Capítulo XXVIII

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Eric

Dos malditas semanas.

Dos malditas semanas en las cuales Dafne no ha abierto los ojos, el desespero de que no los vuelva a abrir me inunda.

Los medios subieron como espuma, sus padres ni siquiera se presentaron, solo salieron a dar la noticia de que ella estaba mejorando y fingiendo estar para ella.

Los únicos padres que han estado son los padres de sus amigos que la cuidan como si fuera su hija.

Hace una semana le avise a Liam y aunque quería tomar un vuelo de regreso de Somalia para venir a ver a su hermana no pudo, dado a que el país ha estado bajo ataque nadie puede salir del país.

La noticia se vendió mejor cuando se enteraron de que a parte del accidente, Dafne se encontraba embarazada. Gerard y Linda se encuentran conmigo mientras dejamos que la señora Julie hable con una Dafne dormida.

Logramos encontrar a uno de los que iban manejando una camioneta, es evidente que fue contratado, pero se ha negado a soltar el nombre de la persona que le dio el trabajo. Hemos multiplicado la cifra, sin embargo, sigue negándose a hablar.

Gerard no deja de pasear su vista en mí, pero cuando lo atrapo mirándome baja la mirada.

—Ya me cansaste —le digo—, habla.

Linda se acerca para recostarse en mi hombro.

—No es nada —juega con su pantalón roto metiendo sus dedos en los hoyos que este tiene.

—Siempre que hacías una travesura nunca mirabas a Eric a los ojos por miedo a que te regañara —habla nuestra hermana.

Se niega a decir lo que tiene guardado, tanto Linda como yo no lo presionamos a que hable.

Desde que se entero que Dafne estaba embaraza cuando tuvo el accidente, teniendo un aborto, su trato hacia ella cambio. Se encuentra preocupado por la salud de ella.

La que ha sido una molestia es Vanesa, no hay hora que no mande un mensaje y eso es cansado, ni siquiera sé cómo volvió a tener mi numero de teléfono.

No he tenido cabeza para el trabajo, Ángel esta haciendo un gran trabajo con todos los negocios que tengo y tenemos juntos.

No me he movido del hospital, suelo ir y venir cuando se trata de bañarme, de lo contrario permanezco en el hospital esperando noticias de Dafne.

El día se va dejándome con Dafne y mis hermanos que aceptaron quedarse hoy conmigo.

Linda se encuentra durmiendo en un sillón cobijada y Gerard a mi costado se mantiene despierto atento ante cualquier cambio que pueda mostrar Dafne.

Nunca se llevaron bien, me sorprende el cambio de preocupación de Gerard hacia Dafne.

—Creo que soy cómplice —murmura para que lo escuche con miedo de despertar a Linda que esta durmiendo.

¿Cómplice? ¿De que habla?

—¿Disculpa?

—Soy cómplice —vuelve a decir jugando con sus dedos sin mirarme.

—¿De que eres cómplice? —mantengo mi vista en Dafne que sigue conectada a cables.

Mínimo ahora su rostro ya no tiene moretones tan notables, sin embargo, para mi sigue siendo hermosa.

—De lo que le paso a Dafne —confiesa.

—¿Qué? —mis pulsaciones se desbordan ante lo que esta diciendo— ¿A que te refieres?

Más allá de un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora