Su jefe era un tirano por el día y un playboy por la noche; y él solo era su asistente hasta que le propone un nuevo contrato.
-¿Cómo su asistente personal?
-No. Como mi prometido.
¿Qué puede suceder cuando ambos se detestan y tienen que actuar ena...
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La cena fue tranquila. Una mesa en el amplio salón con mantelería blanca, flores y velas. La señora Choi los había recibido con una sonrisa al verlos llegar y abrazó con fuerza a Jimin. Dong Wook le dio una palmadas en el hombro a Jungkook a modo de felicitación, y luego la pareja tuvo que recibir los abrazos del resto de la familia Choi.
Jungkook no era muy afectuoso, a excepción de cierta persona, así que no tuvo la mejor idea que atraer a Jimin hacia él tomándolo de la cintura. Así los demás sabrían que no quería más abrazos, solo estar al lado de su esposo.
Los platillos no fueron los favoritos de Jimin, él prefería la comida casera; sin embargo, no pudo negar que sabía bien. El champán corrió de forma generosa, esta vez Jungkook solo bebió unos sorbos, no quería cagarla de nuevo.
Aunque ya se habían tomado fotos para algunas revistas y páginas oficiales, Suni insistió en tomar unas cuantas fotografías con su móvil, pidiendo que los recién casados se besaran. Por suerte, Jimin si había bebido lo suficiente como para que no le importara. De hecho, ladeaba la cabeza gustoso mientras sonreía y aceptaba las caricias de Jungkook.
De vez en cuando, Jungkook se volvía hacia él para dejar un beso en su hombro o en su cuello, de pasada susurrándole algún comentario ridículo mientras reían.
Eran una pareja feliz y enamorada.
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