Don't deserve you. (Editando)

Capítulo 10

La música comenzó a sonar.

—¿Me concedería este baile mi Lady?— Joffrey preguntó.

—Claro que sí— Respondió Elizabeth, él la llevo hacia donde las demás parejas estaban bailando.

—Es una excelente bailarina, señorita Elizabeth.

—Muchas gracias, nuestra septa nos enseño muy bien a mi hermana y a mí.

—Pues la felicito a ambas, usted y su septa.

—Usted también es un gran bailarín.—Joffrey rió.

Elizabeth vio hacia otro lado y se encontró con la mirada de Jon. Tenia el ceño fruncido, y los miraba con ira.

Continuaron bailando hasta que Robb Stark apareció y preguntó si podía bailar con Elizabeth, ella aceptó y se despidió de Joffrey. Éste besó su mano y se fue.

—¿Cómo se encuentra esta noche, mi Lady?—Preguntó Robb

—De maravilla, ¿Cómo está usted?

—Muy bien. —Elizabeth observó que Jon estaba ahora bailando con Lady Margaery. —¿Qué tal su amiga?

—¿Lady Rosemary? —Preguntó Elizabeth con una sonrisa. - Pues, se encuentra perfectamente, creo que usted debería bailar con ella esta noche.

—Probablemente lo haga. —Dijo Robb.

En ese momento alguien la agarró del brazo.

—¿Me permites hermano? — Era la voz de Jon, a Elizabeth se le erizó la piel.

--Por supuesto, feliz cumpleaños Jon.

Él colocó su mano en su cintura y Elizabeth apoyo la suya en su hombro suavemente. Se tomaron de la mano y comenzaron a bailar.

No hablaron, bailaron en silencio, pero se miraron en todo momento.

Él la hizo girar, la tomó por la cintura y la elevó por los aires. Sentían las miradas de todo el mundo, pero no parecía importarles.

Pero tenerlo tan cerca, sintiendo como sus brazos la abrazaban y la sostenían tan cerca era más que doloroso. Sus ojos grises estudiando su rostro, y ella miraba sus labios con tal deseo que creyó que quizás a su alrededor las personas comenzarían a notarlo.

Elizabeth no pudo soportarlo más, tenía que salir de allí. Quiso hacerlo, pero Jon la atrajo hacia sí, quedando sus manos en la cintura de ella, y las manos de Elizabeth enrolladas en su cuello. Por un momento pensó que iba a besarla, y por una milésima de segundo, quiso que lo haga.

Volvieron a tomar algo de distancia y continuaron bailando hasta que la canción hubo finalizado.

Ella se fue hacia el bosque de los dioses después de eso. Se quedo allí rezándole a los antiguos dioses, su madre creía en ellos así que ella también lo hacía. Escuchó detrás de ella.

— Estás hermosa, si no es obvio. — Era Jon.

—Gracias. —Respondió ella. —Feliz cumpleaños.

—¿Te divertiste hablando con Joffrey Baratheon?

—Es una gran compañía.—Respondió desafiándolo.

—Claro que lo será, mientras quiera meterse en tu cama.

—¿Discúlpame? ¿A qué te refieres con eso?—Dijo ella.

—Sabes exactamente a lo que me refiero. —Dijo mirándola. —No hay que ser muy inteligente para notar la forma en la que te miraba.

—Pensé que no observarías nada, estando ocupado con Lady Margaery —Respondió Elizabeth, estaba harta de todo esto.

—Lady Margaery es mi prometida, Joffrey Baratheon solo quiere divertirse contigo.. —Elizabeth abrió los ojos como platos, pero no se quedaría callada.

—No sería el primero que solo busca divertirse conmigo. Al menos él no está comprometido. —Jon tensó la mandíbula, luego sintió como la acorralaba contra un árbol.

—Tienes razón, no es el único que quiere divertirse contigo, la lista es larga. Yo comencé haciéndolo, y ahora quiero continuar. —Dijo.

Elizabeth lo abofeteó.

Él agarró sus manos y las pegó contra el árbol.

—Suéltame.

—Tú eres mía, ¿No lo recuerdas?

—Ya no lo soy.

—¿Y porque utilizar ese vestido entonces? Me dirás que no supiste que era yo quien te lo envió.

—¿Qué quieres Jon? No me hablas en semanas, actúas como si no me conocieras, debo verte cada día junto a Lady Margaery. Y ahora vienes aquí diciendo que te pertenezco y me haces una escena de celos por bailar con Joffrey Baratheon.

Jon suspiró.
En un instante besó los labios de Elizabeth y la tomó por la cintura, ella enrollo sus brazos en su cuello y enredó sus dedos en su cabello. Jon la aprisionaba contra el árbol y la besaba, se sentía desesperado y dulce a la vez. Separó sus labios de los de ella.

—Creí que ya me habías olvidado.—Murmuró.

—Yo confesé que te amo Elizabeth, no puedo simplemente olvidarte. Fuiste tú la que no quiso aceptar lo que sentía.—Dijo mirándola a los ojos. Ella tragó saliva.

—No es tan simple. Tú eres el rey y yo pertenezco a una casa mucho menor, sin contar que estás comprometido con Lady Margaery, y es un matrimonio que beneficiaría a todos. Yo solo fui tu puta.

—No es cierto Elizabeth, ya deja de decir eso. Yo te amo.

—¿Porqué?

—No puedes preguntar porqué cuando se trata de amor. —Luego de eso solo dio media vuelta y se fue.

Elizabeth se quedó allí, inmóvil, él tenía razón.
Pero la peor parte era que se sentía aún más deprimida que antes. Al menos antes podía culpar a Jon, podía decir que él la había olvidado. Ahora estaba segura, la culpa era enteramente suya, por ella y su miedo a decir lo que sentía.

¿Pero qué sentía? ¿Qué era lo que sentía hacia el hombre que la había manipulado? ¿Qué sentía hacia este hombre que la había amenazado a costa de su familia?

Cada vez que lo veía tenia la necesidad de golpearlo y besarlo, de insultarlo y abrazarlo, de detestarlo y de quitarse la ropa hacer el amor con él. Pero sí que sabía lo que sentía cuando lo estaba con él. Cuando no estaba junto a Jon lo extrañaba, extrañaba sus besos y sus caricias, la forma en que la amaba y que le decía que era suya. Este era uno de esos momentos, pero sabía que no podía hacerlo. Sabía que no podía y eso le dolía.