Capítulo 37

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Duele aparentar ser fuerte, cuando todo se rompe dentro de ti

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Duele aparentar ser fuerte, cuando todo se rompe dentro de ti.

Dilan Hidalgo

Todo va a estar bien

Hey, eres más fuerte de lo que crees

Saldremos de esto juntos

Eran las típicas palabras de los demás cuando una persona era diagnosticada con una enfermedad grave y yo la había vivido en carne propia. Lágrimas rodaban por los ojos de mis hermanos, de María Isis, de León, cuando mis padres nos dieron la noticia de mi leucemia un día después de ir a ver al médico, en cambio yo me mantuve firme, estático, no se ni de donde saqué fuerzas para no derrumbarme como ellos, normalmente cuando le comunicas a alguien que su tiempo de vida es mucho más prolongado que el del resto se echaría a llorar, pero yo no, lo único que hice fue dejarme caer sobre el sofá en la sala de estar, mirar a mis padres, mamá no conseguía dirigirme la mirada.

─¿Cuánto tiempo me queda?─ esta vez no tuve el valor de conectar con sus ojos.

─Aún estás en la fase 1 de la enfermedad, se puede tratar─ explicó mi padre.

─Pero claro que se puede tratar─ Dani se arrodilló ante mi─ estarás bien ¿me oyes?, vivirás por muchos años, tendrás hijos y serás muy feliz, te lo prometo.

Mi corazón se estrujó con sus palabras, esta vez fue inevitable que una lágrima rebelde escapara de mis cuencas.

─Esta vida es una mierda─ dije esbozando una sonrisa, no quería que me vieran mal.

─Pues si─ María sorbió su nariz─. Pero que le vamos a hacer ¿no?. Fue lo que nos tocó, la vida a veces duele, a veces cansa, a veces hiere, no es coherente, no es fácil, pero a pesar de todo la vida es bella.

─Vaya─ sollocé─ veo que te volviste fan de los clásicos.

María hizo una mueca.

─¿Y cuál es el tratamiento?─ preguntó León sentándose a mi lado y colocando su mano sobre la mía.

─Tiene que recibir quimioterapia urgentemente─ informó papá.

Quimioterapia, esa palabra que siempre me había provocado escalofríos, cada que veía a una persona en el hospital o la televisión recibiendo una sesión sentía ganas de llorar, la caída de el cabello, las secuelas irreversibles para la salud del organismo.

León tomó mi mano y fortaleció el agarre.

Nunca estarás solo Dilan.

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