Capítulo 28

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Se encontraba sentada junto a Jon, sobre unos asientos demasiado grandes y lujosos para su opinión. No estaba acostumbrada a recibir tanta atención, o a estar por arriba del resto de las personas. Pero allí estaba, sentada junto a su esposo como la reina de Poniente.
-¿Su alteza desea beber algo más? -Preguntó un hombre que sostenía una jarra de vino en sus manos. -¿Su alteza? -Repitió al ver que Elizabeth no respondía.
-¿Qué?- Dijo ella mirándolo. -Oh, lo siento. No, muchas gracias. -Respondió con una sonrisa.
-¿Te sientes bien? -Preguntó Jon con un gesto de preocupación.
-Si mi amor, estoy más que feliz de estar aquí a tu lado. Solo no me acostumbro a esto. -Dijo Elizabeth.
-¿A qué te refieres?
-El trono, la corona, "su alteza"... Siento como si estos tratos no deberían ser para mí, como si los estuviera usurpando.-Dijo y se removió en su asiento.
-No le usurpas nada a nadie, tú eres la reina ahora, todo esto es tuyo. -Dijo Jon acariciando su mejilla.
-¿No puedo solo ser tuya y nada más? -Jon sonrió y se acercó a su oído.
-Vuelves a repetir eso y juro que te arrancaré ese vestido y te haré mía, aquí y ahora sobre esta mesa. -Susurró, haciendo que Elizabeth se sonroje.
-No creo que esa sea una buena idea su alteza, este vestido es muy costoso. -Dijo con una sonrisa.
-Te compraré mil y uno de esos si es lo que quieres.
-Yo solo quiero una cosa, y sucederá esta noche. -Dijo Elizabeth mordiéndose el labio y mirándolo provocativamente. Los ojos de Jon se oscurecieron quedando prácticamente negros y llenos de deseo, iba a responderle pero los interrumpieron.
-Su alteza.- Dijo Lord Tyrion mirando a Jon. -¿Le parece bien abrir los regalos de boda ahora?
-Si, por supuesto. -Dijo Jon.
Libros, joyas, espadas, vestidos, etc. Todo era bellísimo y por supuesto, fue muy bien recibido por ambos. Al finalizar, Elizabeth se levantó y recorrió un poco el lugar. Lords y Ladys la saludaban, a la mayoría los reconocía, a otros no tanto, pero todos la reconocían a ella. No sólo por su bello rostro, pero por la corona que llevaba sobre él.
-¡Su alteza!-Llamó una voz que le erizó la piel. Dio media vuelta ahí la vio, igual que como la última vez.
-Lady Margaery.-Dijo seria, tratando de sonar calmada. El tiempo había pasado, pero ella no había olvidado la forma en la que aquella mujer la había amenazado.
-Debo decirle que usted se ve hermosa, más de lo habitual. - Dijo Lady Margaery con una sonrisa. Elizabeth no comprendía porque la trataba de esa manera, después de su último encuentro.
-Muchas gracias.- Dijo para no ser descortés.
-Quisiera disculparme por como me comporté la última vez que nos vimos, fue totalmente desubicado de mi parte. - Tomó la mano de Elizabeth, quien la miraba extrañada. - La verdad es que estaba furiosa, y lo estuve durante mucho tiempo, pero ahora comprendí que usted y el rey son el uno para el otro, y que no se puede interponer una persona en un amor como ese. -Dijo Lady Margaery. Elizabeth no entendía que estaba sucediendo, o más bien no lo creía.
-Acepto sus disculpas, Lady Margaery. Me alegra que hayamos podido aclarar esto.
-Por todos los dioses, que alivio. Espero que de hoy en adelante podamos llevarnos bien.- Dijo con una sonrisa.
-Por supuesto, sería algo estupendo. -Dijo Elizabeth incómoda. -Si me disculpa, debo retirarme.
-Claro que sí su alteza, disfrute de su banquete. - Elizabeth sonrió antes de retirarse.
No comprendía que había sucedido allí. ¿Realmente Lady Margaery se había disculpado? Eso definitivamente era algo que no se veía venir.
-Es una mujer muy inteligente. -Escuchó la voz de Lord Tyrion, quien se dirigía hacia ella. -Lady Tyrell. -Aclaró.
-Se ha disculpado conmigo. -Dijo Elizabeth confusa. -Pensé que me odiaría, ni siquiera me imaginé que vendría a la boda, mucho menos esto.
-Usted es la reina ahora Elizabeth, y tener de enemigo a la reina no es un paso muy inteligente.- Dijo Tyrion y Elizabeth asintió. -Pero no se alarme, no intentará lastimarla ni mucho menos. Los Tyrell tienen mucho prestigio como para arriesgarse manchar el nombre de su casa.
