Capítulo XV

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Dafne

¿Por qué no estudias medicina? —pregunta la pelirroja—. Quiero decir, toda tu familia por generaciones ha sido médicos, incluso si fueras a una de las mejores escuelas de medicina y dices que eres una Collins, todos se arrodillarían ante ti.

—No exageres —digo riendo—, no soy una diosa de la medicina para que hagan eso.

—Es la verdad —chilla mostrándome una sonrisa—, sabes que es verdad, todas las escuelas de medicina te abrirían las puertas sabiendo el talento que tienes.

—Tengo una fobia —menciono mientras juego con mis dedos—. Me gustaría serlo, pero no puedo ver sangre sin que recuerde el accidente con mis abuelos.

Veo como Aranza en ese momento se endereza y deja las bromas aún lado, sabe que es serio.

—Cariño...

—No tengas lastima —suficiente tengo con todo aquel que se cruza conmigo en el hospital mirándome como bicho raro—, prefiero que piensen que lo odio y quiero otra cosa.

—Mírame —sostiene mi rostro con delicadeza—. ¿Y que es la ingeniería para ti? ¿Si la quieres? O estoy segura de que podemos buscar ayuda para superarlo, estoy segura de que mamá nos...

—Estoy bien con ello, es hora de que cree mi propio nombre, además no puedo defraudar a mis abuelos. Ellos sabían que amaba la ingeniería, solo quería medicina para que mis papas me miraran.

/////

—Cariño, juro que te voy a matar —rio mientras estoy siendo abrazada por mi amiga y me besa las mejillas como es su costumbre—. Dijiste que no vendrías al final.

—Cambie de opinión después, ¿perderme de venir aquí y estar con ustedes? Jamás.

—¿Tu lo sabias? —voltea a ver a Richard y el solo se encoje de hombros.

—Ella me pidió que fuera sorpresa para ti —cuando me acerco a él, besa mi mano y me recibe con un beso, deja que lo abrace y huele tan bien.

—Me alegra que estés aquí por fin, tú también, corazón —menciona abrazando a Michael.

Es gracioso ver como con nosotros estos dos nos hablan con apodos tan dulces que la gente que los conoce juraría que están borrachos o algo por el estilo, dado que son personas algo reservadas.

Sin importarme que Eric se encuentra del otro lado, decido ignorarlo por completo, esperaba que conociera a mis hermanos, sin embargo, no esperaba llevarme una sorpresa.

Se que quiere explicarme y sé que debe hacerlo así, pero no es el momento. No quiero que se arme un escándalo y que alguien nos vea o nos interrumpa.

Prefiero esperar hasta la casa donde nos encontremos ambos, solos y sin distracciones para que me diga que es lo que sucede.

Vine aquí a relajarme también, por ende, no quiero que nada lo arruine y estar cerca de esa mujer lo arruinaría en este momento.

Era hora de que siguiera con mi vida y saliera por fin del anonimato junto a Michael. Agradecía que se quedara conmigo en ese anonimato mientras yo tomaba valor de salir al mundo a decírselo.

Aranza y Richard lo entendieron y también nos apoyaron, sabía que tenían mucha presión al inicio en mostrarse solo ellos dos, pero nunca nos echaron en cara ello.

Al contrario, cuando terminaban cansados siempre venían a nosotros y los ayudábamos desde las sombras.

Mas cuando inicio mi matrimonio y me aleje, nunca me dijeron nada, siempre respetaron mi deseo de que algunas juntas fueran en línea cuando yo no podía reunirme con ellos.

Más allá de un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora