Era un recuerdo amargo, no le gustaba hablar sobre ese tema, pero ahora Jimin estaba ahí para escucharlo.
Jungkook se sintió tenso y agitado. Se levantó y se acercó al ventanal que dejaba ver las otras residencias. Vagando en los recuerdos. Aquellos que su esposo quería sacar a relucir.
-Un mujeriego, malcriado, idiota y con mucho dinero. Así era mi padre. -empezó, soltando una risa amarga, luego volteó para verlo sentado en el sofá-. De tal palo, tal astilla, ¿no?
Jimin guardaba silencio, atento a cada palabra. Jungkook volvió su vista hacia la ventana, no quería tener contacto visual.
-Apostaba cantidad de dinero, viajaba a donde se le daba la gana, hacía lo que quería hasta que mi abuelo se lo echó todo en cara. Le dijo que tenía que madurar o de lo contrario le cortaría la fuente de dinero.
Hizo una pequeña pausa antes de continuar.
-Mi madre y él se casaron poco después.
-Tu abuelo debía alegrarse mucho -dijo Jimin buscando algo de esperanza.
-No demasiado. Mi madre y mi padre eran la misma moneda, y seguían gastando dinero. Estaba furioso y les planteó un ultimátum: si al cabo de un año no tenía un nieto al que acunar en el regazo, no les daría más dinero. También amenazó con cambiar su testamento, con desheredar a mi padre por completo.
Jungkook soltó un suspiro y se sentó delante de Jimin.
-Mmm... tu abuelo parece un poco... tirano.
-A todo eso y con ese ultimátum, nací yo.
-Evidentemente.
Jungkook lo miró fijo a los ojos.
-No fui fruto del amor, Jimin. No fui concebido por el anhelo de mis padres. Fui fruto de la avaricia. Nunca me quisieron.
-Pero son tus padres, ¿Cómo no te iban a querer?
-Tal vez los tuyos si te amaban. ¿Quién no lo haría, Jimin? Tú sí fuiste fruto de dos personas que querían un niño en sus vidas.
-Jungkook...
-Pasé toda mi vida oyendo que era un estorbo... para los dos. Que solo me había tenido para asegurarse de maldito dinero. No fui criado por ellos, tenía niñeras y tutores; y cuando tuve la edad suficiente, me mandaron a un internado.
Jimin empezó a morderse el labio inferior. Sentía un leve dolor en el pecho al escucharlo, porque aunque Jungkook lo diga tan fríamente, sabía que era un tema delicado para él.
-Me enseñaron que en la vida solo la puedes contar contigo mismo. Ni siquiera cuando estaba en casa durante las vacaciones era bien recibido. -Jungkook se aferró a sus rodillas-. Lo intenté. Intenté con todas mis fuerzas que me quisieran. Era obediente. Sacaba notas excelentes. Hice todo lo que pude para que se fijaran en mí. No conseguí nada. Los regalos que hacía para el Día de la Madre o el Día del Padre acabaron todos en la basura. Al igual que mis dibujos. No recuerdo besos de buenas noches ni abrazos, ni que alguno de ellos me leyera un cuento antes de dormir. No hubo compasión cuando me lastimé las rodillas o tuve un mal día. Mi cumpleaños se celebraba con un sobre lleno de dinero. La Navidad, tres cuartos de lo mismo. -Una lágrima resbaló por la mejilla de Jimin, se sorprendió al verlo. Su esposo estaba en silencio escuchándolo, tratando de no romperse a llorar ahí mismo-. Aprendí pronto que el amor no era un sentimiento de mi interés. Me debilitaba. Así que dejé de intentarlo.
-¿No hubo nadie? -susurró apenas. Casi con la voz entrecortada.
-Una sola persona. Una cuidadora cuando tenía unos seis años. Se llamaba Honie, pero yo la llamaba Nina. Era una mujer mayor, amable y distinta conmigo. Me leía, hablaba y jugaba conmigo, prestaba atención a mis tonterías infantiles. Me dijo que me quería. Se enfrentó a mis padres e intentó que me prestaran más atención. Duró más que la mayoría, razón por la cual su recuerdo es más nítido que el de las demás. Pero se marchó. Todos lo hacían. -Jungkook soltó otro suspiro-. Creo que mis padres creyeron que me estaba malcriando, así que la despidieron. La oí discutir con mi madre acerca de lo aislado que me tenían y de que merecía algo mejor. Desperté un par de días después con la cara de una niñera nueva. No tenía a nadie.
-¿Tampoco tenías una estrecha relación con tu abuelo? Parecía que él te quería más que nadie.
Negó con la cabeza.
-Quería que continuase el linaje de los Jeon.
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Luv Deal | Kookmin au ✔
FanficSu jefe era un tirano por el día y un playboy por la noche; y él solo era su asistente hasta que le propone un nuevo contrato. -¿Cómo su asistente personal? -No. Como mi prometido. ¿Qué puede suceder cuando ambos se detestan y tienen que actuar ena...