Capítulo 43

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-Elizabeth. -Jon llamó su atención, pero ella no escuchó, estaba sumida en sus pensamientos. -¡Elizabeth!
-¿Que sucede? -Dijo observándolo confundida.
-Estoy llamándote y no contestas.
-Lo siento, yo... No escuché.- Contestó esta con sus ojos fijos en el caballo. Jon detuvo el suyo y se bajó, y luego ayudó a Elizabeth a bajar.
-¿Te encuentras bien? Estás extraña últimamente. -Acarició su mejilla con la yema de sus dedos.-¿Sucede algo?
-No es nada. -Sonrió Elizabeth intentando desviar la atención.
-Elizabeth. -Jon tomó su mentón y la obligó a mirarlo. -Si algo te preocupa, puedes decírmelo. Lo que sea, soy tu esposo y estoy aquí para ti.
-De acuerdo. -Dijo dando un sonoro suspiro. - No sé cómo decirlo, o por dónde empezar. -Caminó por su lado hasta que le hubo dado la espalda. -Jon... Creo que es estoy embarazada.
Un silencio inundó el bosque, solo se oía el sonido del viento y de algunos animales en aquella noche estrellada.
-¿Jon? -Preguntó Elizabeth nuevamente, pero al no recibir respuesta, volteó a ver a su esposo. Él se encontraba aún de espaldas a ella con su cabeza levemente inclinada hacia abajo y Elizabeth comenzaba a desesperarse.-Jon por favor dime algo.
Dio media vuelta para enfrentarla, su rostro se veía muy serio. ¿Le habría caído mal la noticia? Quizás no quería tener tantos hijos, aún así era muy tarde ya. Jon caminó hacia ella a pasos agigantados, la abrazó por la cintura y la elevó por los aires, besándola apasionadamente.
-¿En que universo creíste... -Dijo dando un respiro una vez que se hubieron separado. -...que no amaría algo que hicimos tú y yo?
-Estaba nerviosa, no sabía cómo decírtelo.
-Prometí que amaría todo lo que viniera de ti, y así lo haré. Hasta el fin de mis días. -Elizabeth sonrió emocionada y besó los labios de su esposo.
-Tu eres sin dudarlo el hombre de mi vida.
-Y tu, sin lugar a dudas, el amor de mi vida. - Jon acarició la mejilla le Elizabeth suavemente. -Y jamás voy a merecerte o ser digno de ti.
-No digas eso.
-Pero.-Interrumpió él. -Pasaré el resto de mis días, intentando ser el hombre que mereces.
-Te amo. -Murmuró Elizabeth.
-Te amo. -Repitió Jon antes de besarla.

15 años después...
Los años pasaron, los hijos mellizos de Elizabeth se habían transformado ya en adultos. Rickard era un joven apuesto y galante, y Felicity, su hermosa Felicity, había heredado toda su belleza y bondad. Tuvieron dos niños más luego de ellos. Balerion, el mayor de ambos, de ahora 13 años, había sacado los mismos ojos y cabello de su padre. Lo habían llamado así por Balerion, el terror negro, el dragón Targaryen más grande de todos los tiempos. Y la menor de los cuatro hermanos la llamaron Rhaella, como la reina Targaryen, de unos 8 años. Era la única en toda la familia que heredó los cabellos dorados de Elizabeth, pero los ojos oscuros de Jon.
-¿Mami donde esta padre? - Escuchar hablar a Rhaella era la felicidad más grande de Elizabeth, ver a todos sus hijos era la mayor felicidad de Elizabeth.
-Él vendrá luego. -Dijo ella acariciando sus hermosos mechones rubios. -Ahora debe atender el reino.
-Quiero verlo. -Elizabeth sonrió de lado, no podía resistirse a su hija cuando hacía esa cara de tristeza.
-De acuerdo amor mío, iremos a buscarlo. -Tomó su pequeña mano y juntas se dirigieron hacia la oficina de Jon. Al llegar, el se encontraba junto con Rickard y Felicity, al parecer discutiendo.
-No puedes simplemente negarme todo.-Protestó Felicity. -Rickard tiene la misma edad que yo, y eres mucho mas permisivo con él.
-Tu hermano es hombre, nadie tendrá malas intenciones con él. -Recriminó Jon.
-¡Es muy injusto!-Gritó Felicity, Elizabeth carraspeó para llamar la atención de los presentes. Los ojos de Jon se posaron en ella, luego de 15 años de casados, seguía mirándola como aquella vez que cruzó el altar.
-¿Interrumpo algo? -Preguntó intentando mantener la calma.
-Padre no me deja ir al pueblo, pero a Rickard sí se lo permite.-Explicó Felicity furiosa. Elizabeth echó un suspiro, si Jon era excesivamente celoso con ella, su pobre hija Felicity debía soportarlo elevado a la potencia.
-Ya te he explicado las razones Felicity. -Sentenció Jon. -Fin de la discusión.
-Pero...
-He dicho basta. -Felicity se largó furibunda dando un portazo. Jon se dejó caer cansado en la silla, odiaba pelear con Felicity, odiaba la idea de pelear con cualquiera de sus hijos, aunque Rhaella y Felicity eran su debilidad por ser mujeres. Felicity ya era toda una mujer, a su edad Elizabeth ya se había casado con Jon y estaba por darle sus primeros hijos. Pero como padre, a Jon le costaba dejarla ir.
-Rickard. -Llamó Elizabeth la atención de su hijo. -Lleva a Rhaella un minuto, y llama a tus hermanos para la cena. Quiero hablar a solas con tu padre. -Jon levantó la mirada.
-De acuerdo madre. Ven conmigo Rhaella, dejemos a padre y a madre hablar. - Dijo y besó la mejilla Elizabeth.
Al cerrar la puerta, Elizabeth se acercó a Jon.
-¿Sabes que no podrás retenerla para siempre, verdad? -Preguntó una vez estuvo a su lado.
-Lo sé. -Él largó un suspiro. -Pero es que no quiero que nada le suceda. Ha heredado tu belleza, ambas lo han hecho.
-¿Y temes que quieran hacerle daño por ello?
-Los hombres son animales Elizabeth. Yo mismo lo comprobé contigo, todos esos años atrás. -Dijo Jon avergonzado, Elizabeth tomó su rostro entre sus manos y se agachó para mirarlo.
-¿Y eso a dónde nos ha llevado?- Preguntó con una sonrisa en su rostro. -Soy la mujer más afortunada sobre la tierra. La madre más feliz, la esposa más alegre.
-Y la reina más hermosa del mundo. -Finalizó Jon. -Mi reina más hermosa.
-Deja a tu hija encontrar la misma felicidad que yo pude encontrar junto a ti. Déjala vivir feliz, como lo soy yo contigo. -Las palabras de Elizabeth siempre eran justas y necesarias para su esposo.
-¿Cómo es que siempre sabes que decir?
-Aprendí del mejor. -Contestó antes de plantar un beso en sus labios. -Ven, hay que ir a cenar. -Tomó su mano y juntos de dirigieron al salón para la cena. Una vez llegaron allí, sus hijos se encontraban sentados en la mesa, Felicity se veía furiosa pero intentaba mantener la calma. Tenía la mandíbula tensa, Elizabeth sonrió al recordar esa misma expresión en el rostro de Jon. Se sentaron cada uno en una punta de la mesa.
-Antes de comenzar la cena.-Comenzó hablando Jon. -Felicity, te permitiré ir al pueblo al igual que a tu hermano.
-¿Es en serio? -La sonrisa de Felicity comenzó a reflejarse en su rostro. -¡Gracias, gracias, gracias!-Gritó emocionada.
-Pero con una condición, irás junto a Rickard y dos hombres de la guardia real, y no te separarás de ellos bajo ninguna circunstancia. ¿Me oíste? -Concluyó Jon, ella asintió alegre.
-Claro, lo que tú digas. Prometo que no te arrepentirás. -Corrió a abrazar a su padre, quien correspondió el abrazo.
-Y agradécele a tu madre, ella fue quien me convenció.
-Como siempre. -Bromeó Balerion con una sonrisa. Felicity corrió hacia los brazos de su madre.
-Gracias madre. -Susurró en su oído.
-De nada preciosa.
-¿Yo podré ir algún día también? -Preguntó Rhaella.
-Denme un respiro -Dijo Jon.
-Cuando tengas la edad de tu hermana lo harás amor. -Respondió Elizabeth.
-¿Podemos comer ya? Tanta habladuría me aburre, muero de hambre. -Protestó Balerion, Rickard golpeó levemente la cabeza de su hermano. -¡Auch!
-No seas irrespetuoso Balerion. -Lo reprimió Rickard. Balerion intentó devolver el golpe pero Rickard sostuvo su mano en el aire y volvió a golpearlo, al igual que la vez anterior, sin intención de lastimarlo.
-¡Oye! -Grito Balerion.
-¡Rickard, Balerion, compórtense en la mesa!- Los reprimió Jon.
-¡Él empezó! -Se quejó el menor de los hermanos.
-Y yo lo estoy terminando. -Sentenció Jon, Elizabeth sonrió intentando contener la risa. Esa era la misma respuesta que su padre le daba a sus hermanos cuando se peleaban.
-Por favor hijos, no quiero peleas.-La dulce sonrisa y voz de su madre siempre era suficiente para calmar a sus hijos.
-Lo sentimos madre. -Se disculpó Rickard, era realmente un hombre para su corta edad.
-También lo lamento. -Dijo Balerion, solía ser algo más rebelde por ser el hijo del medio, pero aún así tenía un buen corazón.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora