Capítulo 13

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Se levantó como pudo y se dirigió a su cama, no lo podía creer, esto no podía estar sucediendo, debía de ser un error, un sueño, una broma. Simplemente estaba descompuesta y se estaba llenando la cabeza con estupideces. ¿Pero entonces cómo explicaba el que la sangre de la luna no le viniera? No podía ser, estaba embarazada.
No quería creerlo, quería gritar, llorar, correr, desaparecer. Tendría un pequeño niño dentro de un tiempo, y una enorme panza dentro de menos. Y lo peor de todo, el padre de ese niño era un hombre comprometido. Daria a luz a un bastardo. El bastardo del rey.
Se acostó, colocó ambas manos en su vientre y comenzó a llorar. Terminó quedándose dormida.
-¿Mi lady? Lady Elizabeth, ¿Se encuentra bien? - Escuchó decir a una mujer, una criada.
-Si, solo me he quedado dormida, es todo. - Dijo Elizabeth mientras se sentaba en la cama.
-¿Segura se siente bien? ¿Necesita algo? - La joven se veía algo asustada.
-No te preocupes, no ha sido nada. -Respondió intentando sonar convincente. - ¿Qué hora es?
-Ya es casi media tarde, Lady Elizabeth. Como no bajó a almorzar el rey preguntó por usted, no aparecía por ningún lado y me mandó a buscarla.
-Agradezco la preocupación, pero no será necesaria. Puede comunicarle al rey que me encuentro en perfecto estado, solo estaba algo cansada. -Dicho esto, la doncella saludo respetuosamente y se retiró de la habitación.
"Mierda" Pensó Elizabeth recordando lo que había sucedido. Si ella estaba embarazada, solo podía haber un culpable del asunto. No sabía que hacer, no podía tener ese niño, no podría encargarse sola de él. Salió de la habitación, debía decírselo a Jon. Se lo diría y juntos encontrarían una solución. Recorrió gran parte del castillo buscándolo y nada, simplemente no aparecía.
-Lady Elizabeth. -Escuchó la voz de una mujer y se dio la vuelta para ver quien era.
-Lady Margaery- Dijo inclinando levemente la cabeza
-¿Cómo se encuentra hoy? -Elizabeth nunca había dirigido más de un cordial saludo o algunas respetuosas palabras obligadas a Lady Margaery, por lo que no entendía porqué esta había optado por empezar a hablarle de repente.
-Muy bien, ¿Qué tal usted?
-Perfectamente, el día esta maravilloso y el palacio muy tranquilo. - Dijo con una sonrisa. - No os he visto en todo el día, ¿Dónde ha estado?
-Me la he pasado en mi habitación, no me sentía del todo bien. Puede que anoche no haya descansado muy bien.
-Eso es una pena, el descanso es algo muy importante. - Elizabeth no sabía porqué ella le hablaba sobre esto, o porque le hablaba en lo absoluto.
-Seguro que si. -Respondió queriendo cortar la conversación. No lo logró.
-Lady Elizabeth, ¿Tú sabes dónde puede estar el rey? - Preguntó Lady Margaery.
- No, no tengo idea dónde puede estar.
-Creí que lo sabrías, ya que estás muy cercana a él últimamente. - Elizabeth levantó una ceja.
-¿Cómo así?
-¿O me equivoco? Eso es al menos lo que demostraron en su cumpleaños bailando juntos, cualquiera hubiese dicho que erais una pareja recién casada.
-No comprendo a que va todo esto Lady Margaery, pero con todo respeto, me gustaría retirarme.
-Pero no hay ningún problema, el rey puede tener todas las mujeres que él desee, no sería la primera vez que se acuesta con alguna mujer, aunque sean siempre distintas. ¿Y qué hombre en los Siete Reinos no desearía tener a la mujer más bella del mundo en su cama?
- No soy un objeto que puedan tener, ni siquiera siendo rey.-Elizabeth estaba roja de ira- De todos modos, me sorprende de usted, Lady Margaery, futura reina y esposa del hombre del cual desconfía tanto, culparme de algo de lo que no tiene prueba alguna.
-Con o sin pruebas, es fácil notar que algo sucede entre ustedes. Acuéstate con el rey todas las noches que quieras, al fin y a cabo solo serás eso, la puta del rey. -Margaery sonrió cínicamente- Pero si fuera tú, dejaría de hacerlo y pensaría en volver lo más rápido posible a mi casa. Aquí no llegarás muy lejos cuando yo sea reina.
- Si decido dormir o no con el rey es mi problema. Me has insultado de todas las formas posibles y ahora no tienes más que decir. Procuraré olvidar esta conversación, y tú procura no dirigirme la palabra. Adiós.- Dijo retirándose con la cabeza en alto, como si nada de lo que Margaery había dicho le afectase, aún cuando sentía que se desmayaría en ese momento. Ella lo sabía, o más bien lo sospechaba.
No se dio cuenta que lloraba hasta que colocó una mano en su mejilla y la sintió húmeda. Lloraba por angustia y dolor, pero sobre todo por miedo. Tenía miedo a las amenazas de Margaery y miedo de que los demás se enteren de lo que había sucedido en verdad. Pero lo que realmente la aterraba es qué le diría Jon cuando se enterase de que estaba esperando un hijo suyo. ¿Qué iba a hacer? No podía tener un hijo con Jon, él iba a casarse con Lady Margaery. Tampoco podía volver a su casa de esa manera, embarazada de un niño que no tiene padre, de un bastardo. No tenía posibilidades de cuidar al niño por su cuenta. Estaba totalmente arruinada, ya no era doncella y estaba embarazada del hijo del rey. No podía tener ese niño.

Don't deserve you.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora