Capítulo No. 34

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—Ay, te amo —poniéndose de puntillas para abrazarlo y besarlo.

—Yo también —suspira respondiendo a sus besos —Yo también mi amor.

Caminando justos agarrados de la mano, se sientan en la mesa del comedor. 

—Estoy feliz, feliz de estar aquí contigo. Tanto que yo criticaba tu rancho.

—Ah ya ves que no esta tan mal.

—No, me encanta. Ya me quiero quedar aquí para siempre. 

—Bueno, pero... obvio te tienes que reportar con tu papá. Digo, no manches, ya llevamos dos meses aquí.

—Bueno si, pero me habla todo el tiempo, todos los días, hasta para saber que ropa me puse —agarrándose la cabeza recordando la intensidad de su papá. 

—Pero espérate... tienes que admitir que ha sido muy buena onda en dejar que te quedaras. 

—Pues si —reconoce tiernamente, juntando sus manos mientras el las besaba —pero eso lo hizo porque tu mamá habló con el, quien es super buena onda y todo.

—Miguel —dice Elena bajando la escalera y caminando hacia ellos con un sobre en la mano —acaba de llegar esto, que es muy urgente. 

 —¿Aquí? —dice extrañado recibiendo el sobre.

—Si, ahorita. 

—Que raro —responde mirando Mia, abriendo el sobre y leyendo una carta que tenía. Inmediatamente la cara le comienza a cambiar mientras corre al teléfono, comienza a marcar sentándose de nuevo. 

—Mi amor, ¿Qué sucede? 

—Ya va... Hola, bueno... soy Miguel Arango, estoy llamando porque recibí una comunicación de ustedes.... No aquí dice que me tengo comunicar a este teléfono.

—¿Qué pasa?

—Espérate... okey... ¿nada más?... bueno gracias —colgando la llamada.

—¿Qué pasó? —preocupada de que pudiera haber pasado algo malo.  

—Mia, ¿Te acuerda del sorteo del viaje al caribe?

—Si, ¿Qué? —extrañada con la pregunta pero empieza a tener una sonrisa al ver la cara de felicidad de Miguel.

—Nos lo sacamos —grita poniéndose los dos de pie celebrando de alegría abrazados —Lo único que necesitamos es ir allá, presentar esto y ya esta... listo. 

—Uh, uh, uh... —tose Elena trayéndolos a la realidad —perdón, no quisiera ser aguafiestas, pero ¿Para cuando es ese viaje?... digo, mañana ustedes entran a la escuela y pues... yo creo que, bye, bye viaje. No pueden ir. Ni modo. 

Elena lo dejó solos con el dilema sobre que hacer con el premio, de un lado tenía el regreso al colegio con sus amigos, pero del otro lado estaba la oportunidad de un viaje todo pagado, una experiencia única e increíble.  

—No Mia, es que mi mamá tiene razón. No podemos ir a ese viaje, tenemos que regresar a México —dice girando en la silla del desayunador. 

—Pero Miguel, es que es un lugar maravilloso, es un sueño, tenemos que ir juntos —también girando en la otra silla. 

—Bueno, a ver, espérame... tu jefe no sabe que onda con nosotros, ¿No?, simplemente no podemos —pero Mia lo mira con cara triste y pucheros, haciendo que le surja una idea —¿O si?

Mi Maldito Error - Mia y Miguel RBDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora