicho eso mucho tiempo atrás, antes de que se casaran.

Y eso es lo que Rukia había hecho.

Cuando Yuki quiso entrar a la corte de la reina, Rukia se reunió con Loly y Riruka para tomar el té una tarde, y tuvo la sensación de que ellas aceptaron ir a esa reunión solo porque no podían rechazarla; se vería mal que rechazaran una invitación de una futura princesa.

No eran amigas, no eran aliadas, y es posible que nunca se llevasen bien en otras circunstancias, pero Rukia tenía la idea de que tal vez, y solo tal vez, si les demostraba que serían recompensadas por prestar atención a sus palabras, al menos podría mover un poco los hilos de esa enorme red.

El comienzo de esa reunión fue silencioso y tenso, hasta que Rukia se aclaró la garganta y Tatsuki le llevó un par de joyas para el cabello, las cuales eran bastante hermosas y realmente caras, y las colocó frente a Loly y Riruka.

"Sé que no tenemos una buena relación, y realmente no sé cómo empezó esto, pero ojalá ya no fuera así. Tomen este regalo como una muestra de buena voluntad de mi parte, no pido que seamos grandes amigas, pero por lo menos espero tener una relación cordial con ustedes." Rukia habló esperando que esas chicas tomaran los regalos.

La primera en hacerlo fue Riruka, y Rukia pudo ver como la felicidad de tener algo así de bonito y costoso brillaba en sus ojos. Tanto Loly como Riruka eran hijas de líderes militares de alto rango, pero incluso si tenían una vida cómoda y con ciertos lujos, probablemente nunca habían tenido algo tan caro en sus manos como en ese momento.

Loly tardó un poco más en aceptar el regalo, pero lo hizo de todos modos y Rukia estuvo segura que de las dos, la relación con Riruka podría ser más fácil de llevar.

"¿Por qué no invitaste a Senna?" preguntó Loly, con la joya en la mano, dudando de esa muestra de buena voluntad.

"Porque creo que a Senna realmente no le gusto para nada". Rukia respondió con una sonrisa nerviosa, omitiendo el hecho de que el padre de Senna había metido en problemas a su familia y más detalles que no deberían saberse.

Ambas chicas salieron de esa habitación después de decir que considerarían su oferta de paz, y solo un par de días después, Riruka apareció ante Rukia asegurándole que aceptaba esa paz. Riruka no se disculpó, pero Rukia no lo necesitaba; ella solo dejó que la intención se asentara y solidificara.

La noche antes de partir en su viaje de luna de miel, ya con el título de princesa, Rukia se acercó a Riruka y colocó una horquilla bastante bonita y muy cara en su cabello mientras le pedía que le hiciera un favor. La idea era simple, que le mostraran a Yuki un poco del cariño que le habían mostrado a ella cuando llegó a la corte.

Cuando Riruka preguntó por qué quería eso, Rukia respondió que Yuki era su prima y que había sido mala con ella porque pensaba que la vida no era justa y que ella también merecía más.

"Solo un poco, porque ella piensa que todo es fácil". Rukia le había dicho y Riruka estuvo de acuerdo.

Cuando Rukia regresó de su luna de miel, luego del enfrentamiento entre ella y Nelliel en el pasillo, se les unió Loly; y cuando llegó el momento de que la reina decidiera el destino de esas chicas, fue Rukia quien habló con palabras amables sobre ellas con la reina.

El Ruiseñor 2 || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora