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Jimin ni siquiera llenó la caja que su jefe le había dado para guardar sus cosas

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Jimin ni siquiera llenó la caja que su jefe le había dado para guardar sus cosas. No tardó mucho en hacerlo, por lo que decidió ayudar a Jungkook a guardar las pertenencias que tenía en su despacho.

Algunos premios, documentos personales, libros y unas cuántas camisas de repuesto. A simple vista y tacto, se notaba que eran costosas y muy él.

—¿Jungkook, te llevarás esto? —preguntó mirando una especie de figura que estaba en el stand.

Jungkook vio cómo su asistente se ponía de puntillas para alcanzar el objeto. Iba a contestarle de no ser por la puerta que se abrió de golpe.

Era MinJae, quién se detuvo en seco al verlos. Jungkook estaba apoyado sobre el escritorio con la carta de renuncia en manos y Jimin estaba de pie con la figura que por fin pudo alcanzar junto a una caja abierta.

MinJae los miró furiosos. Su rostro estaba tan rojo  que parecía que en cualquier momento iba a explotar.

—¿Qué carajos pasa aquí?

Jungkook con tranquilidad se apartó del escritorio y se acercó a su asistente. Le quitó con sutileza lo que tenía en las manos y le sonrió.

—Parece que ya terminamos aquí, Jimin —dijo cerrando la caja—. Ve a tu escritorio, en unos minutos estaré allí.

Jimin estaba nervioso. Se quedó como una estatua al sentir los dedos de Jungkook acariciar su mejilla. Era una sensación extraña, lo tomó desprevenido.

Se sonrojó.

—Amor... —murmuró Jungkook. Jimin estaba luchando para que los nervios no se le notaran—. Anda, ¿si?.

Jimin parpadeó varias veces volviendo a la realidad y lo miró.

《¿Amor? ¡¿Amor?! ¿A qué está jugando, señor Jeon?》

—Ve a tu escritorio. Nos iremos enseguida —dijo Jungkook, poniendo una mano en la cintura ajena y dándole un leve empujoncito.

Jimin asintió sin decir nada, acatando la orden y yendo hacia dónde tenía que ir; sin embargo, MinJae se paró delante de él y empezó a gritar furioso, soltando cualquier barbaridad. Un escándalo, e hizo el ademán de querer cogerlo del brazo.

Jungkook se interpuso en medio de ambos, poniendo detrás suyo a Jimin.

—No lo toques, MinJae. ¿Entendido?

—¡Pero qué! ¡¿Te lo estás comiendo, Jungkook?! ¡¿Estás teniendo una puta aventura con tu asistente?!

Jimin abrió los ojos de par en par, bajando la mirada. La tensión era muy fuerte y él temía que pasara a mayores.

—MinJae —habló su jefe, soltando un suspiro—. Lo que ves aquí, no es ninguna aventura. Jimin y yo nos hemos enamorado.

—¿Enamorados? —preguntó con sarcasmo, riendo ante lo que acababa de escuchar—. Hazme el favor, Jeon. Llevas meses intentando deshacerte de él.

Nada nuevo. Jimin ya lo sabía, el sentimiento era mutuo, pero no podía darse el lujo de renunciar a su trabajo.

—Fue una excusa. Que tú te la creíste.

Jungkook era bueno mintiendo, se preguntaba cuánto le duraría toda la farsa. O tal vez le dure para siempre, quién sabe.

—Sabes perfectamente las reglas de esta empresa. Y acabas de firmar tu despedida a MJ Business.

Jungkook rió.

—Demasiado tarde —dijo dándole la carta de renuncia de ambos—. Renuncio. Al igual que mi prometido.

¿Jimin? Jimin quería que la tierra se lo tragara en ese momento.

MinJae quedó boquiabierto.

—¿Tu prometido? ¿Vas a tirar tu trabajo a la basura por un polvo de mierda?

Fue un abrir y cerrar de ojos cuando Jimin observó sorprendido la escena entre Jungkook y MinJae.

Fue un abrir y cerrar de ojos cuando Jimin observó sorprendido la escena entre Jungkook y MinJae

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Luv Deal | Kookmin au ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora