Dilan es un estudiante de 2do año de secundaria, tiene 16 años, escuálido de nacimiento, apasionado de la fotografía y gay, todo lo necesario para ser el motivo de burlas de sus compañeros de clase.
Puerta con puerta a su casa se encuentra la mansió...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aunque suene absurdo, son los pequeños detalles de la vida los que nos hacen felices: un simple roce de cuerpo, un breve cruce de miradas, un efímero segundo en el mismo espacio de la persona que más quieres en el mundo.
Hola Caín de Matías García
Dilan Hidalgo
─¿No me dirás donde vamos?─ inquirí curioso, aún me dolía un poco la cabeza pero con el medicamento que había tomado antes de salir pronto se me pasaría.
─No seas impaciente motita─ me dijo esbozando una sonrisa, íbamos en su auto, su maravilloso aroma estaba impregnado por todas partes, esto era demasiado para mi pobre corazón.
─Adoro cuando me dices motita─ me di cuenta enseguida de la tontería que había dicho y cubrí mi rostro con mis manos.
Polo rió─ te ves muy mono, así todo apenado.
─Eso solo hizo aumentar el calor en mis mejillas.
─¡Polo!─ reí y el se carcajeó. Hasta en eso se veía jodidamente guapo, señor todopoderoso apiádate de esta pobre alma.
Llegamos hasta una zona de la ciudad que no conocía. Las calles estaban empedradas cuidadosamente, con un acabado fino, elegante. De seguro era un lugar para personas con dinero.
Mis ojos contemplaron millones de viviendas, todas con colores opacos, grises, todas alineadas perfectamente, era idénticas, sosas, como si de una maqueta se tratara.
─Que lugar más triste─ dije.
-Lo sé, pero ya casi llegamos, te sorprenderás.
Comenzó a sonar entonces "Locked out heaven" de Bruno Mars. Me encantaba esa canción, cuando no me encontraba deprimido o llorando por la vida me gustaba cantarla a todo pulmón. Empecé a moverme a su ritmo y tararearla. Polo me miró de soslayo.
─No sabía que cantaras tan bien─ enarcó una ceja.
─No es cierto─ rebatí─ solo es un hobby, mi pasión es la fotografía.
─Es cierto, un día nos tenemos que tomar una.
─¿Una?─ reí.
─Millones si es contigo─ mostró sus maravillosos hoyuelos.
─No te tienes que preocupar─ busqué en mi mochila─ traigo mi cámara.
