La Casa del Gym

Capítulo 14

El tiempo pasa, los recuerdos se desvanecen, los sentimientos cambian, la gente se va, pero el corazón nunca olvida los buenos momentos.

Polo Ferreira

No dijimos nada más, en realidad no hizo falta. Hasta que se me ocurrió preguntar algo.

─¿Quieres pasar la noche conmigo?─ dije y me di cuenta del error.

─¡¿Qué?!─ exclamó.

Para que describir su cara, parecía un príncipe negro, espléndido, con un color rojo intenso plasmado en su rostro.

─No no─ moví mis manos y solté una risa nerviosa─ no es lo que crees─ llevé una mano a mi nuca.

─Vale vale─ miró hacia el suelo tratando de ocultar la vergüenza.

─Puedes...quedarte a dormir si quieres─ pidió aún con la cabeza gacha.

Vamos que me lo comía. Em...en el buen sentido claro.

─Si─ dije antes de que pudiera terminar de hablar y reí, estaba nervioso.

─Estás nervioso─ aseguró. Dios, como me conocía.

─Pero tú no te quedas atrás─ esbocé una sonrisa lobuna.

─Ya basta─ me dió en el hombro.

─Anda vamos─ lo tomé de la mano.

─Es a dormir Polo Ferreira.

─Ujum, yo no he dicho nada, mal pensado.

Sonrió.

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─Y esta es mi colección de peluches- señaló.

Mi boca se abrió en una gran O─. Dios, si que te gustan.

─Los tengo desde niño, son mis regalos de cumpleaños.

Me acerqué, había todo tipo de animales, tortugas, perros, gatos, conejos y hasta una rata.

─Que asco, una rata─ exclamé, en verdad las odiaba.

─Ey, deja al señor bigotes en paz─ chilló cual niño pequeño cuando le quitan su golosina.

Reí─ ¿en serio, señor bigotes?, ¿eso no es un gato?.