Capítulo 14

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La cabeza le daba vueltas, sabía lo que haría, solo tenía que encontrar una forma de conseguirlo. El té de la luna no es algo que se puede encontrar fácilmente sin que todo Poniente se enterase que estaba embarazada, y era solo cuestión de pensarlo a profundidad para enterarse quien era el padre.
Ya sabía a quien se lo pediría, era la única persona en la que podía confiar en este lugar, la única que estaba cerca de considerar un amigo. Se levantó y se encaminó hacia el salón principal del Trono de Hierro, esperando poder encontrarlo allí.
Así fue, frente al imponente trono se encontraba la mano del rey, Tyrion Lannister, hablando con Lord Petyr Baelish. Por suerte Jon no se encontraba por ninguna parte de allí.
Elizabeth saludó cordialmente a ambos y, cuando Lord Baelish se hubo retirado, solicitó a Tyrion si podía tener una conversación con él en privado. Se dirigieron hacia la Torre de la Mano.
-Tome asiento. -Dijo Tyrion. -¿Le gustaría tomar algo?
-No, muchas gracias. - Contestó con un leve gesto de agradecimiento.
- Pues, más para mí. - Dijo con una sonrisa mientras llenaba su copa de vino. -Dígame, ¿En qué puedo ayudarle? -Elizabeth suspiró.
-Necesito un favor suyo.
-¿Un favor? - Hizo una breve pausa- ¿Qué clase de favor?
-Uno el cual requiere suma confidencialidad. Nadie puede enterarse, nadie debe saberlo.
-Mi Lady, cualquier cosa que sea, puedes confiar que no diré una sola palabra. Ahora dime, ¿Qué es lo que necesitas? -Elizabeth miró sus manos, algo temblorosas, tenía mucho miedo de preguntar, pero sabía que debía hacerlo. Tragó saliva.
-¿Sabe usted como se prepara el Té de la Luna?- Tyrion frunció el ceño.
-¿Té de la Luna? Pues, es preparado por los maestres, o algunas mujeres sabias. Según mis conocimientos, contiene flor de Tanaceto, menta, ajenjo, miel y una gota de menta poleo. ¿Porqué preguntas?
- Yo... Lo necesito. -Continuó Elizabeth avergonzada.
-Ya veo. ¿Tú quieres que te lo consiga? - Ella lo miró fijamente y asintió.
- Si es posible...
- De acuerdo. - Elizabeth lo observó sorprendida y esbozó una sonrisa involuntaria.
- Gracias, muchísimas gracias.

Se encontraba en su habitación, casi pasado el atardecer. Observaba con detenimiento la taza de té que Tyrion le había traído hacía ya una hora.
"-Piensa bien lo que harás, una vez lo tomes no hay vuelta atrás. No habrá lugar a arrepentimientos-" Esas habían sido sus palabras antes de retirarse de la habitación. Se tomó tiempo para darse un baño, cepillarse el cabello, cambiarse, perfumarse un poco. Estando frente al espejo colocaba las manos en su vientre y se observaba, este era su hijo, su primer hijo, e iba a perderlo. Lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, "Tú te lo buscaste, puta estúpida" Pensó. Era la verdad, ella se lo había buscado, ella sola se había metido en la boca del lobo, y se había sentido tan bien. Pero que culpa tenia su hijo? No era él el culpable de su situación social, no era culpable de que ella se hubiese enamorado de alguien que no debía, no era culpable de que ella estuviera sola en el mundo. No tenía porque morir, ella no tenía derecho a matarlo. Qué estaba haciendo? No podía hacerlo, no podía matar a su hijo. No le importaba como, tendría y criaría a ese bebe por sí sola si eso era necesario, no sabía cómo, pero lo lograría.
Alguien irrumpió a su habitación de repente, Elizabeth se sorprendió por el sonido que hizo la puerta al golpearse. Jon entró agitado y sobresaltado.
-Jon pero que...- Comenzó a decir Elizabeth pero se vio interrumpida.
-Cuando pensabas decírmelo?-Preguntó Jon, ella lo miró y tragó en seco. -Responde Elizabeth, cuándo pensabas decirme que estabas embarazada?
-Quién te lo ha dicho?
-Te he hecho una pregunta, Elizabeth.- Estaba enojado, su voz lo comprobaba.
-No iba a hacerlo. -Contestó simplemente.
-Puedo saber porqué?
-Para qué querrías saberlo? No cambiaría nada, qué interesa un hijo si es fuera de matrimonio? Un bastardo, eso es lo que es.
-Es mi bastardo y tengo derecho a saberlo! -Gritó Jon y golpeó la mesa con su puño, estaba lleno de ira. Al hacerlo, derramó el Té de la Luna. Miró la taza y volteó su mirada a Elizabeth. -Qué es esto? -Dijo y tensó la mandíbula.
-Es exactamente lo que crees que es.-Respondió simplemente ella, lo mas calmada posible.
-Que has hecho? -Dijo y en ese momento agarró a Elizabeth fuerte por los brazos.
-Me lastimas!
-Como pudiste hacerlo?! -Los ojos de Jon comenzaron a humedecerse.
- Aun no lo he hecho. -Jon la miró fijamente. -No lo he tomado. -Al decir esto, Jon se arrodilló frente a ella abrazándola por la cintura mientras lloraba. Parecía un niño, un pequeño niño asustado.
Elizabeth ya no pudo contenerse más y comenzó a llorar en silencio, hasta que Jon la vio. Se levantó y tomó su rostro.
-Porqué ibas a hacerlo? Porqué no me lo dijiste?
-En que iba a cambiar? No importa cuándo te enterases, de todos modos no puedes cuidar de este niño. Vas a casarte y tener tus propios hijos legítimos, y olvidarás a tu hijo bastardo.
-En serio crees que lo haría? Que olvidaría a mi propio hijo? Que te olvidaría a ti? - Dijo mirándola fijamente.
-Yo... Tengo miedo. - Respondió.
-Mírame, no te dejaré, por nada ni nadie en el mundo. -Dijo mientras apoyaba su frente en la de ella.
-No iba a hacerlo.
-Que?-Preguntó Jon.
-El té, no iba a tomarlo. Iba a criarlo sola.-Respondió y Jon plantó un beso en sus labios.
-No lo harás sola, yo estoy contigo, hoy y para siempre. Te amo.
-Y yo te amo a ti.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora