Capítulo XXI

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Les quiero desear un buen 2023, y espero que todo aquello que ustedes se propusieron lo logren, y estoy orgullosa de que sigan en este plano terrenal.

No porque algunas cosas que no se hayan cumplido el año anterior significa que hay que darnos por vencidos, tuvimos malos momentos, pero estoy segura que tuvieron momentos buenos y hay que quedarnos con ello.

Estoy segura de que cada día es una nueva oportunidad, tendremos todo un año nuevo de oportunidades.

Feliz año nuevo.

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Año: Enero, 2021.

Ubicación: Dublín, Irlanda.

Dafne

Llevo encima un top color blanco y una falda color vino de cuadros con medias negras debajo, las botas con plataforma negras le dan el toque que me gusta.

Coloco por último el abrigo negro haciendo juego con lo que llevo puesto hoy.

Eric sigue en la cama solo con las sabanas cubriendo de su torso para abajo, tiene el sueño pesado últimamente.

En estos días nuestras vidas han dado un giro muy inesperado, después de lo que dijo Vanesa mi esposo ni siguiera se inmutó con sus amenazas de salir a decirle a todos que tenía un hijo con él.

Además de que hoy mi hermano se va, por más que intente convencerlo de que fuera quizá a otro país, este se negó rotundamente. Debo admitir que ayer tuve un pequeño colapso donde lloré en sus brazos. Nuestros padres siguen creyendo que Liam dará su brazo a torcer y regresará al hospital, es una lástima que no sea así.

Me distraigo de mis pensamientos cuando miro hacia la cama una última vez, el torso desnudo de mi esposo me invita a mirarlo y recorro de sus abdominales hasta donde cubre la sabana, tiene la erección matutina que traspasa la tela de la sabana y quiero regresar a la cama para despertarlo y follar «degenerada», detengo mis pensamientos y regreso a la realidad de lo que tengo que hacer hoy.

Pasamos año nuevo en casa de los Moran, Linda y Liam se integraron, a Aranza no le molesto, incluso estuvieron intercambiando palabras, Michael fue muy amigable con el mientras que Richard fue algo tosco al principio, pero lo entendió y algunas risas estuvieron de por medio todo lo contrario a cuando Eric se integraba a las conversaciones con él, me daba risa como se lanzaban miradas y palabras de odio entre ellos dos. Estoy segura de que se llevaran bien en un futuro, pero toca esperar.

Cuando creo que es momento de despertarlo me acerco para llenar su rostro de besos, dejando mi labial impregnado, se remueve, pero no abre los ojos, me da la espalda. Bufo viendo como es capaz de ignorarme para seguir durmiendo.

—Ya párate —digo en un tono indignado obviamente falso.

—No quiero —me dice con una voz ronca.

Antes de contestarle me dedico a dejarle besos en el hombro manchándolo también con mi labial, tengo que retocarlo.

—Es muy temprano —vuelve a hablar— es fin de semana, no hay nada que hacer.

—En eso te equivocas, hoy Liam se va y quedamos de ir al aeropuerto a despedirlo.

Suelta un gruñido que me hace reír, mete sus manos debajo de la almohada y es algo que siempre hace, se excusa con que se siente bien que sus manos estén en el lado frío de la almohada.

Los músculos de su espalda se estiran ante ese movimiento y yo solo me pierdo en la gran vista que me está dando, su trasero se encuentra saludándome también, es un hombre que se volvió sinvergüenza, no le importa andar desnudo delante de mí. Aún recuerdo cuando ni siquiera sin camisa se paseaba en la casa, ahora se la pasa desnudo la mayor parte del tiempo cosa que no me desagrada.

Más allá de un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora