Capítulo No. 36

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Antes del salir del despacho, Franco detiene a Miguel mirándole la cara.

—¿Y ahora si me vas contar que fue lo que te pasó? Y no me digas que te caíste o algo así, porque eso no te lo va a creer nadie.

—La verdad, no quiero hablar de eso Franco.

—¿Y acaso yo te estoy dando opciones? Vamos cuéntame, porque definitivamente te peleaste con alguien. El punto es saber ¿Con quién? y ¿Por qué?

—Si, me pelee con Leo y antes de me preguntes, si fue por Mia y pero el me golpeó primero, así que yo solo se lo devolví.

—¿Y de verdad piensas que esa es la manera de resolver tus problemas con Mia?¿O te vas a pelear con cualquier chico que la pretenda?

—Entonces si sabes que él está interesado en ella —haciendo que Franco le dé una mirada "¿En serio?"

—Soy su padre pero no estoy ciego, es obvio que el está interesado en ella, incluso me dijo el hospital que Mia era importante para el. Pero espera, no te digo esto para que te pongas mal, Leo no es el primero y tampoco será el último chavo que le guste mi hija. Se lo hermosa que es. Aquí el que tiene que saber como reaccionar a eso eres tú. Y más ahora que no están juntos para que le puedas pedir explicaciones.

—¿Y eso se supone que me tiene que hacer sentir mejor? Mira Franco, lo ultimo que yo quiero en este momento es hablar de ese wey. Mejor vamos a cenar, a ver si Mia no te mata por estar saliendo con Alma y no decírselo antes —saliendo del despacho, cuando llegaron al comedor ya Mia los estaba esperando.

—Ah, por fin se digno el señor en venir, pensé que me iba a morir aquí esperándote papá. Ya le iba decir a Peter que sentara conmigo en la mesa para no comer sola.

—No exageres hija, Miguel y yo estábamos viendo unas cosas, y como se nos hizo un poco tarde le dije que se quedara a cenar, eso es todo. Siéntate por favor, Miguel.

—Gracias Franco —sentándose al frente de Mía sin dejar de mirarla, quedando Franco en la cabecera de la mesa.

—Y chicos, ¿Cómo van las clases? —tratando de poner conversación en la mesa, y bajar un poco la tensión.

—Pues, van bien, la verdad —respondió Miguel tratando de ayudar a Franco—¿cierto Mia?

Pero ella no le respondió, solo lo miró con caras de pocos amigos y continuo comiendo.

—Este Mia, ya que estas aquí en casa, tengo algo que decirte. Algo importante.

—Pues ni tan importante puede ser, digo si el charrito esta aquí.

—Mia, respeta, deja de hablarle así a Miguel, ¿si? Y si, lo que tengo de decir es muy importante.

—No se preocupe Franco, digo, es obvio, lo maleducada no lo saco de usted.

—QUE ES LO QUE ESTAS DICIENDO IDIOTA, A MI ME RESPETAS QUE ESTA ES MI CASA —golpeando la mesa con las manos y comenzando a pararse.

—TU COMENZASTE, ASI QUE NO TE HAGAS LA OFENDIDA AHORA, EH —le respondió Miguel.

—BASTA LOS DOS, MIA TE SIENTAS Y TU MIGUEL NO AYUDAS—grito Franco imponiendo su autoridad.

—Lo siento Franco —con cara de apenado.

—Pero papá...

—Pero papá nada, te sientas y punto. Por Dios, yo pensé que estas peleas entre ustedes ya habían acabado —respirando tratando de calmarse —mira Mia, lo que tengo que decir, que decirte, es bueno, es algo importante para mi, ¿si?, y quiero que lo sepas.

Mi Maldito Error - Mia y Miguel RBDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora