Capítulo 19

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-¡Abrid las puertas!- Gritó un hombre de la Guardia Real haciendo que Elizabeth despertara, había dormido todo el camino. Las puertas de la Fortaleza Roja se abrieron y comenzaron a ingresar. Abrieron las puertas del carruaje y un hombre ayudo a Elizabeth a bajar, observando su figura. Elizabeth simplemente lo ignoró.
-¿Como ha estado el viaje? - Preguntó Lord Tyrion. Jon dio un sonoro suspiro dándole una rápida mirada a Elizabeth.
-Necesito un trago. -Dijo y se retiró.
-¿Qué sucedió allí? -Preguntó Lord Tyrion.
-Los Frey no son gente fácil. -Dijo Robb rápidamente cubriendo a su hermano.
-Claro que no lo somos. -Dijo Rosemary dedicándole una sonrisa. Robb rió. -Ahora si me disculpan, estoy muy cansada por el viaje.
-Te acompañaré a tus habitaciones. -Dijo Robb y ambos se retiraron. Elizabeth estaba por retirarse también pero Lord Tyrion la detuvo.
-Lady Elizabeth. ¿Podría tener unas palabras con usted?
-Claro, cómo no. -Dijo Elizabeth y ambos comenzaron a caminar hacia otro lugar lejos de los guardias.
-Los Frey son gente difícil, sí. Pero no como para disturbar a nuestro rey. Quién sí sé que lo hace es cierta mujer de ojos color zafiro. Dígame ahora por favor que sucedió. -Elizabeth simplemente caminaba mirando sus manos entrelazadas.
-Debo suponer entonces que usted ya lo sabe. -Dijo Elizabeth.
-La mano debe saber todo sobre su rey. -Dijo Tyrion. -Pero hay que ser idiota para no ver la forma en que él la mira a usted.
-¿Y como sería eso?
-Completamente enamorado. Y tú estás de la misma manera.
-¿Es tan obvio? -Preguntó Elizabeth.
-Así que debo preguntar que sucedió en este viaje para que él se encuentre de esta manera.
-La realidad, eso sucedió. La realidad nos golpeó en la cara y nos dimos cuenta que lo nuestro es imposible. -Dijo Elizabeth seca.
-No logro comprender. No pensé que había imposibles para un rey. -Dijo Tyrion.
-Pero los hay. -Dijo Elizabeth y frenó de golpe. - Lord Tyrion, por mucho que lo respeto y admiro, tendré que pedirle que no me pregunte más acerca del tema, porque si me pregunta tendré que darle una respuesta, lo que significa que tendré que pensar en eso y si lo pienso demasiado comenzaré a llorar y no creo que sea capaz de detenerme.- Dijo Elizabeth limpiando su rostro de las lágrimas que comenzaban a asomarse.
- Lo entiendo mi Lady, discúlpeme. Me retiro, la dejo tranquila. -Dijo Lord Tyrion dando una pequeña reverencia para irse.
Elizabeth fue rápidamente a sus habitaciones y se encerró allí. No salió durante el día entero ni durante la semana restante, las doncellas le llevaban a su habitación la comida. Incluso Lord Tyrion se apareció en su habitación un día diciéndole que debería salir a tomar aire fresco. Obligada por el hombre, salió a dar un paseo, no fue largo pero al menos salió de la habitación.
-Ya no puedes seguir así, vas a enfermar. -Dijo Tyrion con preocupación.
-¿Cómo está él? - Preguntó Elizabeth ignorando el comentario.
-Devastado, miserable, deprimido. No va a las reuniones del consejo, siempre esta bebiendo. No es el rey fuerte y justo que conoce el mundo. Si alguien se enterase de esto tendría un gran problema. -Dijo Lord Tyrion. Elizabeth miró al cielo intentando contener las lágrimas.
-Para qué pregunto. -Dijo Elizabeth.
-El hombre esta perdidamente enamorado.-Dijo Tyrion. - No va a olvidarte fácilmente, así como tú no vas a olvidarte de él. Dos personas que se aman tanto deberían estar juntas.
-Los dioses no lo quisieron así. -Dijo Elizabeth.
-Los dioses se burlan de nosotros y no tienen piedad. Por eso son dioses. -Dijo Tyrion. -Pero que se los follen, tú debes levantarte y seguir con tu vida.-Se levantó del banco en donde estaban sentados ambos y se paró frente a Elizabeth. -La boda de Lord Robb Stark y Lady Rosemary será mañana en la noche. Creo que a tu mejor amiga le gustaría verte allí.
Elizabeth asintió con la cabeza y luego Lord Tyrion se disculpó y se retiró.
El amanecer de la mañana siguiente había llegado, Elizabeth se encontraba desayunando en el jardín, se había dispuesto a salir de sus habitaciones de una vez.
-Lady Elizabeth.- Dijo una voz poco familiar. Volteó a ver quien era y se encontró con Sansa Stark.
-Lady Sansa, buenos días.- Saludó Elizabeth algo extrañada, nunca había hablado con la pelirroja antes.
-Buenos días, ¿Cómo se encuentra esta mañana? -Preguntó Lady Sansa.
-Muy bien, ¿Usted?
-Excelente, ¿Podría acompañarla? - "Sin duda es una dama, educada y respetuosa." Pensó Elizabeth.
-Por supuesto, por favor siéntese. -Dijo Elizabeth, Lady Sansa se sentó frente a ella, y tomó uno de los pasteles de limón.
-Me gustaría hablar un par de cosas con usted, Lady Elizabeth. -Dijo Lady Sansa.
-Por favor, Elizabeth simplemente. -Dijo Elizabeth sonriéndole, ella le sonrió de regreso.
-Lo mismo digo, sólo llámame Sansa.
-Dime, ¿Sobre qué necesitas hablar? -Dijo Elizabeth.
-Mi hermano, Jon. -Al escuchar su nombre Elizabeth por poco se atraganta con el té.
-El rey. -Dijo Elizabeth.
-Así es, el rey. Ha cancelado su matrimonio con Lady Margaery. -Elizabeth no daba crédito a sus oídos.
-¿Qué?
-Eso mismo, canceló la boda y el compromiso. Ha decidido no casarse.-Dijo Sansa, Elizabeth intentaba no enloquecer por lo que acababa de oír.
-No lo sabía.- Dijo simplemente.
-Sé que esta enamorado de ti Elizabeth.- "¿Hay alguien en Desembarco del Rey que no lo sepa?" Se preguntó Elizabeth. -Quiero saber si tu le quieres.
-Es mucho suponer que el rey este enamorado de mi.-Dijo Elizabeth esbozando una leve sonrisa.
-Lo está, y lo sabes. Por eso es que vengo a preguntarte si tú estás enamorada de él, como él de ti. Sé que se han estado viendo a escondidas. -Hizo una pausa y continuó. - No pretendo ofenderte, y discúlpame si lo hago. Quiero saber si tu lo quieres o si solo quieres al rey, y lo que eso representa. Quiero saber si solo eres una interesada. Mi hermano ha sufrido demasiado, y no merece seguir sufriendo.-Dijo Sansa con sus ojos fijos en Elizabeth. Esta tomó aire y miro sus manos un segundo, antes de responderle.
-Lo amo más que a nada en el mundo. Sé que no debería, no con mi situación social, pero lo hago. Lo amo más que a mi vida. -Dijo Elizabeth y se mordió levemente el labio inferior. -Créeme, preferiría enfrentar cualquier desgracia antes de lastimar a Jon. -Sansa sonrió.
-Voy a creerte, y espero estar haciendo lo correcto. Ahora, creo que tienes una novia a la que ayudar con su vestido, ¿No es asi?
-Tienes razón, iré a ver cómo está Lady Rosemary. Fue un placer desayunar contigo Sansa. -Dijo Elizabeth y se levantó de su silla.
-El placer es todo mío. -Dijo Sansa.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora