Capítulo 1

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Cepilló su cabello, el sol le sacaba destellos dorados. Sus ojos azules como el hielo demostraban una extraña calidez. Elizabeth Sarsfield era la mujer mas bella de todos los siete reinos, la mas hermosa en todo el mundo. Pertenecía a una casa menor, vasallos de la casa Lannister, pero su belleza era codiciada por los mayores Lords y envidiada por miles de doncellas de mayor rango que ella.

"Debo hablar con padre" Recordó mientras caminaba hacia la puerta de su habitación. Bajó las escaleras y se dirigió hacia la sala donde supuso estaría su padre, leyendo como siempre a estas horas de la mañana. Toco la puerta antes de pasar.

Lord Sarsfield se encontraba con los ojos puestos en un libro, era un hombre mayor, pero se lo notaba agotado, tener que defender a la casa Sarsfield a su edad, ademas de a toda su familia era demasiado. Esto estaba acabando con él.

—Effy, hija mía, ¿A qué se debe esta visita? - Su familia era la única que la llamaba así. Sus padres, hermanos y hermana.

—Padre, sabes porqué vengo. Esto tiene que terminar. Iré con el rey y lo convenceré para que nos ayude.

—Elizabeth, eres mi más preciado tesoro en este mundo, no sabría que hacer algo te sucediera. Ya lo hablamos y pensé que había quedado claro, la respuesta es no.

—No me quedaré de brazos cruzados mientras los Lannister atacan nuestra casa. ¿A quién más podemos recurrir, si quien se supone que debe protegernos, nos ataca? No me quedare aquí viendo a mi padre morir.

Elizabeth ya era toda una mujer, había tenido su sangre de la luna y contaba con una madurez muy mayor para sus 16 años de edad.

No estaba casada, porque sus padres no querían entregarla a cualquiera, pero era muy afortunada de contar con semejantes pretendientes perteneciendo a una casa menor. Incluso uno de los sobrinos de Lord Tywin Lannister, Martyn Lannister, era uno de sus pretendientes.

—Querida mía, comprendo tu preocupación, pero entiende mi desconfianza al enviarte tan lejos de mi, donde no puedo cuidarte ni saber nada de ti. Enviaré a alguien más si así lo quieres, a alguno de mis escuderos o...—Fue interrumpido por Elizabeth al instante.

—Padre, ¿Tus escuderos? Es el rey, no un simple señor menor, consideraría un insulto incluso que no fueras tú en persona.

Pero claro, a Elizabeth no le faltaba capacidad, y todo el mundo sabia que ella era el tesoro de su padre, la mujer más bella del mundo.

—Mira, mi hermano mayor esta ocupado manteniendo las tropas para que los Lannister no irrumpan en el castillo, pero solo nos están dando tiempo a que nos rindamos porque somos sus vasallos. —No se molestó en ocultar la preocupación en su voz. —Sus hombres nos superan de cien a uno padre, y eso es solo la cuarta parte del ejército de Lord Tywin, no tenemos más tiempo que perder. Mis otros hermanos son niños, y madre debe permanecer aquí contigo cuidándote, no eres el mismo joven que solías ser.

Lord Sarsfield suspiró mirando los ojos de su hija. Lo había convencido.

—Ya no eres mi pequeña niña, ya eres toda una mujer. —Murmuró con nostalgia. —Partirás mañana al amanecer, esta noche cenaremos en tu honor.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora