Capítulo 8

4.1K 225 2
                                    

Despertó sola en su habitación, Jon se había ido en la mañana. Recordó lo que él había dicho esa noche, que suponía ella no debía oír. "Me ama, está enamorado de mi"

Era imposible, un rey no podía estar enamorado de alguien de una casa tan inferior como ella, no debería dejarse llevar por la belleza de una mujer. Pero él lo había hecho, lo admitió. Debía detener esta locura, Jon estaba comprometido con Lady Margaery, la casa Tyrell era muy rica y poderosa, una alianza así beneficiaría a todos.

Pero, ¿Cómo detenerlo? Ella le pertenecía, no podía negársele y no podía evitarlo, debía de hablar con él. Esperó al anochecer, y cuando mientras todos se preparaban para cenar, se dirigió a sus habitaciones donde sabía que lo encontraría para hacerlo.

—Elizabeth.—Dijo él al hacerla entrar —¿Sucede algo?

—Necesitamos hablar. —No sabía como decirlo, ni por dónde empezar. Quería creer que había escuchado mal, que estaba soñando, pero estaba segura que no era así.

—Dime. —Elizabeth mordió su labio inferior y lo dijo sin rodeos.

—Estaba despierta. Anoche, escuché lo que dijiste. —Jon miró hacia abajo un instante y volvió a dirigir la mirada hacia ella.

—¿Qué escuchaste?

—Todo. Lo suficiente al menos para saber que deberíamos terminar con esto ahora. —Sintió un nudo en su garganta al decirlo.

—No quiero dejarte ir Elizabeth—Dijo y tomó su cara entre sus manos. Estaban a centímetros de distancia.

—¿Porqué?

—No puedes preguntar porqué, cuando se trata de amor.

—Tú eres el rey, tu prometida es Lady Margaery. Esto debe terminar cuanto antes. —Dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta.

-1¿Tú no sientes nada?

—¿Qué? —Dijo mirándolo nuevamente, Jon se acercó a ella, sus narices casi rozándose.

—Dime que no sientes nada por mí.

—Jon.

—Mírame a los ojos y dime que no me quieres. Dime que no quieres verme, que no quieres estar junto a mi. Dime que no sientes nada por mí, y te dejare ir en este instante. — Elizabeth mordió su labio inferior, pero no pudo decir una palabra. - No me pidas que termine todo, cuando tú también sientes algo por mí.

—No puedo. —Simplemente respondió.

—¿Porqué?

—Porque hacerlo sería aceptar que no sólo fui la puta del rey, sino disfrute siéndolo y en el proceso, me enamoré de él.

Se retiró de la habitación dejando a Jon con las palabras en la boca, notó que estaba llorando al sentir el sabor salado de sus lagrimas y sus mejillas húmedas.

"Estúpida niña, ¿Por qué lloras?" Se pregunto a si misma.

No lo soportaba, ¿Qué le estaba sucediendo?
Ella no lloraba, no debía hacerlo nunca, debía ser fuerte. Además no era su culpa, ella no había echo nada malo. "¿Entonces porqué me siento así?" Apoyó su espalda contra la pared y comenzó a llorar, era demasiado, ya no lo soportaba.

—¿Elizabeth? Effy, ¿Qué haces aquí? —Preguntó una voz, era Rosemary.

—Solo me mareé un poco.

—¿Estás llorando? —Elizabeth negó con la cabeza. —No me mientas, mira como estas. ¿Qué te ha sucedido?

—Nada, en serio no te preocupes.— Dijo esbozando una sonrisa.

—Querida, una mujer como tú no debería tener permitido llorar. Ven, vamos a mi habitación y me cuentas que sucedió. —Se encaminaron hacia la habitación de Rosemary y se sentaron en la cama. —Ahora sí, dime. ¿Qué te sucede? ¿Por qué lloras?

— Yo...—  No sabía como empezar, ni si debería decirlo o no, pero estaba demasiado triste y necesitando a alguien como para pensar con claridad, así que lo soltó. — Es Jon.

— ¿Jon? ¿Te refieres al rey? --Elizabeth asintió con la cabeza. —¿Qué sucede con él?

—Confesó que me ama. — Rosemary se tapó la boca y abrió los ojos como platos.

—¡¿Que?! No puedo creerlo, ¿Cuándo?

—Hace sólo un momento. Esto no debería estar sucediendo, él esta comprometido con Lady Margaery, va a casarse y ella será su reina.

—Pero es a ti a quien el ama. La pregunta es si tú lo amas a él.

—Es complicado.

—El amor siempre es complicado. Juega con nosotros y nos engaña, pero cuando se presenta es puro y verdadero, y lo más hermoso que existe en este mundo.

—No debería amarlo.

—Pero lo haces, eso es lo importante.— Si que lo hacía, se había enamorado como nunca antes en su corta vida.

—De todos modos, él va a casarse con una dama superior a mí. No hay nada que pueda hacer. —Dijo en un suspiro.

Esa noche, Jon no visitó sus habitaciones.

Paso un día, dos días, tres días, y así se cumplió la semana e incluso el mes, Jon no le dirigía la palabra, ni siquiera se volteaba a verla. Eran completos desconocidos. Quería aparentar lo contrario, pero su tristeza se notaba, se sentía vacía y desesperanzada. Por si fuera poco, tenía que verlo todos los días cortejar a su futura reina. "Me ha olvidado" Pensó. "No me amaba tanto como creía."

El amanecer la despertó, incluso cuando Elizabeth no quería que llegara. No después de lo que había sucedido. El castillo era un caos, las personas se movían de aquí para allá y ella simplemente no lo soportaba.

—¿Qué esta sucediendo? ¿Porqué todo el mundo esta tan exaltado?—Preguntó a Rosemary.

—¿No lo recuerdas? Effy en qué mundo vives, es el cumpleaños del rey. Hoy será su celebración, habrá un baile.

"Lo que me faltaba" Elizabeth no estaba de humor para nada, quería evitar de todas las maneras posibles a Jon, y que sería la celebración de su día del no era de mucha ayuda.

—Lo había olvidado. —Quería disimular su tristeza, imposible.

—No tienes que ir si no quieres. Puedo decir estas enferma.

—Te lo agradezco amiga, pero no puedo hacer eso. Iré.

—Volveremos temprano si quieres.—Dijo Rosemary agarrando ambas manos de Elizabeth.

—Tú diviértete en el baile, tienes otra persona de quien debes ocuparte. —Dijo con una sonrisa, ambas sabían a quién se refería.

— ¿Crees que pueda bailar con Robb?

—¿Qué dices? Serás la más hermosa allí. Él no podrá sacarte los ojos de encima. Como si pudiera hacerlo de todos modos. —Rosemary rió. —Vamos, tenemos que prepararte para el baile.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora