Dilan es un estudiante de 2do año de secundaria, tiene 16 años, escuálido de nacimiento, apasionado de la fotografía y gay, todo lo necesario para ser el motivo de burlas de sus compañeros de clase.
Puerta con puerta a su casa se encuentra la mansió...
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¿Y si juntos no funciona?.
La distancia a veces es una forma de encontrar la paz.
Dilan Hidalgo
La canción "Unstoppable" de Sia resonaba en la radio de mi habitación, me encantaba, pero no podía cantarla, pues trataba de retener la carcajada que me provocaban las caras de culo que habían puesto Colette y María Isis, por un minuto me olvidé de todo, de Polo, de la apuesta, de mi leucemia, de el asesinato de Jane. Pero regresé a la realidad cuando analicé y comprendí la gravedad de las palabras de Derek.
Los han declarado inocentes.
Reconozco que en un aludido una efímera felicidad me invadió, saber que Polo estaría libre, pero esa pequeña porción de felicidad quedó complementada con el pánico, el pánico de pensar que era culpable realmente y que todo ese asunto de la apuesta solo fue una excusa para acercarse a mi y hacerme daño.
─Me cago en la justicia de los cojones─ masculló María Isis.
─Te recuerdo que en parte tienes la culpa─ Colette se cruzó de brazos.
─¿A qué se refiere?─ Daniela frunció el ceño.
─Blair quería ayudarnos, había descubierto que el padre de Bárbara trataba de comprar a el testigo y por culpa de esta cabeza hueca ellos están libres─ dijo dramáticamente.
─¿Qué hiciste que?─ Derek miró a la peliroja enfadado y ella hizo la señal de amor y paz─. ¿Pero tú estás mal de la cabeza?.
─Eh, un respeto no─ rebatió la Mari exagerando el acento─. Blair solo quería fastidiar, la conozco perfectamente, es igual que su hermana.
─¿Pueden dejar de pelear?─ pedí.
─Tienes razón─ Daniela se sentó a mi lado dejando salir un suspiro─. Ya no podemos hacer nada, están libres.
─Creeme que volverán a caer, la justicia de este país tal vez no sirva una mierda pero la divina si que nunca falla─ dijo Colette levantándose y caminando hacia la puerta─. Tengo que irme chicos, nos vemos luego.
─Dilan tenemos que ir a comisaría─ me dijo Derek─ hay que declarar.
Comencé a temblar, pero me calmé al sentir el tacto de María y Daniela sobre mis manos─. Estaremos contigo, nada va a pasar.
Asentí.
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─¿Entonces todos ustedes estaban juntos la noche que Jane desapareció?─ el oficial de policía encargado de el caso anotó algunas cosas en su cuaderno.
