—Oye...
—Uhmmm...
—¿Cuántos hijos vamos a tener? —preguntó Mia tiernamente limpiándose un poco las manos de comida.
—No sé —respondió levantando un poco los hombros —¿Cuantos quieres tu tener?
—No, yo te pregunté primero.
—No, tu contéstame.
—Ya dime.
—¿Dos? —respondió indeciso mirándose uno al otro.
—¿Cuatro? —respondieron al mismo tiempo sonriendo.
—No, no, yo no voy a tener cuatro hijos, yo no voy a concebir cuatros chamacos...
—¿Ah no? Esta bien, esta bien, esperáte, esperáte —dijo parándose —perfecto señorito. Pues entonces yo no me voy a buscar a un pescador, que me ame y que quiera tener cuatro hijos conmigo. Buenas noches.
—No, esperáte —parándose también y poniéndose al frente de ella —esperáte, esperáte. Podemos tener cuatro, ocho, dieciséis si quieres. Es más, podemos poblar esta isla de puros niños Arango y puras niñas Colucci ahí, que digan: "Sorry, el charrito montaperros"...
—Jajajajaja, ay cállate —muerta de la risa viendo cómo la imitaba empujándolo un poco —cuatro, solo cuatro, ¿si?
—Bueno, cuatro, pero ¿Podemos empezar por el primero? —haciendo pucheros.
Miguel tenia los ojos cerrados con las manos apoyadas en las baldosas de la ducha, dejando que el agua de la regadera corriera por todo su cuerpo. Estaba durando más de los normal, quizás esperando que el agua se llevara todo los males y que las cosas fueran diferentes. Rogando que todo sea como antes, donde el pasado tenía un mayor esplendor, que este oscuro y triste vacío que esta viviendo.
Salió del baño, secándose el cabello, bajo las escalera y fue directamente hacia el closet para ponerse ropa.
—¿Vas a salir? —preguntó Teo sentado en su cama.
—Va a trabajar —respondió Santos por el —Pensé que ibas a renunciar de trabajar con Franco, después de lo que pasó.
—Yo también lo pensé. Santos me contó todo lo que pasó. Lo siento hermano.
—No se crean, por un instante también lo pensé. Pero no puedo hacerle eso a Franco, después de todo lo que ha hecho por mi. Además me paga muy bien y necesito el dinero. Ahora más que nunca, no puedo confiarme solo en la banda. Con todo lo que esta haciendo Sabrina, no me quiero descuidar —respondió mientras se vestía.
—No poner todos los huevos en una sola canasta. Tiene sentido.
—Exacto.
—¿Y vas a tratar de hablar con ella?
—Estoy seguro que no me va a querer escuchar —dijo mientras se ponía los zapatos. —No saben cuanto lo intente ayer, pero eso solo la puso peor. Aunque me cueste admitir, voy a seguir el consejo de Roberta, voy a tratar alejarme de ella y dejarla tranquila.
—¿Estás seguro de que lo vas hacer? —preguntó Teo mirando a Santos, quien al igual que el, no estaba muy convencido.
—¿Qué otra opción tengo? Díganme, vamos los escucho. Ven, no tengo ninguna. Bueno, mejor me voy. Franco me aviso que tenía que revisar algunas cosas con él —tomando su mochila, fue hacia la puerta.
—Espéranos. Nosotros vamos para la cafetería —dijo Santos saliendo los tres de la habitación. —Oye, ¿Y estás nervioso por el concierto de Los Ángeles?
ESTÁS LEYENDO
Mi Maldito Error - Mia y Miguel RBD
FanfictionMi Maldito Error - Mia y Miguel - Rebelde RBD *Esta historia se desarrolla después que Mia descubre el engaño de Miguel. Esta es mi versión de como debieron suceder las cosas. Tendremos nuevos personajes (porque la verdad siempre pensé que a Mia l...