Capítulo 17

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Llegaron al anochecer, por lo que solo hubo tiempo para que llevaran a las damas a sus respectivas habitaciones mientras los hombres llevaban a los caballos a los establos y algunos se fueran a beber y a buscar mujeres. Elizabeth estaba exhausta, había decidido cabalgar la mayor parte del día, por lo que sus muslos ya habían comenzado a doler y sus brazos estaban agotados. Se quitó su vestido y se colocó un camisón de seda bastante transparente para su gusto, no le dio importancia, nadie la vería.
Despertó a mitad de la noche, estaba sedienta por lo que se levanto de la cama y se acercó a la pequeña mesa que se encontraba en la habitación y se sirvió un vaso de agua y observó el lugar. No era tan grande como su habitación en Desembarco del Rey, pero era bastante amplia. Debía haber sido de alguno de los tantos hijos de Lord Walder Frey. Un leve golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos, se quedó algo extrañada. "¿Quien podrá ser a estas horas?" Pensó. Sin pensarlo, abrió la puerta y unos labios chocaron contra los suyos.
-Necesitaba hacer eso. - Dijo Jon una vez se hubieron separado.
-¿Qué haces aquí? -Preguntó Elizabeth.
-Necesitaba verte. - Respondió con una sonrisa.
-Es muy arriesgado, podrían vernos.
-Nada es tan arriesgado como Desembarco del Rey, y nadie nos ha visto nunca. Además, quería estar contigo, no soporto las miradas de los hombres hacia ti. Tú eres mía, solo mía.- Dijo mirándola con ojos posesivos.
- Soy tuya, pero tus hombres y el reino no lo sabe, y no necesitamos que se enteren en este momento. Realmente eres celoso. - Dijo Elizabeth.
-No me juzgues, no puedo no serlo contigo. La hermosa madre de mi hijo. - Dijo Jon plantando una mano en su vientre. Elizabeth recordó en ese momento la propuesta de Lord Tyrion de un par de días atrás, de desposarse con Joffrey Baratheon. "Nacería bajo un buen apellido" Recordó. Sus ojos se apagaron y su mirada irradiaba tristeza. -¿Sucede algo? -Preguntó Jon.
-No, no es nada. Solo estoy cansada por el viaje. Mis muslos están adoloridos por la cabalgata, es todo.- No quería decirle a Jon ahora que estaba pensando en casarse con otro hombre, estaba muy cansada para discutir ahora, aunque sabía que tendría que hacerlo, y pronto.
-¿Segura es solo eso? - Preguntó desconfiado.
-Sí, solo es eso. En serio. -Mintió y besó rápidamente sus labios.
-De acuerdo, dejaré que descanses.- Dijo Jon con una sonrisa, besó sus labios por última vez antes de irse. Luego Elizabeth se acostó y se durmió profundamente.
La mañana siguiente se presentaron frente a Lord Walder Frey, este de encontraba sentado en su silla con su octava esposa a su lado. Elizabeth se colocó un vestido y una capa con capucha para tapar su rostro, no quería llamar la atención. Al entrar todos en el salón le hicieron una reverencia a Jon, todos menos Walder Frey.
-Buenos días Lord Frey, agradecemos la hospitalidad en su casa. -Dijo Jon.
-Su alteza, disculpe que no me levanto de esta silla, ya estoy muy anciano para ello. -Dijo de mala gana el hombre.
- No se disculpe, ha sido lo bastante generoso con nosotros. -Dijo Jon.
-Por lo que he oído, ustedes también lo han sido con mi nieta.
-Eso es algo que debe responder ella, ¿No es asi Lady Rosemary? -Preguntó Jon.
-Claro que sí. Su alteza ha sido muy hospitalario conmigo. -Dijo con una sonrisa Rosemary.
-Muy bien, es bueno saber de la hospitalidad del rey. -Sonrío fingidamente Lord Walder.
-Como bien es sabido, hemos venido aquí porque mi hermano, Lord Robb Stark heredero de Invernalia le ha propuesto matrimonio a su nieta. -Dijo Jon firmemente, era impresionante como captaba toda la atención en la sala, tenía un aire muy imperial y autoritario.
-Así que Lord Robb Stark quiere desposar a mi nieta. -Dijo Lord Walder pasando la mirada a Robb, quien lo miraba serio.
-Así es Lord Frey, he sido cautivado por la belleza e inteligencia de Lady Rosemary, por lo que he venido hasta aquí a pedirle a usted su bendición. -Dijo Robb serio, claramente el aire autoritario era de familia.
-Y tu mi Rosemary. -Dijo Lord Walder a su nieta, se notaba que tenía un sincero cariño por ella. - ¿Qué es lo que tú quieres?
-Yo quiero su bendición, abuelo. Es lo único que me falta para estar completa, pues Lord Robb me lo ha dado todo. -Dijo Rosemary y le dedicó una sonrisa a Robb, la cual este respondió involuntariamente.
-Entonces si es lo que ambos desean, no veo porque entrometerme. Claro que le daré mi bendición a Lord Stark, quiero suponer que cuidara bien de mi nieta. - Dijo Lord Walder.
-Supone bien. - Contestó Robb.
Rosemary sonrió ampliamente y abrazo a Robb.
-Es una mujer muy hermosa, si que lo es. -Dijo Lord Walder. -¿Pero qué es cualquier mujer de este reino comparada con la belleza que esconde ahí atrás, su alteza? - Elizabeth sintió un escalofrío recorrer por su espalda. Levantó la mirada para encontrarse con los fríos ojos de Walder Frey. Dirigió su mirada a Jon, el cual estaba con la mandíbula tensa y el ceño fruncido.
-No esta escondida, Lord Walder- Dijo Jon con una falsa sonrisa. -Le presento a Lady Elizabeth Sarsfield, mejor conocida como la mujer mas hermosa del mundo.
- Y veo el porqué, quítate eso de la cara y acércate niña, para que este anciano pueda verte mejor.- Dijo Lord Walder. Elizabeth tragó en seco y se acercó, colocándose al lado de Jon. Se quitó la capucha de la cara y sus rizos cayeron por sus hombros. -Una belleza, sin duda alguna.
-Se lo agradezco, Lord Walder, es usted muy generoso. -Dijo Elizabeth incómoda.
-No lo soy. ¿Tiene usted muchos pretendientes? -Preguntó Lord Walder.
-Tengo bastantes. -Dijo Elizabeth.
-¿Y no ha pensado desposarse con ninguno? -Preguntó.
-Mi padre es quien no quiere entregarme. He recibido propuestas de matrimonio de casas muy superiores a la mía, pero ninguna logra convencerlo. -Dijo Elizabeth.
-Tampoco la entregaría a cualquier persona si fuera mi hija. Usted es digna de ser una reina. ¿No es así, su alteza? -Dijo Lord Walder, en ese momento la cara de Elizabeth cambió por completo, estaba realmente incómoda.
-Es una mujer realmente hermosa, sin duda alguna. -Dijo Jon.
-¿Y qué está esperando mi rey? Si yo fuese usted ya la habría hecho mi esposa y dado un hijo. -Dijo Lord Walder riendo a carcajadas. Elizabeth necesitaba desaparecer. Jon rió siguiéndole la corriente a Lord Walder. -Es más, incluso la haría mi novena esposa, pero eso no sería posible hasta perder a la octava, y quién sabe cuándo sucederá eso, o si viviré entonces.
-No diga esas cosas Lord Walder, de seguro vivirá muchos años más.- Dijo Jon evadiendo la conversación.
-Viviré, solo por todos estos niños que lo único que quieren es ser mis herederos y tomar lo que es mío.- Dijo Walder Frey furioso.
Al anochecer organizaron un banquete, en honor al compromiso de Rosemary y Robb. La comida era abundante, la música era alegre y no pasó mucho tiempo para que los hombres comenzaran a emborracharse. Jon en cambio, se encontraba sentado observando todo. Entraron unas mujeres por la puerta principal, gritando y correteando semi desnudas. Muchos hombres las agarraban en el camino o las llamaban para que se sentaran en sus faldas. Robb y Rosemary se encontraban sentados riendo alegremente, Elizabeth desvió su mirada al grupo de cinco mujeres que acercaron a Jon y comenzaron a coquetearle, tocándole sus brazos y su pecho. Elizabeth se enfureció al ver como esas mujeres lo tocaban y se mostraban, y él no parecía hacer demasiado para quitárselas de encima. "Estúpido" Pensó Elizabeth y se levantó de su asiento, pero cuando se dirigía hacia afuera un hombre le agarró el brazo y la sacó a bailar. Luego otro, y otro más. La música era alegre por lo que el baile la dejó agotada, se reía a carcajadas con los hombres y mujeres que la rodeaban. Después de un largo tiempo pudo salir a tomar un poco de aire y se alejó un poco del fuerte sonido de la música.
