La Casa del Gym

Capítulo 31

31- Confesiones (Parte 1) -

Incluso si no podemos estar juntos al final, me alegro de que hayas sido parte de mi vida.

Dilan Hidalgo

Respecto a la carta enviada por Hunter, pues Polo no dejó que la leyera, aunque me moría de curiosidad, me preguntaba que no me podía decir el chico a la cara para enviarme una epístola.

Polo pasó la noche en mi habitación, claro que mis padres me obligaron a mantener la puerta abierta en todo momento y él durmió en un colchón inflable, nos mantuvimos por horas solo observando el techo de mi recamara, tomados de la mano en todo momento, hasta que el sueño nos venció a altas horas de la madrugada.

.

Una tenue luz que se colaba por mi ventana me hizo abrir los ojos. Mis tripas comenzaron a rugir cuando a mi nariz llegó aquel agradable aroma. Deslicé mi vista hacia la mesita de noche, la carta seguía ahí, sellada. Juraría que Polo la destruiría, pero no, y eso me hizo sonreír internamente, porque me estaba demostrando que intentaba cambiar por mi. Si, tenía curiosidad por leerla, pero no lo haría, lo que Hunter me tuviera que decir podía hacerlo él mismo. Claro a no ser que fuera una carta de socorro porque unos narcotraficantes colombianos lo tuvieran secuestrado en un almacén y el único contacto fiable que tuviera a quien hablarle fuera a mi, aunque lo dudaba mucho.

Fue entonces que recordé.

Mierda- maldije internamente.

Me levanté a hurtadillas, aún tenía mucho sueño pero el hambre me vencía, desde que tomaba las pastillas recetadas por el médico mi apetito solo aumentaba. No se por qué pero presentía que este día no acabaría bien. ¿Y dónde carajos estaba Polo?.

Aún bostezando bajé a la cocina, no quería que absolutamente nadie me viera el día de hoy pero ya que hacer. Papá se encontraba leyendo el periódico, mamá en la cocina preparando las tortitas que tanto me gustaban junto a un chico que supuse sería Derek. Dani llegaba de el hospital, Jayden permanecía hospitalizado pero se estaba recuperando.

─Hola a todos─ saludé y ellos respondieron normalmente, como todos días, ¿acaso no se acordaban?.

Nos sentamos en la mesa, miré a Dani─. Hoy visitaré a Jayden─ tomé una tostada para untarle mermelada.

─Me parece bien, dice que te extraña mucho─ dijo sirviéndose café.

─Pues que diré de mi─ deslicé la mirada por cada uno de los presentes. No podía ser que no se acordaran, si cada año apenas se levantaba tenía que encerrarse en su cuarto nuevamente─. ¿Dónde está Derek?.

─Fue a por su novia─ dijo mamá─. Mientras estabas en Francia, organizó una cena para que la conociéramos pero ocurrió el accidente de tu hermana.

─Sigo creyendo que fue una irresponsabilidad de ese chico─ dijo papá.

─Creo que ya hemos hablado de esto─ rebatió Dani─ Jayden no tiene la culpa de nada de lo que pasó.

─Hemos llegado─ distinguí la voz de Derek, que llegaba y junto a él...¿Jane?.

─Sorpresa─ me dijo Dani y mi boca se abrió en una gran O.