Año: 2020
Ubicación: Irlanda
Dafne
Las calles de la ciudad por la noche son siempre muy brillantes y coloridos. Camino por toda la calle empedrada, mientras sigo observando como si fuera la primera vez que estoy aquí.
Las parejas que observo son felices al parecer, sonríen mientras tienen sus manos entrelazadas y hace que me pregunte ¿Algún día podría yo salir con mi pareja a disfrutar una noche?
Sin embargo, recuerdo que Eric nunca ha salido conmigo, después de casarme deje de salir con mis amigos creyendo que mi esposo podría hacer planes conmigo, me siento decepcionada de mi al ver que no es cierto.
Me he acostumbrado a estar sola y a hacer todo yo misma, que si alguien me acompañara sentiría que está invadiendo mi espacio personal.
El frio me abraza haciendo que me encoja por un momento, meto mis manos en la sudadera blanca que traigo puesta, combinado con unos leggins negros y tenis del mismo color que mi sudadera junto a un bolso cartera.
El celular que traigo en mi bolso suena y es una llamada de Michael, así que contesto de inmediato con una sonrisa en el rostro.
—Pero si es mi bella soulmate —dice en un tono coqueto que me hace reír de inmediato.
—Si, esa soy yo. Hola a uno de los hombres más importantes de mi vida.
—Me siento un poco decepcionado al saber que soy uno de los más importantes y no el más importante.
—Si lo digo subiría tu ego, y eso no pienso hacerlo. Tú y tu ego me van a asfixiar un día.
—Mi ego y yo te amamos lo suficiente como para no terminar con tu vida. Hablaba para preguntar sobre...
—El divorcio, lo se.
Escucho una exhalación del otro lado de la llamada. —¿Estás segura? Quiero decir, sé que lo amas y me duele saber que no funcionara como tu quisieras.
—Lo estoy, he soportado tres años de un matrimonio donde la única culpable de sus desgracias soy yo, he soportado los gritos y sus cambios de humor, he soportado que me trate como si fuera lo peor que le paso en la vida, he soportado ser su saco de boxeo, es hora de que empiece a priorizarme, primero yo y luego él.
—Bien, ¿Quieres que le hable al abogado Tom para que vaya procediendo con el trámite del divorcio? —pregunta en un tono cauteloso.
—¿Harías eso por mí? —pregunto en un tono triste, si bien amo a mi esposo, necesito salir de este matrimonio, todo de él cambio cuando nos casamos. Si bien estaba interesada al principio al saber el porqué, ahorita ya no «Es demasiado tarde para una explicación».
—Yo por ti haría cualquier cosa Daf, bien, te dejo que descanses, mañana a primera hora le marco al abogado, te amo, por favor cuídate.
—Yo también te amo, descansa soulmate.
Cuelgo la llamada y veo la hora, 23:49. Guardo el teléfono y salgo a la avenida para tomar un taxi, le hago la parada al primero que veo y me subo, doy las buenas noches al chofer y le digo mi dirección.
Cierro la puerta de la entrada y en total silencio y oscuridad me quito mis tenis quedando en unos calcetines del pato Donald, la casa por dentro tiene un acabado rustico. Conozco cada parte de esta casa sin necesidad de prender la luz.
Me dirijo hacia la cocina en busca de un vaso de leche de para dormir. En el gabinete busco un vaso y voy directo al refrigerador para servirme la leche, cuando escucho pasos hacia la cocina «¡Oh! Ahí viene Mr. Gruñón».
El prende la luz de la cocina.
—¿Collins? ¿Qué haces despierta a esta hora?
Cierro la puerta del refrigerador y volteo, pongo mi mayor esfuerzo de no caer en tentación y ver ese abdomen marcado que posee, ya que solo trae un pantalón de chándal totalmente negro y sin camisa, carraspeo y de manera rápida dejo mi vaso sobre la mesa que se encuentra en el centro.
—Por si no te has dado cuenta, entré por un vaso de leche.
—¿Acabas de llegar? —pregunta de manera preocupada o eso quiero creer—. ¿No es muy noche para andar sola afuera?
—Tal vez. Aunque yo debería de preguntar, ¿por qué estas despierto?
—Trabajo.
Murmuro un Ummh, ya. Voy hacia la alacena y abro la tercera puerta, sacando un paquete de galletas de chocolate. Él se mueve del otro lado tomando un vaso de agua, me quedo observando mientras el siente mi mirada y voltea con una sonrisa ladina en el rostro.
—¿Algo que decirme?
Suelto un largo suspiro y suelto las palabras:
—Quiero el divorcio.
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Más allá de un contrato de amor
Novela JuvenilDafne y Eric llevan casados más de tres años, él casado por un contrato y ella por amor. Eric la trató mal creyendo que ella lo engañó con un contrato pero no esperaba que Dafne no supiera sobre este. ¿Estarán dispuestos a tener un final feliz junt...