Dilan es un estudiante de 2do año de secundaria, tiene 16 años, escuálido de nacimiento, apasionado de la fotografía y gay, todo lo necesario para ser el motivo de burlas de sus compañeros de clase.
Puerta con puerta a su casa se encuentra la mansió...
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No se puede huir de lo que te acelera el corazón y te detiene el tiempo.
Dilan Hidalgo
Me desahogué, lo conté todo, descargué todas mis emociones como si fueran un licuado de frutas, solo que sustituido por rabia, impotencia, ira. Me lancé sobre la cama.
─¿Te amenazó?─ Dani llevó una mano a su boca─ ¿pero como se atreve?, ¿quien se cree esa bruja?, hay que decírselo a papá, esto no puede quedarse así, por más dinero que tenga esa familia eso no les da derecho de entrar a nuestra casa y amenazarnos así como si nada.
─Ay, la cuerpo de jabalina esa, pero esto no se queda así, ahora mismo voy y le arranco las extensiones esas─ María Isis trató de ponerse de pie pero se lo impedí.
─Ey, aquí nadie hará nada, ni se lo dirás a papá─ miré a Dani─ ni le arrancarás nada a nadie- esta vez a la peliroja.
─¿Y qué quieres?, ¿que nos quedemos de manos cruzadas?─ inquirió Dani─ Dilan que te ha amenazado.
─Espera, hay algo que no me cuadra─ dijo María─ ¿por qué Lucrecia querría que te alejaras de Polo?, no, no puede ser─ me miró sorprendida- a no ser que...
─Polo es mi novio.
─¡¿What?!─ exclamaron ambas dramáticamente.
─¿Cuando pasó esto?─ preguntó Dani realmente sorprendida.
─Hace unos días─ admití.
─Eres un cabrón─ María Isis me golpeó el hombro─ ¿por qué no nos lo habías contado?.
─Polo me lo pidió, además, yo ni sabía lo que éramos exactamente, Polo lo reconoció hoy y...por eso no tuve el valor de terminar con él─ sollocé.
─Ay querido─ ambas me abrazaron─ solucionaremos esto vale, pero tienes que decirnos que fue lo que te dijo Lucrecia exactamente.
Me acomodé en medio de ambas creando un ambiente de confidencialidad.
─Aparte de las amenazas me dijo cosas horribles, que era una basura, un pobre diablo y un maldito enfermo, que no sabía ni lo que era el amor─ confesé cerrando fuertemente los ojos, no quería recordarlo.
─Será cabrona─ María Isis comenzaba a exasperar─ maldita vieja culera.
─Dilan escúchame─ habló Dani─ pero escúchame bien, mientras tú sepas quien eres no hay nada que demostrar. Eres lo que crees que eres y por eso debes amarte, porque tú no eres una opción, eres un privilegio, y quién no sepa valorarte, es mejor que te pierda─ apretó sus labios, estaba furiosa─. Sin importarte la opinión de nadie, sé tú mismo, porque cuando tratas de ser alguien diferente, cuando tratas de cubrir tus defectos, cuando tratas de ser alguien diferente a quien eres, cuando tratas de ir en contra de tu verdadera naturaleza, te vas a asfixiar por dentro y no es para lo que naciste. Así que si el mundo puede manejarlo o no, no es tu problema. Sé tú mismo.
