Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas, te quiero como para no soltarte jamás.
Mario Benedetti.Dilan Hidalgo
Podríamos conceptualizar la felicidad como un estado de satisfacción plena, una definición simple pero que tiene profundas implicaciones desde el punto de vista práctico.
La felicidad es un estado subjetivo, cada persona la experimenta de una manera distinta.
Puede estar provocada por diferentes cosas o situaciones, dependiendo del significado que cada persona le confiera a estas.
Y la mía se encontraba en estos momentos tomándome de la mano, conduciéndome al paraíso en el cual una vez estuve, pero de una manera tan fugaz desapareció en ese entonces.Y quién se hiba a imaginar que una persona como yo, tan...insignificante estuviera al lado de el chico más popular y maravilloso de la ciudad.
*Suspiro dramático*un sueño hecho realidad.
─Sujeta duro que si no te vas a caer─ me dijo Polo cuando subíamos por las escaleras de el árbol que ¡dios!, recordaba más pequeño.
─Polo no voy a poder, creo que mejor regresamos, esta tormenta no pinta bien.
─Pues precisamente por eso Dilan, tenemos que resguardarnos, anda vamos.
Y como al parecer no lo convencería me callé e hice mi mayor esfuerzo por trepar como el lo hacía. Aunque...y ojo, no piensen que soy un pervertido, pero es que entiéndanme, en esta situación y...vamos que le miré el culo=)
Se veía tan jodidamente sexy, capaz de derretir hasta el más frío de los témpanos que yacían en la antártida.
Finalmente llegamos a la cima, ni yo mismo me creía que lo había conseguido, estaba muy agotado, acababa de realizar ejercicio y salir de una caída, joder.
─¿Estás bien?─ me preguntó esbozando una sonrisa.
A tu lado siempre estoy bien
─Claro─ asentí y cuando hube recuperado un poco el aliento me dediqué a observar mi alrededor, hacía 9 años no pisaba ese lugar.
Estaba tal y como la recordaba, tengo memoria fotográfica así que recuerdo cada detalle por insignificante que fuere.
Un verde musgo que cubría las paredes por fuera le daba ese toque rural y campestre que a mi me encantaba. El aire puro que habitaba a esta altura era simplemente espectacular. Me dediqué a llenar mis pulmones con ese maravilloso compuesto, solo que mucho mas limpio, mas vital, como los ríos en su punto de nacimiento, donde el agua es más clara, más pura, más natural. La madera de la cabaña aunque ya era vieja se conservaba perfectamente, supongo que le aplicarían algún producto para ello, estábamos hablando de los Ferreira, no hay nada que no puedan hacer o tener.
La plataforma de madera donde nos encontrábamos estaba perfectamente pulida, una pequeña carpa nos recubría de la fría lluvia que ya había empapado todo el lugar, ahora cernido por una inmensa neblina que no dejaba ver con claridad nuestros alrededores. El frío comenzaba a calarme los huesos así que me abracé a mi mismo. Varias hojas de el roble empezaban a caer producto de el viento que comenzaba a tornarse violento.
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La Casa del Gym
Teen FictionDilan es un estudiante de 2do año de secundaria, tiene 16 años, escuálido de nacimiento, apasionado de la fotografía y gay, todo lo necesario para ser el motivo de burlas de sus compañeros de clase. Puerta con puerta a su casa se encuentra la mansió...