Dafne
—¿Y una cita? Quizá si tienes tiempo...
—No insistas, Dafne —exhala—, escucha bien esto, que se te quede grabado en la cabeza y es que yo nunca voy a salir contigo.
—¿Por qué? —pregunto con una astilla clavada en mí.
—Entre menos me vean contigo mejor —se acerca a mí— jamás te voy a pedir que salgas conmigo.
—¿Estas seguro de eso? —digo levantando el mentón y aguantándome las ganas de llorar—. No tienes tiempo para salir conmigo que soy tu pareja, pero si tienes para salir con tus amigos, bien.
—Es diferente —trata de defenderse.
—No, es lo mismo —alzo la voz—, esta será la última vez que te pido que salgas conmigo.
—En tus mejores sueños.
/////
Se con exactitud cuando fue la última vez que salimos como una pareja y fue solamente para que la prensa nos fotografiara.
Fue en Los Ángeles, cuando tuvimos que ir a una reunión, ni siquiera estuvo pendiente de mí, él solo platicaba y reía con otras personas mientras yo termine alcoholizada y yéndome sola al hotel.
—¿Es un sí? —pregunta.
—Es un no sé, debería de revisar si tengo el tiempo para ir —miento.
—Es mañana viernes —besa mi cuello—, puedes decirle a Mary que te ayude.
—No quiero cargarle mucho trabajo tiene una vida que atender y es fin de semana, me convertiría en una mala jefa.
—¿Vas a hacer que te ruegue? —dice—, porque lo voy a hacer.
—¿Vas a rogarme? —digo—. Recuerdo una vez a cierta persona que dijo que solo en mis mejores sueños saldría conmigo.
Se que lo recuerda, porque después de esa discusión no llegue a ver a Eric en casa por dos días.
Me voltea para que quedemos frente a frente y hace su ritual de besos sobre mi cara que va de mi frente hasta mi boca.
Tiene efecto, ya que estoy a punto de ceder, pero todavía no.
—Yo se que si quieres salir conmigo —alzo las cejas ante la confianza que se tiene—, estas haciendo que te ruegue por la discusión de aquella vez.
» Pero también recuerdo que pediste citas.
Respiro hondo recordando ello, por lo cual no puedo negarme tampoco, está intentándolo realmente.
—Tienes razón te pedí citas, ¿entonces es mañana? ¿Dónde? ¿Qué debo de ponerme? —pregunto y me sostiene del rostro para darme besos cortos.
—Mañana, a las ocho de la noche, restaurante Ember, lo que tú quieras ponerte ya sea vestido, falda, short o desnuda, solo algo que te haga sentir cómoda.
—Bien ¿Qué vas a ponerte tú? —pregunto.
—Traje negro —dice mientras sostiene mi rostro—, ¿por qué?
—Usa corbata azul, por favor. Quiero combinar lo que voy a llevar.
—Como ordene mi pelinegra.
Se aleja completamente de mí y se pone a revisar mi pequeño espacio de trabajo que tengo en casa. Lo miro de reojo viendo como se acerca a ver los planos que tengo en mi pared.
—¿Cómo es que tenias este pequeño mundo aquí? —dice pasando sus dedos en uno de mis primeros planos.
—Siempre ha estado —menciono—, que nunca hayas subido hasta aquí es muy diferente.
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Más allá de un contrato de amor
Novela JuvenilDafne y Eric llevan casados más de tres años, él casado por un contrato y ella por amor. Eric la trató mal creyendo que ella lo engañó con un contrato pero no esperaba que Dafne no supiera sobre este. ¿Estarán dispuestos a tener un final feliz junt...