Más allá de un contrato de amor

Capítulo X

Dafne

—¿Por qué no Dobby? —digo mientras el perrito mueve su cola de felicidad.

—Es un nombre horrible, este perro es bonito debe tener otro nombre —dice Liam mientras me quita el perro de las manos.

—Dorian —menciona feliz— su significado es oro o dorado, y le queda por el pelaje.

—Dorian Dobby será entonces —dice mi abuela.

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—¿Voy a salir así? —digo alarmada.

—¿Qué tiene? —dice el hombre que tengo frente a mí.

—¿No te va a molestar que me miren? —pregunto y él solo se queda pensando—. No quiero escenas de celos después.

—No lo haré —dice con seguridad.

Sé que él solo va a caer en su propia trampa.

—¿Y mi brasier? —pregunto ya que no lo encuentro por ningún lado.

—Yo lo tengo —palmea su portafolio.

—¿Me lo vas a devolver? —pregunto mientras intento sostener el portafolio, pero el lo aleja de mí.

—No, se queda conmigo.

—¿Para qué? —digo—¿Te lo piensas poner o algo por el estilo?

—No creo que me quede tan bien como a ti —dice con burla y yo río.

Ya no se lo peleó, solo me sostiene de la mano y caigo ante un beso que me da.

Ambos salimos igual que como ingresamos, sosteniendo nuestras pertenencias, lo único diferente es que ya es de noche y yo no traigo brasier.

Nos despedimos de Susan y no me pasa desapercibida la pequeña barriga que apenas sobresale y que cubre con el blazer disimuladamente.

Solamente se encuentra personal de seguridad y algunas empleadas que van de salida también.

Algunas miradas y despidos se encuentran en nosotros, solo sonrío y seguimos sin parar. Cuando el frío me golpea siento como mis pezones se ponen erectos al sentir la pequeña brisa.

Una vez que estamos en el auto siento como me sujeta de mi nuca hasta pegar sus labios con los míos. No desperdicia ningún momento ya que su mano se coloca en mi seno derecho sobre mi ropa.

Me sube a horcajadas encima de él y aunque el espacio es reducido nos arreglamos la manera de que no sea incómodo. El empieza a besarme de manera desesperada, sus labios abandonan mi boca y empieza a hacer un camino de besos desde mi boca hasta mi cuello y cuando siento que solo es hasta ahí siento sus manos en mi trasero.

Me sujeto de sus hombros al empezar a sentir húmeda mi entrepierna. Una de sus manos abandona mi cuerpo y se acerca al escote de mi camisa y sus labios pasan de mi cuello a mi seno, eso me hace soltar un gemido ante el calor que provoca sus labios sobre mi cuerpo.

Se separa de mi cuerpo por un momento y baja mi ropa haciendo que mi pecho quede expuesto, lo mira deseoso y siento su lengua alrededor de mi areola, mientras que abandona por completo trasero y coloca su mano en mi otro seno dándole la atención a ambos.

Suelto un gemido más alto cuando se mete mi seno a su boca y empieza a dar pequeñas succiones que hacen que sienta mis bragas mojar. Se alterna entre uno y otro seno que hace que yo empiece a moverme encima de él.

Tengo la garganta seca y eso es lo de menos, pero sus manos son habilidosas cuando desabrocha mi cinturón y mi pantalón para adentrar una mano en mi parte intima.