Capítulo 16

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Pasaron muchos años hasta que por fin tú y yo nos conocimos

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Pasaron muchos años hasta que por fin tú y yo nos conocimos. Al principio los dos teníamos miedo, pero poco a poco en tu sonrisa fui encontrando la paz...y no tardé mucho tiempo en darme cuenta que en tus ojos estaba mi hogar.

Sergio de Sa

Dilan Hidalgo

Mientras íbamos en el auto de Polo, el conduciendo, yo a su lado y los piojos atrás, hablábamos sobre el viaje escolar a Madrid, sería al día siguiente.

─¡Mierda!─ exclamó Mari.

─¿Qué pasa?, ¿tenías algo que hacer?─ inquirió León enarcando una ceja, característico de los Ferreira vamos.

─¿En serio mufasa?, ¿novio celoso?.

María me golpeó el hombro y yo hice una mueca de dolor, pero no me callé, quería pelea, fuego, fuego. Dios y más cuando observé mejor a Polo, se había cambiado antes de salir, traía unos pantalones holgados, de esos para entrenar, pero su torso, ay jesús, salpícame de músculo que quiero morir noqueao.

Esos pectorales, esos bíceps, muero.

─Dilan puedes mirar hacia adelante por favor, vas embobado─ miré por el retrovisor y María me miraba lobunamente.

¿A conque guerra eh?

─Al menos mi novio es guapo─ miré con superioridad por la ventanilla.

─¿Perdona?─ dijo León.

Sorry mufasa.

Polo frenó de golpe; ─hemos llegado─ dijo.

─¿Serás cabrón?─ chilló la Mari─ me has pegado un susto de muerte.

─Creo que te he salvado─ me susurró al oído.

Le sonreí─ eres un tonto.

Estaban poniendo la película Fuga de cerebros, a mi me encantaba así que pedimos esa. Compramos palomitas y entramos a la sala.

Aún no comenzaba, me senté en medio de Polo y María Isis.

─Tenemos que hablar─ me dijo la peliroja─ vamos al baño.

─Ahora volvemos─ informé.

Entramos al de señoritas, en definitiva a mi me gustaba lo mismo que a ellas. *Risa nerviosa.

La Casa del GymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora