Capítulo 31

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Elizabeth escuchó a absolutamente todas las quejas de la gente del pueblo, por más incoherentes que fuesen, sin ningún tipo de queja. Incluso utilizó la corona, la cual detestaba.
-Muy bien, ese ha sido el último. -Dijo Tyrion.
-Dios mío, pensé que nunca terminaría. -Dijo Jaime Lannister, el Lord Comandante de la Guardia real. Elizabeth nunca había hablado realmente con él, solo lo había visto un par de veces. -Los campesinos pueden ser tan irritantes.
-Tu siempre pensando en el prójimo. -Dijo sarcásticamente Tyrion.
-No tengo porqué hacerlo. -Dijo Jaime. -Para eso están los dioses.
-Los dioses no siempre hacen bien su trabajo. -Dijo Elizabeth. -Se olvidan de algunas personas.
-Quizás aquellos no se merezcan ser recordados. No todos pueden ser tan memorables como usted. -Respondió Jaime dirigiendo una sonrisa seductora a Elizabeth.
-Pues entonces es una suerte que sea mi trabajo recordarlos y el suyo ser el Lord Comandante. -Dijo Jon mirándolo fijamente.
-Por supuesto su alteza, es una fortuna tener a un rey tan noble. - Respondió rápidamente. -Junto a una reina tan hermosa y llena de bondad gobernando a su lado.
-Agradecemos los cumplidos ser Jaime, pero no son necesarios. -Dijo Elizabeth intentando cortar la conversación, la cual ya se estaba tornando tensa.
-Creo que mi reina debería ir a descansar, una dama embarazada no debería estar bajo la presión de todo un reino. -Dijo Tyrion también comprendiendo lo que sucedía.
-Está bien. ¿Puedes acompañarme amor? -Preguntó a Jon.
-Claro que sí. -Dijo plantando un beso en sus labios.

Caminaron juntos hasta su habitación y Jon se sentó en la punta de la cama.
-Voy a matar a Jaime Lannister. -Dijo furioso.
-Es solo un hombre egoísta y vanidoso, no le hagas caso. -Dijo Elizabeth intentando calmarlo.
-No, es un imbécil que intenta seducir a mi esposa.- Elizabeth rió y se sentó a su lado.
-Jon, mírame. - Dijo tomando su rostro y atrayéndolo hacia ella. -Sabes que tú eres el hombre de mi vida, ¿Verdad?
-No puedo ver como otro hombre te mira, o intenta seducirte. Te amo demasiado.
-Eres demasiado tonto. -Dijo Elizabeth con una sonrisa.
-¿Acaso insultas a tu rey? - Dijo Jon levantando una ceja. -Sabes que no puedes hacer eso aunque seas la reina.
-Lo sé, pero eso no quita lo tonto que eres. - Dijo Elizabeth besándolo.
-No te merezco.- Dijo Jon cortando su beso y pegando su frente a la de Elizabeth.
-Soy yo quién no te merece.
-Nunca repitas eso. Mereces todo lo que te haga feliz en esta vida.
-Tú me haces feliz, nada más. -Dijo Elizabeth. -Bueno, tú y alguien más muy especial. -Colocó la mano en su vientre.
-Tú, y todo lo que venga de ti, es lo que me hace feliz en este mundo. -Dijo Jon besándola. Comenzó a bajar hasta llegar a su cuello, por lo que Elizabeth soltó un gemido. Bajó su mano hasta sus pantalones, y sintió su erección ahí. Jon soltó un gemido grave y la detuvo.
-¿Qué sucede?-Preguntó Elizabeth.
-No creo que debamos hacer esto. -Dijo algo serio.
-¿Porque no?
-No quiero lastimarte. -Dijo Jon colocando su mano en el estómago de Elizabeth.
-No vas a hacerlo. ¿Cómo podrías?- Preguntó ella con una sonrisa colocando ambas manos en su rostro.
-No lo sé, pero creo que es mejor no arriesgarnos. -Dijo Jon preocupado.
-¿Acaso ya no me deseas?
-¿Estás loca? Eres lo que más deseo en este mundo, te tiraría en mi cama y te haría mía un millón de veces en este preciso momento.-Dijo Jon.- Pero también eres lo que más amo, y no quiero lastimarte ni mucho menos, por eso prefiero aguantar un poco más, aunque me cueste. - Suspiró.
-Está bien. -Dijo Elizabeth plantando un corto beso en sus labios. -Pero acuéstate junto a mi y abrázame. -Jon asintió con una sonrisa y se acostó a su lado abrazándola por la espalda.
Elizabeth colocó la mano de Jon en su vientre, y giró su cabeza para mirarlo. No dijo nada, no hacía falta decir nada, en ese momento las palabras sobraban. Su mirada estaba cargada de amor, se acercó un poco más y lo besó. Jon correspondió su beso, mordió la parte inferior de su labio y su lengua demandó pasaje hacia su boca. Elizabeth giró para poder enfrentarlo mejor, y nuevamente todo se intensificó.
-No quiero lastimarte. -Dijo Jon mirándola.
-Nunca lo harías.-Dijo Elizabeth con una sonrisa, Jon volvió a besarla. Con cuidado le quitó su ropa, un cuidado que solo había tenido la primera vez que estuvieron juntos, cuando Elizabeth perdió su virginidad. Besó todas y cada una de las partes de su cuerpo, y aún así no lograba saciarse de ella.
-Te amo.- Dijo Jon. -Te amo, te amo y te amo. -Repitió.
-Te amo. -Dijo Elizabeth con una felicidad enorme la cual podía sentirla en su corazón. Ahora todo estaba bien, todo era como debía ser, perfecto.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora