Capítulo XLIII

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Dafne


NewsTV internacional.

"Vanesa King fue condenada está tarde a 10 años de cárcel por fraude.

Se dieron a conocer los detalles de los cuales se acusa a la hija de los King.

Hasta ahora dos empresas han demandado a Vanesa King por este delito.

¿Es el final del patrimonio de los King?".


Las noticias viajan a velocidad rápida, no hay persona que no sepa que Vanesa acaba de ser juzgada y encontrada culpable por fraude.

Su situación me hace sentir un poco mal, al final son 10 años los que no va a estar con su hijo, las fotografías de ella siendo sacada de los juzgados con esposas es una escena algo cruel.

Su familia ha sido privilegiada tantos años, y el hecho de que ahora todo allá terminado así lo mínimo que podían hacer era evitar que fuera fotografiada.

—¿Y su hijo? —habla Eric al teléfono.

No sé con quién hable, pero le prestó atención cuando el nombre de Jason se hace presente. Siente mi mirada y se acerca a robarme un casto beso que acepto.

—Entiendo —asiente como si la persona del otro lado de la línea lo mirará—. ¿Canadá?

Se deja caer a mi lado mientras me siento sobre su regazo.

Su llamada termina y mi vena chismosa me hace querer saber lo que estaba hablando, no le digo nada solo espero que me diga, pero no lo hace.

—¿Me vas a decir?

—Tengo una novia muy chismosa.

—No soy chismosa, necesito mantenerme al tanto de las noticias.

Rueda los ojos.

—Ahora que Vanesa ha sido detenida, Oscar se llevará a Jason a Canadá —comienza a explicarme—, con el divorcio de Cecilia y él junto a los problemas que tenía Vanesa, Oscar se está haciendo cargo de su hijo.

—¿No les molesta que haga eso?

Niega.

—Es su hijo, tiene responsabilidades con él, es pequeño como para que lo deje a la deriva si sus abuelos están tratando de rescatar unos pedazos de lo que queda de su empresa.

—¿Cómo llego a la bancarrota? —le pregunto—. Es decir, su familia tiene demasiado dinero, que hizo para dejar una empresa que lleva décadas trabajando en la nada.

—No lo sé con exactitud. Solo ella sabe que fue lo que hizo.

—Lo siento por sus padres —murmuro.

—Yo no —dice de la nada y frunzo el entrecejo—, su madre es una interesada de primera que si hubiera estado al frente de la empresa hubiera hecho lo mismo que Vanesa.

» El padre es un tipo que le gusta apostar, supongo que de ahí tuvo que haber algo.

Comienza a explicarme lo que pasa con su familia que siento que la poca empatía que estaba generando por ellos se vuelva nula.

—¿Y no les afecta a ustedes lo que pasé con ella?

—A mí no, mis negocios siguen igual que los últimos meses y están generando mayor ingresos.

—¿Y el banco? —pregunto por el banco sabiendo que en estos primeros meses después de su salida y lo que paso sus acciones bajaron.

—No he preguntado, pero por lo que he visto sus acciones lograron estabilizarse, así que les está yendo bien si eso es lo que te preocupa.

Más allá de un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora