-- No te daré más de una moneda -- sentenció la mujer regordeta con su voz profunda.Pues entonces me la llevo a otro lado -- y diciendo esto la anciana jalo con brusquedad de la joven que apenas podía mantenerse en pie.
-- ¡ espera! -- exclamó la femenina metida en un traje de terciopelo rojo que le quedaba estrecho de todos lados. -- está bien. Ten las monedas -- a la par que se extraía de entre sus ropas el dinero, también tomaba del hombro a la muchacha ignorando los quejidos ante la dolorosa presión de sus dedos.
La anciana esperaba con gesto grave y severo.
-- En realidad no lo vale. Es una flacucha y tiene la piel tan pálida. Se ve tan frágil que seguramente no podrá ni aguantar el peso de un hombre. murmuró con desprecio la madame . con un enorme lunar falso cerca de los labios el gesto era siempre rudo y molesto, Sobretodo mientras observaba a la chica asustada y con el rostro cansado.
Ah ya la has comprado. Y sabes que vale mucho más, independientemente de la belleza está sana e intacta. -- y sin dedicarle siquiera una última mirada a la muchacha que comenzaba a sentir la desesperación de su interior, se largó a caminar.
-- Espera... no, por favor
-- alargó sus manos hacía la anciana que se volteaba a medias.-- Hey -- madame hizo más presión contra su dolorido cuerpo.
-- No -- se removió inquieta y desesperada. El miedo y la incertidumbre del futuro que le esperaba la empuja a rebelarse contra su destino. -- No -- volvió a decir pero se calmó al recibir un fuerte impacto contra la mejilla que ya le ardía por el frío.
-- ¡Cállate! -- la viejecilla sin vergüenza y sin ninguna piedad, la había dado la última bofetada que recibiría de ella en lo que quedaba de su desgraciada vida. Desde ahora le pertenecía a la dueña de aquel repulsivo lugar.
-- Anda -- comenzó a jalarla hacia adentro de su nuevo infierno, los ojos grises de la vieja eran fríos, y la joven supo que sólo le quedaba resignarse y rezar por una pronta muerte. Ojalá, lo menos dolorosa posible.
La botella de licor ya casi se había terminado y él se encontraba más activo y pensativo que nunca.
El alcohol le ayudaba a ordenar sus ideas y a tomar decisiones, sobre todo si estás requerían de precisión y muchas cavilaciónes previas. Debía considerar varias perspectivas, que le revelarán los pro y los contra. Pues no podia olvidar las cantidades de dinero que pasaban por sus manos y que necesitaba invertir y aprovechar al máximo cuidándose de los malos negocios.
Y es que ser el único heredero de una inmensa fortuna y además de un gran Ingenio para los asuntos económicos, dejaba más de algún enemigo en el camino que estaría encantado de fastidiar su dinero. Y si a eso se le sumaba su condición de soltería y apariencia apuesta, se convertía en el blanco de la envidia masculina generalizada.El joven se llevó la copa entre sus manos a los labios sonrientes, recordando a cada uno de los hombres que le detestaban o fingían agrado cuando se presentaba en los bailes, ya fuesen privados o públicos, Aun que no con mucha frecuencia asistía a los últimos. Por lo general, sus conquistas más deseables se aparecían en los bailes reservados únicamente para algunos.
Se da una vuelta por la habitación iluminada por velas, y mirando a través del cristal como la oscuridad parecía abrazar cada sector de las tierras que se extendían más allá de sus ojos.
Poseía una renta ridículamente grande, tierras que jamás podrían recorrer en su completa totalidad, una enorme casa bien ubicada, una posición favorable y una vida sin complicaciones...pero a pesar de todo esto, no tenía a quién dejarle nada de aquello que le pertenecía y que cada día hacia producir más.
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LA NIÑA DE MIS SUEÑOS
FanfictionLos personajes de Candy Candy no me pertenecen son de sus creadoras Keilo Mizuki y Yuriko Igarashi.