-Me alivia oír eso. Realmente no estoy en condiciones como para que suceda algo similar a lo de la otra noche.-Dijo Elizabeth e instantáneamente llevó su mano a su vientre, como protegiéndolo.
-No se preocupe su alteza, esa situación está más que asegurada. -Dijo Lord Tyrion, comprendiendo que a quien deseaba proteger era a su hijo.
-Lord Tyrion, por favor, no es necesaria tanta formalidad en privado. Sólo llámeme Elizabeth.
-Como usted lo desee.
-Antes de retirarme... ¿Puedo hacerle una pregunta? - Dijo Elizabeth.
-Claro que sí, lo que usted quiera. -Dijo Tyrion.
-¿Cómo es que Jon canceló la boda con Lady Margaery?
-Lo hizo por ti.
-Eso lo sé, ¿Pero cómo logró que ella y su familia lo aceptase así, sin más? -Preguntó Elizabeth.
-Bueno, si realmente quieres saber, Lady Tyrell no era doncella, me refiero a que ya había estado con otros hombres. Él supo esto desde un principio aunque ella nunca se lo habría dicho, pero a el rey no le importaba la dama, solo las ventajas de su matrimonio. - Lord Tyrion hizo una pausa antes de continuar. - Cuando se enamoró de ti, utilizó eso como ventaja para cancelar el matrimonio.
-¿Qué fue lo que hizo?
-Le dijo a Mace Tyrell que si le permitía realizar la disolución del matrimonio sin problemas, él no diría nada sobre la... Condición de Lady Tyrell. Incluso lo ayudaría a encontrarle un buen esposo de una casa noble. - Elizabeth asintió.

Era ya prácticamente el anochecer cuando comenzó el baile, los hombres bailaban junto con muchas mujeres, Elizabeth había sido invitada por muchísimas personas y había bailado con todos ellos, Jon por otro lado habría bailado con solo unas pocas damas, y ahora se encontraba sentado observando el espectáculo. La música era alegre, Elizabeth había estado bailando con Rickon Stark, el más pequeño de los hermanos de Jon, antes de que esta terminase.
-Es usted muy buen bailarín, mi Lord.-Dijo ella con una sonrisa.
-Tú también lo eres. - Dijo Rickon. - Quiero que mi esposa sea igual de bonita que tú cuando crezca.
-Y la tendrás. -Dijo Jon quien se acercaba hacia ellos caminando. -¿Me dejarías bailar con ella ahora?- Rickon asintió, saludó a ambos y se retiró.
Una melodía lenta y romántica comenzó a sonar en ese momento, era bellísima.
-¿Me concederías esta pieza? -Preguntó Jon ofreciéndole una mano a Elizabeth.
-Por supuesto. -Respondió ella tomándola. -No recuerdo la última vez que bailamos.
-Yo sí, fue en la celebración de mi día del nombre. -Dijo Jon haciéndola girar.
-Oh si, el hermoso vestido azul que me enviaste. -Recordó ella.-Estabas molesto conmigo.
-Tú tuviste la culpa.
-¿Cómo así?
-Había confesado que te amaba y tú te alejaste de mí.
-Estabas comprometido con Lady Margaery. ¿Qué podía hacer? -Preguntó Elizabeth mirándolo con ojos tristes.
-Y aún así llevaste el vestido que te envié. -Dijo Jon con una sonrisa vanidosa.
-Y tú me besaste esa noche.
-Después de que me golpearas.
-Estaba molesta, hiciste un escándalo porque bailé con Joffrey Baratheon. Dijiste que quería meterse en mi cama. - Dijo Elizabeth con una mirada de desaprobación.
-Pues era la verdad. -Dijo Jon.
-Aún así, no debiste tratarme así.
-Tu no sabes como se siente estar enamorado de ti Elizabeth. Cuando estoy contigo, cada parte de mi cuerpo me dice que es lo correcto. Cuando te veo, no puedo creer que seas real, que seas mía. -Dijo acercando su rostro un poco más al de ella. - Detesto el solo pensar que podría perderte, porque sé que jamás lo soportaría. No puedo vivir sin ti. Y es por eso que no me arrepiento de nada de las cosas que he hecho, incluso las que estuvieron mal, ya que todas ellas hicieron que estuvieras esta noche aquí conmigo. Desde hoy hasta lo que dure la eternidad, jamás dejare de amarte. - Jon la sostuvo de espaldas al suelo y la besó.
-Definitivamente este es el momento más feliz de mi vida. -Dijo Elizabeth con sus ojos cristalinos.
-El más feliz hasta hoy. - Dijo Jon.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora