Al terminar la cena, se retiraron a sus habitaciones. Elizabeth se encontraba en la habitación de Rhaella, arropando a su hija entre las sábanas de seda.
-¡Mami, mami! ¿Me cuentas una historia?-Pidió Rhaella, al igual que todas las noches.
-Por supuesto mi amor.- Accedió Elizabeth. -Dime, ¿Una historia sobre qué quieres oír?
-La de la doncella de cabellos de oro y ojos de diamantes.
-¿Qué historia es esa mi pequeña?
-La del príncipe, el príncipe y la doncella. -Se explicó Rhaella, Elizabeth rió.
-Pero amor, te he contado esa historia anoche, y la noche anterior a esa también. -Acarició el cabello de su hija, quitándolo de su rostro.-¿Aún quieres oírla?
Rhaella asintió con la mitad de su rostro escondido entre las sábanas, mirándola con sus hermosos ojos idénticos a los de Jon.
-De acuerdo. Existía una doncella hace muchos años, con cabellos de oro y ojos de diamantes, hermosa como mil atardeceres. La doncella conoció a un príncipe, que al igual de encantador y atractivo, era cruel y despiadado.
-¿Cómo era el príncipe mami? -Su hija ya lo sabía, había escuchado la historia millones de veces pero aún así adoraba oírla.
-De cabellos negro azabache, y ojos penetrantes.
-Oscuros como el invierno.-Continuó Rhaella, haciendo reír a su madre.
-Así es hija, oscuros y fríos como el invierno. Ese cruel príncipe capturó a la doncella en su palacio, obligándola a hacer cosas espantosas e inimaginables para ella, y la hermosa doncella de cabellos de oro estaba triste, y detestaba a aquel príncipe tan perverso. Pero la doncella era tan fuerte y valiente como hermosa, así que soportó todas y cada una de las atrocidades de aquel príncipe. Pero al pasar el tiempo, la doncella y el príncipe comenzaron a agradarse, ya no discutían tan a menudo, y es que una noche al calor de la chimenea, aquel príncipe confesó su amor a la doncella. Ella estaba atónita, le era imposible creer que alguien como él estuviera enamorado de ella, pero descubrió que bajo toda esa cobertura de piedra y hierro macizo, escondía el corazón más puro y bondadoso que ella jamás hubiera conocido.
-¿Mami el príncipe amaba mucho a la doncella?
-Sí amor, la amaba con toda su alma. Pero la doncella temía amar al príncipe, pues había muchos en contra de su amor.
-¿Quiénes mami?
-Una princesa malvada, y una bestia de ojos rojos como la sangre y cabellos negros, con uñas y dientes largos y afilados. -Rhaella se tapaba bajo las sábanas por miedo.
-Pero eso no iba a pasar, ¿Cierto mami?
-Jamás nadie iba a separarlos.- Dijo Jon apoyado en el marco de la puerta.
-¿Jamás?-Preguntó Rhaella.
-Jamás. -Respondió Elizabeth con una sonrisa. -Pero mañana te contaré el resto de la historia, es muy tarde ya.
-Pero mami.-Protestó Rhaella, pero Jon la interrumpió.
-Tu madre tiene razón hija, es muy tarde ya. -Se acercó a ella y besó su frente, mientras su hija soltaba un bostezo. -Buenas noches.
-Buenas noches amor mío. -Saludó también Elizabeth besándole la mejilla después que Jon.
-Buenas noches. -Se despidió ella acostándose en su cama, Jon tomó la mano de Elizabeth y se dirigieron hacia la puerta de la habitación. -¿Mami?-Llamó su hija.
-¿Si preciosa? -Preguntó ella volteando a verla.
-¿Cómo se llamaba la doncella?
-No lo recuerdo bien. ¿Cómo tú quieres que se llame amor? -Rhaella se quedó pensativa jugueteando con las sabanas hasta que finalmente respondió.
-Elizabeth. Porque es hermosa y valiente, igual que tú. -Elizabeth sonrió a su hija emocionada.
-E igual que tú hija mía. Hasta mañana princesa, te amo.
-También los amo. -Dijo Rhaella antes de irse a dormir, con sus sueños llenos de fantasías de príncipes y hermosas doncellas.Al llegar a su habitación, cerraron la puerta tras de sí.
-¿Principe cruel y despiadado, eh?-Preguntó Jon con una mueca.
-También dije encantador y atractivo, tú oyes lo que quieres oír.-Dijo Elizabeth rodeando el cuello de Jon con sus brazos.
-¿Y la doncella de cabellos e oro y ojos de diamantes?
-Eso fue invento de Rhaella. -Rió ella. -Jamás describí a la doncella de mi historia.
-Pero sí al príncipe.
-Claro que sí. Sus hermosos ojos fríos y grises de invierno, con su cabello negro azabache.-Elizabeth acarició el rostro de Jon, se acercó a él y lo besó. Jon se sentó al borde de la cama y Elizabeth sobre él.
-Recuerdo cuando le contabas esa misma historia a Felicity.
-Ella adoraba oírla, la pedía cada noche, al igual que Rhaella. Eventualmente descubrió que era nuestra historia disfrazada con algunas otras cosas.
-Y en ese momento era cuando más le gustaba oírla.
-Así es. -Rió Elizabeth .-Pero esperé a que fuera mayor para contarle cómo fue todo realmente.
-¿Ah si? No sabía eso.
-Así es. Que el príncipe era un rey, nada menos que su padre, y que aquella doncella había sido alguna vez Lady Elizabeth Sarsfield, la doncella más hermosa de los siete reinos.
-Y ahora eres Reina Elizabeth Stark, la más hermosa mujer de los siete reinos.- Jon besó los labios de Elizabeth con suavidad.
-Después de todos estos años, es increíble que aún conserve ese título.-Dijo ella negando con la cabeza.
-Porque eres indiscutiblemente la mujer más hermosa de todo Poniente.
-Quizás algún día, alguien más joven y hermosa me destrone.
-Eso sería imposible. -Jon colocó ambas manos en el rostro de Elizabeth. -Pero de todos modos, tú siempre serás la mujer más hermosa en el mundo a mis ojos.
-¿Lo prometes? -Preguntó Elizabeth sonriendo, esa hermosa sonrisa que su esposo tanto adoraba.
-Lo prometo. -Respondió él, con su frente pegada en la de ella.
-Te amo Jon.
-Te amo mi reina. -Finalmente se besaron, al igual que lo hacían cada noche y cada mañana, desde el día en que se conocieron.Fin.
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Don't deserve you. (Editando)
FanfictionLady Elizabeth Sarsfield, considerada la mujer mas hermosa de los siete reinos, proviene de una casa menor, vasallos de los Lannister. Emprende un viaje hacia Desembarco del Rey para pedirle ayuda al rey Jon Stark, que al quedar hechizado por su bel...