-¿Te divertiste ahí adentro? -Escuchó una voz, se dio vuelta y pudo divisar a Jon caminando hacia ella.
-No tanto como tú y tus amigas. -Dijo Elizabeth cruzándose de brazos. Jon levantó una ceja y rió.
-¿Quién es celoso ahora? -Preguntó Jon.
-No me da gracia. Además no estoy celosa.-Dijo Elizabeth, haciendo que Jon riera más.
- Claro que no lo estas -Dijo con sarcasmo acercándose a ella.
-Aléjate de mi, vete con alguna de ellas. - Dijo retrocediendo. Jon la miraba divertido y seguía caminando hacia ella. -Basta Stark, aléjate.
-Me encantas cuando te pones así.- Dijo Jon, Elizabeth continuaba retrocediendo.
-Al parecer a ellas les encantas tú. -Dicho esto su espalda choco contra un gran árbol. No tuvo tiempo de moverse antes de que Jon la tomara de las muñecas, colocando sus brazos por arriba de la cabeza.
-En este mundo, solo existe una mujer para la cual tengo ojos, esa eres tú.-Susurro Jon cerca de sus labios. Elizabeth sintió un calor subirle por todo el cuerpo, estar tan cerca de Jon la volvía loca. Quería besarlo y tocarlo, pero no podía con sus brazos contra el árbol. -No tienes una idea de cuanto te amo.
Elizabeth acercó sus labios a los de Jon, lo besó desesperadamente. El soltó sus muñecas y colocó sus manos en su cintura, ella lo abrazó. Cortaron el beso por falta de aire.
-¿Porqué? ¿Porqué me amas?
-Ya te he dicho que no puedes preguntar porqué cuando se trata de amor. -Dijo Jon acariciando su mejilla. Los ojos de Elizabeth se llenaron de lágrimas, el recuerdo de la propuesta de Tyrion Lannister vino a su mente y un sentimiento de culpa llenó su pecho. -¿Qué sucede?
-No es nada.-Dijo Elizabeth quitando sus lágrimas.
-Ayer lo dejé pasar, hoy ya no. Dime que sucede Elizabeth. -Ella lo miró a los ojos y respiró profundo.
-Lord Tyrion me ha hecho una propuesta.
-¿Qué? -Preguntó Jon incrédulo.- ¿Qué tipo de propuesta?- Ella mordió su labio inferior.
-Me propuso desposarme con Joffrey Baratheon. -Jon frunció el ceño.
-¿Qué le dijiste? -Elizabeth corrió la mirada y sus ojos se humedecieron aún más.-Elizabeth, dime que le dijiste.-Dijo impaciente.
-Dije que lo pensaría.-Dijo Elizabeth.
-¿Qué? ¡¿En serio lo consideras?! -Jon golpeó con el puño el árbol, haciendo que Elizabeth se asustase. -¡Estas embarazada de mi hijo!
-¡Un hijo que nacerá sin un padre! -Gritó Elizabeth.
-Yo estaré ahí para cuidarlo.-Dijo Jon, estaba furioso, pero intentaba contenerse de la mejor manera posible.
-No Jon, los primeros meses quizás. ¿Pero qué harás cuando te hayas casado? ¿Crees que Lady Margaery disfrutará que pases tiempo con nuestro hijo en vez de los suyos?
-No me interesa Lady Margaery. -Dijo Jon con la voz quebrada.
-¿Crees que ella dejará que mi hijo lleve el apellido de su padre? Claro que no, no creo que le agrade que sus hijos tengan de competencia a un heredero primogénito. -Dijo mirándolo, Elizabeth sentía como algo en su pecho se rompía, pero debía permanecer fuerte.
-No quiero perderte.-Dijo Jon en un susurro casi inaudible, Elizabeth miró hacia el cielo, sintiendo sus lágrimas caían por sus mejillas.
-¿Es que no lo entiendes? Mi corazón es tuyo Jon, siempre será tuyo. Pero mi hijo merece tener a alguien a quien llamar su padre. Y yo no puedo ser para siempre solo la puta del rey.
Elizabeth se alejó de allí lo más rápido posible, sin mirar atrás. Si lo hacía, su mundo se rompería en mil pedazos, al igual que su corazón.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora